/ martes 2 de febrero de 2021

La política es así

Se podría decir que en los últimos tiempos la vida nacional está inserta en la penumbra, la cual no sea exclusiva de este país.

Acostumbrados a vivir entre luces y sombras, a veces más las primeras que las segundas, hoy en día se ha dado paso a la penumbra.

La penumbra está detrás con prevalencia de la oscuridad, mientras que al frente está la luminosidad que no llega.

La penumbra es el resultado o la concurrencia de las crisis que asuelan al país de tiempo atrás. Tal vez desde febrero-marzo de 2020.

Las crisis son la sanitaria y la económica acentuada por la primera.

No cede la crisis sanitaria que genera enfermedad y muerte, la cual repercute gravemente en el seno familiar, en la vida laboral y principalmente en la vida social.

La llave para salir de la penumbra y para arribar a la luminosidad de la vida cotidiana se ha considerado que es la vacuna y el proceso de vacunación. Mas las vacunas no llegan ni en la cantidad ni en el tiempo requeridos.

En diciembre, un secretario de Estado lanzó un mensaje alentador: misión cumplida, mediante el cual informaba que la compra de vacunas se había concretado y que se estaba en el umbral de la vacunación a través de un programa concebido para beneficiar, en la primera fase o etapa, a los actores de primera línea en el combate a la pandemia del Covid-19.

Agotada la primera, la aplicación de las vacunas continuaría de conformidad al rango de edades. La programación se sustentó en el hecho que estaba garantizada la llegada de vacunas en el número suficiente para inmunizar casi al toral de la población.

Los mexicanos creyentes de las acciones de adquisición y aplicación prometidas y comprometidas por el gobierno federal, quedaron en espera de la pronta vacunación en los tiempos y fases programados. Más aún porque el número de contagios y decesos no disminuía, a tal grado que se visualizaba una pandemia sin fin y se saturaban los hospitales especializados.

La compra, llegada y vacunación inició el pasado mes con buenos presagios que indicaban dejar la penumbra y el número de contagiados y fallecidos que crecían día a día.

Pero todo cambió. Las vacunas no llegaron en la cantidad y periodicidad anunciadas. Es más, se informó que el retraso duraría tres semanas. No solamente no llegó, sino que, en número tendiente a lo absoluto del personal de primera línea, sólo había recibido la primera dosis.

Las cifras de vacunas de los contratos de pre compra varían. Alrededor de 34 millones de una vacuna, de 77 millones de otra, 34 millones de otra, más una cantidad que se obtendría a través de la OMS y su programa Covax que implica la adquisición equitativa de vacunas.

De las vacunas supuestamente aseguradas, una de ellas y que fue la primera y única que ha llegado al país, además de su retraso, ahora se ha anunciado que los países de la Unión Europea no permitirán que la misma salga del país en la cual se envasa, sin que previamente se hayan cumplido los compromisos adquiridos con los estados que integran aquella.

Por otra parte, otra de las vacunas y que es la adquirida en mayor cantidad, no estará disponible hasta el mes de marzo, con la circunstancia añadida por información divulgada por el gobierno de un país, que la misma no es aplicable para los mayores de 65 años.

Otra de las vacunas pre compradas aún no se termina la fase tres. Luego no estaría disponible en el mercado, al igual que la vacuna rusa cuya aplicación no ha sido autorizada por el órgano responsable de ello.

Por tanto, habría que esperar los tiempos de la vacunación para salir de la oscuridad de la penumbra y transitar por los senderos de la luminosidad, lo cual habrá de incidir en la superación de la crisis económica que lacera al país.

Se podría decir que en los últimos tiempos la vida nacional está inserta en la penumbra, la cual no sea exclusiva de este país.

Acostumbrados a vivir entre luces y sombras, a veces más las primeras que las segundas, hoy en día se ha dado paso a la penumbra.

La penumbra está detrás con prevalencia de la oscuridad, mientras que al frente está la luminosidad que no llega.

La penumbra es el resultado o la concurrencia de las crisis que asuelan al país de tiempo atrás. Tal vez desde febrero-marzo de 2020.

Las crisis son la sanitaria y la económica acentuada por la primera.

No cede la crisis sanitaria que genera enfermedad y muerte, la cual repercute gravemente en el seno familiar, en la vida laboral y principalmente en la vida social.

La llave para salir de la penumbra y para arribar a la luminosidad de la vida cotidiana se ha considerado que es la vacuna y el proceso de vacunación. Mas las vacunas no llegan ni en la cantidad ni en el tiempo requeridos.

En diciembre, un secretario de Estado lanzó un mensaje alentador: misión cumplida, mediante el cual informaba que la compra de vacunas se había concretado y que se estaba en el umbral de la vacunación a través de un programa concebido para beneficiar, en la primera fase o etapa, a los actores de primera línea en el combate a la pandemia del Covid-19.

Agotada la primera, la aplicación de las vacunas continuaría de conformidad al rango de edades. La programación se sustentó en el hecho que estaba garantizada la llegada de vacunas en el número suficiente para inmunizar casi al toral de la población.

Los mexicanos creyentes de las acciones de adquisición y aplicación prometidas y comprometidas por el gobierno federal, quedaron en espera de la pronta vacunación en los tiempos y fases programados. Más aún porque el número de contagios y decesos no disminuía, a tal grado que se visualizaba una pandemia sin fin y se saturaban los hospitales especializados.

La compra, llegada y vacunación inició el pasado mes con buenos presagios que indicaban dejar la penumbra y el número de contagiados y fallecidos que crecían día a día.

Pero todo cambió. Las vacunas no llegaron en la cantidad y periodicidad anunciadas. Es más, se informó que el retraso duraría tres semanas. No solamente no llegó, sino que, en número tendiente a lo absoluto del personal de primera línea, sólo había recibido la primera dosis.

Las cifras de vacunas de los contratos de pre compra varían. Alrededor de 34 millones de una vacuna, de 77 millones de otra, 34 millones de otra, más una cantidad que se obtendría a través de la OMS y su programa Covax que implica la adquisición equitativa de vacunas.

De las vacunas supuestamente aseguradas, una de ellas y que fue la primera y única que ha llegado al país, además de su retraso, ahora se ha anunciado que los países de la Unión Europea no permitirán que la misma salga del país en la cual se envasa, sin que previamente se hayan cumplido los compromisos adquiridos con los estados que integran aquella.

Por otra parte, otra de las vacunas y que es la adquirida en mayor cantidad, no estará disponible hasta el mes de marzo, con la circunstancia añadida por información divulgada por el gobierno de un país, que la misma no es aplicable para los mayores de 65 años.

Otra de las vacunas pre compradas aún no se termina la fase tres. Luego no estaría disponible en el mercado, al igual que la vacuna rusa cuya aplicación no ha sido autorizada por el órgano responsable de ello.

Por tanto, habría que esperar los tiempos de la vacunación para salir de la oscuridad de la penumbra y transitar por los senderos de la luminosidad, lo cual habrá de incidir en la superación de la crisis económica que lacera al país.

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