/ lunes 25 de noviembre de 2019

LA POLÍTICA ES ASÍ

Tres tiempos

En los regímenes democráticos es usual que hacia el interior de los poderes legislativos las mayorías se impongan a las minorías, a veces con concesiones y otras sin concesiones.

Pero lo que no es frecuente es que las mayorías parlamentarias se sometan totalmente a la voluntad del jefe de estado y/o de gobierno. Sin embargo, de tiempo en tiempo, en diversas latitudes y en diferentes longitudes, ello suele suceder, tal y como tuvo lugar el pasado viernes 22 de noviembre hacia el interior de la Cámara de Diputados durante la larga sesión que inició en la tarde-noche del día anterior, y que se concretó entre las seis y siete horas del día citado, al aprobarse el Presupuesto de Egresos de la Federación acorde con la visión y propuesta hecha por el titular del Poder Ejecutivo Federal.

La aprobación de referencia, recuerda los viejos tiempos, tal vez iniciados en el sexenio 1934-1940, o bien en el sexenio de 1940-1946, o bien en el sexenio de 1946-1956, o bien en los sexenios siguientes hasta el año de 1987, puesto que en el presupuesto de egresos para 1988, el partido mayoritario tuvo que ceder rubros y hacer concesiones al partido (PAN) que había estado de acuerdo en avalar el triunfo presidencial del candidato del (PRI), para así salvar los resultados polémicos y encontrados de las elecciones presidenciales de 1988, en principio impugnadas por los partidos opositores por estar fuertemente impregnadas del olor del fraude electoral.

Desde ese año hasta la aprobación del presupuesto de egresos el año anterior, la aprobación se había dado mediante la voluntad consensuada de todos los partidos políticos representados en la Cámara de Diputados.

Tal vez la reciente aprobación estuvo sazonada por lo impuesto en los sexenios aludidos, uno de ellos comandado o presidido por uno de los íconos de la 4T. Velis nolis los legisladores de Morena y de sus aliados, aún cuando disintieron de varios rubros y de diversas cantidades aprobadas, no tuvieron otra alternativa más que acatar los deseos materia de la propuesta presidencial, tal y como el mismo lo declaró, en el sentido de que el presupuesto, en los rubros más cuestionados, se iba a aprobar precisamente acordes con su propuesta.

Ahora bien, lo anteriormente planteado se relaciona con las cantidades identificadas y reservadas para el campo mexicano, las cuales ya no serían distribuidas o repartidas a través de las organizaciones campesinas como antaño, y las cuales se originaron dentro del contexto del corporativismo impuesto en el sexenio 1934-1940 por el citado ícono de la 4T; corporativismo que dio margen a la creación de los sectores agrario, obrero y popular dentro de la organización primero del Partido de la Revolución Mexicana y después del Partido Revolucionario Institucional, que más temprano que tarde se constituyeron en los pilares de los “regímenes revolucionaros” y los cuales tuvieron como matriz, respectivamente, a la Confederación Nacional Campesina (CNC), a la Confederación de Trabajadores de México (CTM), fortalecida ésta a través del tiempo por el poderosos sindicato de los trabajadores petroleros de la República Mexicana, y el tercer sector, en cierto sentido, por los sindicatos de los trabajadores al servicio del Estado, dentro de los cuales destacaba el de los maestros.

Con el tiempo, casi todos los partidos políticos o bien todos, creo que con la excepción del PAN, prohijaron sus propias organizaciones campesinas para así poder disputar el voto de los campesinos los cuales, en aquéllos tiempos y durante varios sexenios, constituían en su conjunto el panino de votos para alcanzar los triunfos electorales.

En el año de 2019, tal y como quedó demostrado, coexisten diversas organizaciones campesinas, de trabajadores agrícolas y de productores agropecuarios que, al igual que en el pasado, demandaron recursos para renglones y montos específicos para, tal vez a través de su conducto, apoyar las tareas productivas de aquéllos, a lo cual se opuso el dirigente de la 4T quien decidió que los recursos destinados al campo, se hicieren llegar directamente a los beneficiados y a través de las instituciones creadas exprofeso.

