/ lunes 16 de septiembre de 2019

La política es así

Poder y comunicación

Precedido por su capacidad, fama y recordado por haber sido el vocero de un Presidente de la República, el pasado 9 de septiembre, Rubén Aguilar Valenzuela impartió una conferencia en la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas, acerca del ejercicio del poder relacionado con la comunicación, temáticas que domina como experto que es en ambas materia.

Para sustentar su exposición, en primer término resaltó que un 10% de los estados soberanos reconocidos como tales y que son miembros de la ONU, los jefes de estado y/o de gobierno, tenían o tienen un método especial de comunicación en el ejercicio del poder.

Acto seguido, informó qué tal metodología estaba integrada por diez elementos, para luego pasar a enumerar a cada uno de ellos y explicar, grosso modo, en qué consistían.

A continuación, se procederá a citar a los diez elementos, para luego proceder a intentar a exponer, también grosso modo, una síntesis de los mismos y de acuerdo por lo expuesto por Aguilar Valenzuela, lo cual podría incluir algunos aspectos subjetivos que podrían rebasar la esencia de lo expuesto por aquel.

El primer elemento lo es la comunicación directa que el gobernante tiene con los gobernados, y al respecto, los ejemplos más cercanos y, por ende, fácilmente comprensibles, lo son Donald Trump vía Twitter y AMLO por medio de sus conferencias mañaneras.

El segundo elemento, íntimamente ligado con el primero en tanto que constituye la esencia y el objetivo del mismo, lo es el establecimiento de la agenda del día a día, la cual estará presente y dominante en la información diaria, a menos que ocurra un hecho o hechos notoriamente más relevantes que el o los temas planteados en la comunicación directa.

El tercer elemento, no menos importante que los primeros, lo constituye el hecho de que el gobernante se dirige a los suyos, de tal manera de que se fortalece el vínculo entre él y aquellos electores que lo llevaron al poder, lo cual se traduce también en el hecho de que se conserve la supremacía popular sobre los contrarios y que votaron en su contra. Los suyos, en el caso de México, son “el pueblo bueno” al que AMLO alude, pondera, seduce y convence en su comunicación directa

El tercer elemento por sí solo no sería suficiente para ejercer el poder, sin complicaciones mayores, si el mismo no tuviere como soporte la calificación o valoración conferida a los suyos como los buenos, mientras que los contras serían -lo son- los malos. Obviamente los suyos serían los buenos. O sea, desde tal perspectiva, el bien invariablemente triunfa sobre el mal.

Lo descrito constituye el cuarto elemento de los citados por el conferencista y que concurren en el ejercicio del poder.

El cuarto elemento trae implícito el quinto y que lo es la identificación del enemigo o de los enemigos según fuere el caso. Por ejemplo, en el ejercicio del poder, el Presidente de México identifica como tales a los conservadores, a los ultras, a los neoliberales, a los integrantes de la mafia del poder, etc., enemigos cuya contra parte es “el pueblo bueno” que serían todos los partidarios de AMLO y la 4T.

La identificación y clasificación del y/o de los enemigos conduce, inevitablemente, al sexto elemento y que lo es o sería, la polarización de la sociedad, y así, en la línea del enfrentamiento, de un lado estarían los enemigos y en el otro se ubicaría “el pueblo bueno”, cuyos portavoces y defensores estarían en pugna constante en diferentes escenarios de la sociedad, con reflejo en los medios de comunicación y los analistas dedicados a analizar las acciones y las propuestas del gobernante con presencia actual y con proyección al futuro.

El séptimo elemento sería clave para el ejercicio del poder con saldos positivos para el gobernante, el cual lo es la exageración del discurso, concuerde o no con la realidad, puesto que lo que interesa es descalificar a los contrarios y magnificar las acciones de gobierno, encaminadas estas a terminar y superar los males y desigualdades que laceran a la sociedad desde siempre.

Para el ejercicio del poder, lo material no es suficiente, sino que tiene que ir acompañado de un leguaje religioso que conduzca a la mayor credibilidad del gobernante en el ejercicio del poder, y más de que los pertenecientes a la religión que fuere, no cuestionan la esencia de la misma sino que la consideran como la verdad absoluta y fuera de cualquier duda razonable.

