/ martes 30 de marzo de 2021

La política es así

Proyección


Vistos los tiempos políticos las dirigencias y las postulaciones partidarias, pareciere que el pasado está presente y con miras al futuro.

El viejo partido hegemónico hasta 2018, es comparable con un galeón encallado en el tiempo, a consecuencia de un almirante bisoño y de una tripulación dormida que no pudo evitar que ello sucediera.

Tal figura la trasladamos al 2021 y constatamos que el galeón local, a imagen y semejanza del nacional, también ha quedado encallado con una tripulación y candidatos que provienen del pasado y que aspira a ir al 2022.

El dirigente estatal del partido aludido, los candidatos a diputados locales de mayoría por los distritos dos y seis, el candidato plurinominal en la segunda posición y el candidato a diputado federal por la vía de representación proporcional mediante reelección, aparecieron en las lizas político-partidarias durante el sexenio 1986-1992 como tripulantes en el galeón que parecía invencible y al cual se sumó el actual gobernador en 1992.

Los aludidos navegaron a bordo del galeón en los siguientes sexenios. Todos crecieron como marineros de altura y uno de ellos lo dirigió de 2004 a 2010. En este año, se dio el cambio de buque por parte del gobernante en turno. Dejó la fortaleza del galeón en el cual viajaba para incorporarse como oficial de un bergantín menos poderoso en su estructura pero más veloz para navegar, lo cual le permitió no sólo obtener la capitanía del mismo, sino también allegarse del poder estatal en 2016, sin importar que con un lenguaje político “chapurreado”, tuviera dificultades para entenderse con la tripulación del bergantín, la cual no comprendió el por qué entre ellos no hubo oficiales que se hicieran cargo de la nave y tuvieran que decantarse por alguien quien había tripulado en el viejo galeón enemigo que en ese año ya hacía agua como preludio del encallamiento en 2018.

El ascenso de la marinería se dio en forma significativa en los sexenios de 2004-2010 y 2010-2016, en los cuales ha marcado la pauta y el rumbo de navegación el capitán del galeón durante el primer sexenio.

En 2018 encallaron el galeón y el bergantín al carecer de capitanes de altura y marineros fogueados en los siete mares, ni tuvieron el compás para evitar que ambos encallaran, situación de la cual ahora aspiran salir con ayuda de galeotes quienes, al remar, ayuden a ambos volver a navegar a toda vela por el proceloso mar de la política.

La incorporación de los galeotes no es otra cosa más que la conformación de la alianza opositora, dentro de la cual se incorporaron remeros contratados con generosos ofrecimientos del botín político en las elecciones que vienen.

Se hacer notar que un marinero de la primera generación y quien ascendió en el tiempo, en fecha reciente cambió de nave a otra cuya eslora y manga por hoy no se conocen.

El viejo galeón encallado, con nuevos marineros, podría volver a navegar en las aguas de la política estatal y arribar a buen puerto en 2022, pues los candidatos del viejo galeón podrían vencer y ubicarse uno de ellos como el aspirante más sólido y experimentado para arribar al puerto de la esperanza política.

La armada que destruyó a las enemigas en 2018 postuló como candidatos a viejos marineros cuyas artes ya son obsoletas y no tienen el perfil de vencedores .No se descarta la incorporación como capitán del barco y luego candidato al senador por la armada en el poder, o bien de otro que viaja en primera clase del buque insignia de aquella, o bien a la alcaldesa que tiene lauros para navegar con el viento a favor para arribar al puerto del triunfo.

A ver qué decide y cómo actúa el almirante.

Proyección


Vistos los tiempos políticos las dirigencias y las postulaciones partidarias, pareciere que el pasado está presente y con miras al futuro.

El viejo partido hegemónico hasta 2018, es comparable con un galeón encallado en el tiempo, a consecuencia de un almirante bisoño y de una tripulación dormida que no pudo evitar que ello sucediera.

Tal figura la trasladamos al 2021 y constatamos que el galeón local, a imagen y semejanza del nacional, también ha quedado encallado con una tripulación y candidatos que provienen del pasado y que aspira a ir al 2022.

El dirigente estatal del partido aludido, los candidatos a diputados locales de mayoría por los distritos dos y seis, el candidato plurinominal en la segunda posición y el candidato a diputado federal por la vía de representación proporcional mediante reelección, aparecieron en las lizas político-partidarias durante el sexenio 1986-1992 como tripulantes en el galeón que parecía invencible y al cual se sumó el actual gobernador en 1992.

Los aludidos navegaron a bordo del galeón en los siguientes sexenios. Todos crecieron como marineros de altura y uno de ellos lo dirigió de 2004 a 2010. En este año, se dio el cambio de buque por parte del gobernante en turno. Dejó la fortaleza del galeón en el cual viajaba para incorporarse como oficial de un bergantín menos poderoso en su estructura pero más veloz para navegar, lo cual le permitió no sólo obtener la capitanía del mismo, sino también allegarse del poder estatal en 2016, sin importar que con un lenguaje político “chapurreado”, tuviera dificultades para entenderse con la tripulación del bergantín, la cual no comprendió el por qué entre ellos no hubo oficiales que se hicieran cargo de la nave y tuvieran que decantarse por alguien quien había tripulado en el viejo galeón enemigo que en ese año ya hacía agua como preludio del encallamiento en 2018.

El ascenso de la marinería se dio en forma significativa en los sexenios de 2004-2010 y 2010-2016, en los cuales ha marcado la pauta y el rumbo de navegación el capitán del galeón durante el primer sexenio.

En 2018 encallaron el galeón y el bergantín al carecer de capitanes de altura y marineros fogueados en los siete mares, ni tuvieron el compás para evitar que ambos encallaran, situación de la cual ahora aspiran salir con ayuda de galeotes quienes, al remar, ayuden a ambos volver a navegar a toda vela por el proceloso mar de la política.

La incorporación de los galeotes no es otra cosa más que la conformación de la alianza opositora, dentro de la cual se incorporaron remeros contratados con generosos ofrecimientos del botín político en las elecciones que vienen.

Se hacer notar que un marinero de la primera generación y quien ascendió en el tiempo, en fecha reciente cambió de nave a otra cuya eslora y manga por hoy no se conocen.

El viejo galeón encallado, con nuevos marineros, podría volver a navegar en las aguas de la política estatal y arribar a buen puerto en 2022, pues los candidatos del viejo galeón podrían vencer y ubicarse uno de ellos como el aspirante más sólido y experimentado para arribar al puerto de la esperanza política.

La armada que destruyó a las enemigas en 2018 postuló como candidatos a viejos marineros cuyas artes ya son obsoletas y no tienen el perfil de vencedores .No se descarta la incorporación como capitán del barco y luego candidato al senador por la armada en el poder, o bien de otro que viaja en primera clase del buque insignia de aquella, o bien a la alcaldesa que tiene lauros para navegar con el viento a favor para arribar al puerto del triunfo.

A ver qué decide y cómo actúa el almirante.

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