En el largo trayecto por la disputa de rubros y cantidades destinadas al campo, tal vez quedaron resentimientos de las organizaciones aludidas, principalmente de los dirigentes, los cuales ya sabrá el gobierno y sus operadores como atenuar la existencia y efectos trascendentes de aquéllos.

El tercer tiempo se relaciona más con el medio local que nacional, aún cuando es preciso hacer notar que lo que se analizará a continuación, ya fue objeto de reformas constitucionales por lo menos en tres estados de la República.

El tema del tiempo es que, al igual que en esas entidades, en los círculos del poder partidario local y en torno al mismo titular del Poder Ejecutivo quien, se menciona, ya dio el aval para que próximamente se reforme la constitución local para que en las elecciones para gobernador en 2022, se elija gobernador por dos años, para que así, en 2024, se elija, junto con el presidente, a un gobernador, cuya gestión duraría seis años al igual que la de éste.

Como antecedentes, en el régimen que quedó atrás, más de un politólogo observaron que en la renovación del poder sexenal, el presidente de la República iniciaba su gestión sin haber tenido injerencia alguna en la designación del candidato y en la elección de los gobernadores.

Sin embargo, conforme avanzaba el sexenio, el presidente iba cooptando a los gobernadores electos emanados de su augusta decisión, de tal manera que, en el año final de su mandato, todos los gobernadores eran afines a él, lo cual duraba poco tiempo, pues de inmediato se iniciaba el nuevo sexenio.

De los tres casos acaecidos en el pasado reciente, el gobernador de Veracruz electo por dos años no pudo heredar el cargo a su consanguíneo lo cual sí pudo hacer el de Puebla para dejar a un fiel, quien, transcurridos dos años, operó para que fuera electa por seis años la esposa de aquél.

Finalmente, por lo que se refiere a la tercera entidad (Baja California), fue electo el candidato por dos años, pero mediante una reforma constitucional cuestionada, se amplió el ejercicio del poder por cinco años. El caso está pendiente para ser resuelto.

En Durango, al darse la reforma constitucional de que se trata, ya se tiene el candidato por parte del partido en el poder para gobernador por dos años, y luego, el tiempo y las circunstancias dirían cuál sería el futuro electoral del Estado.

Tres tiempos

En los regímenes democráticos es usual que hacia el interior de los poderes legislativos las mayorías se impongan a las minorías, a veces con concesiones y otras sin concesiones.

Pero lo que no es frecuente es que las mayorías parlamentarias se sometan totalmente a la voluntad del jefe de estado y/o de gobierno. Sin embargo, de tiempo en tiempo, en diversas latitudes y en diferentes longitudes, ello suele suceder, tal y como tuvo lugar el pasado viernes 22 de noviembre hacia el interior de la Cámara de Diputados durante la larga sesión que inició en la tarde-noche del día anterior, y que se concretó entre las seis y siete horas del día citado, al aprobarse el Presupuesto de Egresos de la Federación acorde con la visión y propuesta hecha por el titular del Poder Ejecutivo Federal.

La aprobación de referencia, recuerda los viejos tiempos, tal vez iniciados en el sexenio 1934-1940, o bien en el sexenio de 1940-1946, o bien en el sexenio de 1946-1956, o bien en los sexenios siguientes hasta el año de 1987, puesto que en el presupuesto de egresos para 1988, el partido mayoritario tuvo que ceder rubros y hacer concesiones al partido (PAN) que había estado de acuerdo en avalar el triunfo presidencial del candidato del (PRI), para así salvar los resultados polémicos y encontrados de las elecciones presidenciales de 1988, en principio impugnadas por los partidos opositores por estar fuertemente impregnadas del olor del fraude electoral.

Desde ese año hasta la aprobación del presupuesto de egresos el año anterior, la aprobación se había dado mediante la voluntad consensuada de todos los partidos políticos representados en la Cámara de Diputados.

Tal vez la reciente aprobación estuvo sazonada por lo impuesto en los sexenios aludidos, uno de ellos comandado o presidido por uno de los íconos de la 4T. Velis nolis los legisladores de Morena y de sus aliados, aún cuando disintieron de varios rubros y de diversas cantidades aprobadas, no tuvieron otra alternativa más que acatar los deseos materia de la propuesta presidencial, tal y como el mismo lo declaró, en el sentido de que el presupuesto, en los rubros más cuestionados, se iba a aprobar precisamente acordes con su propuesta.