El lenguaje religioso se fortalecería si se apoyara en un documento como sería el caso de la cartilla moral de AMLO y en proceso de distribución por una de las iglesias cuyos fieles crecen día a día.

El noveno elemento lo es el lenguaje insultante utilizado para dirigirse a los enemigos, toda vez que él mismo exacerba los sentimientos de los partidarios del gobernante en contra de sus adversarios, para que así sea más fácil la supremacía de los suyos sobre los contrarios y así se fortalezca el respaldo popular y que constituye la mayoría por un tiempo acotado y que no necesariamente sería por siempre aun cuando ello sería un objetivo.

El décimo elemento lo constituye la descalificación de los medios que cuestionan el ejercicio del poder, lo cual permite o facilita o conduce a que tales medios carezcan de credibilidad, y más si son identificados como simpatizantes o partidarios de los enemigos que aspirarían a recuperar el poder para volver a ejercerlo en los tiempos por venir exclusivamente en su particular beneficio.

A través de un análisis no muy riguroso, bien se podrían identificar a los diez elementos identificados y clarificados por Rubén Aguilar Valenzuela en el ejercicio del poder por AMLO, insertos todos ellos en la lucha del poder en el presente y en el futuro, lo cual se podría traducir, tal y como lo indican las encuestas, en el hecho de que AMLO conserva el apoyo popular que lo condujo a la cima del poder político en las elecciones del primer domingo de julio de 2018.

El conferencista citó a varios países en los cuales está presente el método de diez elementos en el ejercicio del poder. Entre ellos están los Estados Unidos, Brasil, Filipinas, dos países de Europa y, obviamente, México. Agregó que pronto se podría sumar El Salvador dadas las características del presidente recientemente vencedor.

De la lectura de la biografía de Vladimir Putin, se podría concluir que el mismo ejerce el poder del poder a partir del año 2000 con el empleo de todos o de casi todos los elementos descritos, lo cual le ha permitido ejercer el poder y el cual ejercerá por lo menos hasta 2024.

Poder y comunicación

Precedido por su capacidad, fama y recordado por haber sido el vocero de un Presidente de la República, el pasado 9 de septiembre, Rubén Aguilar Valenzuela impartió una conferencia en la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas, acerca del ejercicio del poder relacionado con la comunicación, temáticas que domina como experto que es en ambas materia.

Para sustentar su exposición, en primer término resaltó que un 10% de los estados soberanos reconocidos como tales y que son miembros de la ONU, los jefes de estado y/o de gobierno, tenían o tienen un método especial de comunicación en el ejercicio del poder.

Acto seguido, informó qué tal metodología estaba integrada por diez elementos, para luego pasar a enumerar a cada uno de ellos y explicar, grosso modo, en qué consistían.

A continuación, se procederá a citar a los diez elementos, para luego proceder a intentar a exponer, también grosso modo, una síntesis de los mismos y de acuerdo por lo expuesto por Aguilar Valenzuela, lo cual podría incluir algunos aspectos subjetivos que podrían rebasar la esencia de lo expuesto por aquel.

El primer elemento lo es la comunicación directa que el gobernante tiene con los gobernados, y al respecto, los ejemplos más cercanos y, por ende, fácilmente comprensibles, lo son Donald Trump vía Twitter y AMLO por medio de sus conferencias mañaneras.

El segundo elemento, íntimamente ligado con el primero en tanto que constituye la esencia y el objetivo del mismo, lo es el establecimiento de la agenda del día a día, la cual estará presente y dominante en la información diaria, a menos que ocurra un hecho o hechos notoriamente más relevantes que el o los temas planteados en la comunicación directa.

El tercer elemento, no menos importante que los primeros, lo constituye el hecho de que el gobernante se dirige a los suyos, de tal manera de que se fortalece el vínculo entre él y aquellos electores que lo llevaron al poder, lo cual se traduce también en el hecho de que se conserve la supremacía popular sobre los contrarios y que votaron en su contra. Los suyos, en el caso de México, son “el pueblo bueno” al que AMLO alude, pondera, seduce y convence en su comunicación directa

El tercer elemento por sí solo no sería suficiente para ejercer el poder, sin complicaciones mayores, si el mismo no tuviere como soporte la calificación o valoración conferida a los suyos como los buenos, mientras que los contras serían -lo son- los malos. Obviamente los suyos serían los buenos. O sea, desde tal perspectiva, el bien invariablemente triunfa sobre el mal.