Ahora bien, lo anteriormente planteado se relaciona con las cantidades identificadas y reservadas para el campo mexicano, las cuales ya no serían distribuidas o repartidas a través de las organizaciones campesinas como antaño, y las cuales se originaron dentro del contexto del corporativismo impuesto en el sexenio 1934-1940 por el citado ícono de la 4T; corporativismo que dio margen a la creación de los sectores agrario, obrero y popular dentro de la organización primero del Partido de la Revolución Mexicana y después del Partido Revolucionario Institucional, que más temprano que tarde se constituyeron en los pilares de los “regímenes revolucionaros” y los cuales tuvieron como matriz, respectivamente, a la Confederación Nacional Campesina (CNC), a la Confederación de Trabajadores de México (CTM), fortalecida ésta a través del tiempo por el poderosos sindicato de los trabajadores petroleros de la República Mexicana, y el tercer sector, en cierto sentido, por los sindicatos de los trabajadores al servicio del Estado, dentro de los cuales destacaba el de los maestros.

Con el tiempo, casi todos los partidos políticos o bien todos, creo que con la excepción del PAN, prohijaron sus propias organizaciones campesinas para así poder disputar el voto de los campesinos los cuales, en aquéllos tiempos y durante varios sexenios, constituían en su conjunto el panino de votos para alcanzar los triunfos electorales.

En el año de 2019, tal y como quedó demostrado, coexisten diversas organizaciones campesinas, de trabajadores agrícolas y de productores agropecuarios que, al igual que en el pasado, demandaron recursos para renglones y montos específicos para, tal vez a través de su conducto, apoyar las tareas productivas de aquéllos, a lo cual se opuso el dirigente de la 4T quien decidió que los recursos destinados al campo, se hicieren llegar directamente a los beneficiados y a través de las instituciones creadas exprofeso.

En el largo trayecto por la disputa de rubros y cantidades destinadas al campo, tal vez quedaron resentimientos de las organizaciones aludidas, principalmente de los dirigentes, los cuales ya sabrá el gobierno y sus operadores como atenuar la existencia y efectos trascendentes de aquéllos.

El tercer tiempo se relaciona más con el medio local que nacional, aún cuando es preciso hacer notar que lo que se analizará a continuación, ya fue objeto de reformas constitucionales por lo menos en tres estados de la República.

El tema del tiempo es que, al igual que en esas entidades, en los círculos del poder partidario local y en torno al mismo titular del Poder Ejecutivo quien, se menciona, ya dio el aval para que próximamente se reforme la constitución local para que en las elecciones para gobernador en 2022, se elija gobernador por dos años, para que así, en 2024, se elija, junto con el presidente, a un gobernador, cuya gestión duraría seis años al igual que la de éste.

Como antecedentes, en el régimen que quedó atrás, más de un politólogo observaron que en la renovación del poder sexenal, el presidente de la República iniciaba su gestión sin haber tenido injerencia alguna en la designación del candidato y en la elección de los gobernadores.

Sin embargo, conforme avanzaba el sexenio, el presidente iba cooptando a los gobernadores electos emanados de su augusta decisión, de tal manera que, en el año final de su mandato, todos los gobernadores eran afines a él, lo cual duraba poco tiempo, pues de inmediato se iniciaba el nuevo sexenio.

De los tres casos acaecidos en el pasado reciente, el gobernador de Veracruz electo por dos años no pudo heredar el cargo a su consanguíneo lo cual sí pudo hacer el de Puebla para dejar a un fiel, quien, transcurridos dos años, operó para que fuera electa por seis años la esposa de aquél.

Finalmente, por lo que se refiere a la tercera entidad (Baja California), fue electo el candidato por dos años, pero mediante una reforma constitucional cuestionada, se amplió el ejercicio del poder por cinco años. El caso está pendiente para ser resuelto.

En Durango, al darse la reforma constitucional de que se trata, ya se tiene el candidato por parte del partido en el poder para gobernador por dos años, y luego, el tiempo y las circunstancias dirían cuál sería el futuro electoral del Estado.

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