Lo descrito constituye el cuarto elemento de los citados por el conferencista y que concurren en el ejercicio del poder.

El cuarto elemento trae implícito el quinto y que lo es la identificación del enemigo o de los enemigos según fuere el caso. Por ejemplo, en el ejercicio del poder, el Presidente de México identifica como tales a los conservadores, a los ultras, a los neoliberales, a los integrantes de la mafia del poder, etc., enemigos cuya contra parte es “el pueblo bueno” que serían todos los partidarios de AMLO y la 4T.

La identificación y clasificación del y/o de los enemigos conduce, inevitablemente, al sexto elemento y que lo es o sería, la polarización de la sociedad, y así, en la línea del enfrentamiento, de un lado estarían los enemigos y en el otro se ubicaría “el pueblo bueno”, cuyos portavoces y defensores estarían en pugna constante en diferentes escenarios de la sociedad, con reflejo en los medios de comunicación y los analistas dedicados a analizar las acciones y las propuestas del gobernante con presencia actual y con proyección al futuro.

El séptimo elemento sería clave para el ejercicio del poder con saldos positivos para el gobernante, el cual lo es la exageración del discurso, concuerde o no con la realidad, puesto que lo que interesa es descalificar a los contrarios y magnificar las acciones de gobierno, encaminadas estas a terminar y superar los males y desigualdades que laceran a la sociedad desde siempre.

Para el ejercicio del poder, lo material no es suficiente, sino que tiene que ir acompañado de un leguaje religioso que conduzca a la mayor credibilidad del gobernante en el ejercicio del poder, y más de que los pertenecientes a la religión que fuere, no cuestionan la esencia de la misma sino que la consideran como la verdad absoluta y fuera de cualquier duda razonable.

El lenguaje religioso se fortalecería si se apoyara en un documento como sería el caso de la cartilla moral de AMLO y en proceso de distribución por una de las iglesias cuyos fieles crecen día a día.

El noveno elemento lo es el lenguaje insultante utilizado para dirigirse a los enemigos, toda vez que él mismo exacerba los sentimientos de los partidarios del gobernante en contra de sus adversarios, para que así sea más fácil la supremacía de los suyos sobre los contrarios y así se fortalezca el respaldo popular y que constituye la mayoría por un tiempo acotado y que no necesariamente sería por siempre aun cuando ello sería un objetivo.

El décimo elemento lo constituye la descalificación de los medios que cuestionan el ejercicio del poder, lo cual permite o facilita o conduce a que tales medios carezcan de credibilidad, y más si son identificados como simpatizantes o partidarios de los enemigos que aspirarían a recuperar el poder para volver a ejercerlo en los tiempos por venir exclusivamente en su particular beneficio.

A través de un análisis no muy riguroso, bien se podrían identificar a los diez elementos identificados y clarificados por Rubén Aguilar Valenzuela en el ejercicio del poder por AMLO, insertos todos ellos en la lucha del poder en el presente y en el futuro, lo cual se podría traducir, tal y como lo indican las encuestas, en el hecho de que AMLO conserva el apoyo popular que lo condujo a la cima del poder político en las elecciones del primer domingo de julio de 2018.

El conferencista citó a varios países en los cuales está presente el método de diez elementos en el ejercicio del poder. Entre ellos están los Estados Unidos, Brasil, Filipinas, dos países de Europa y, obviamente, México. Agregó que pronto se podría sumar El Salvador dadas las características del presidente recientemente vencedor.

De la lectura de la biografía de Vladimir Putin, se podría concluir que el mismo ejerce el poder del poder a partir del año 2000 con el empleo de todos o de casi todos los elementos descritos, lo cual le ha permitido ejercer el poder y el cual ejercerá por lo menos hasta 2024.

ÚLTIMASCOLUMNAS
martes 14 de septiembre de 2021

La política es así

¿El regreso?

Juventino Rodarte Solís

martes 07 de septiembre de 2021

La política es así

Selección natural

Juventino Rodarte Solís

martes 03 de agosto de 2021

La política es así

Relevo generacional

Juventino Rodarte Solís

martes 27 de julio de 2021

La política es así

Al arte de gobernar

Juventino Rodarte Solís

martes 20 de julio de 2021

La política es así

Meritocracia

Juventino Rodarte Solís

Cargar Más