/ martes 14 de septiembre de 2021

La política es así

El año próximo se renovarán el Poder Ejecutivo y los ayuntamientos. Si persistiera la alianza opositora similar a la que operó en el presente año, el candidato a gobernador emergería del PAN y el aspirante mejor posicionado lo es el presidente municipal de Durango.

Luego él sería el candidato, pero sin garantizar que la alianza con tal candidato le ganaría al candidato de Morena y aliados.

En un contexto con aspirantes no muy sólidos, se podría llegar al acuerdo para que el candidato fuere un militante del PRI, o bien, que la alianza no se diere.

En cualquiera de las opciones, el candidato del PRI sería uno de los cuatro aspirantes que se mencionan (mujer uno de ellos). Los cuatro diputados locales en funciones y tres de ellos con amplia trayectoria legislativa, política y administrativa, pero con diferencias significativas entre ellos.

Los cuatro han sido diputados federales y locales y han sido dirigentes de partido o de organizaciones del PRI.

Tres de ellos han sido dirigentes estatales del PRI y secretarios generales del mismo. Tres de ellos han sido secretarios de estado a nivel local. Dos de ellos secretarios generales y el tercero en dos secretarías distintas. Dos de ellos han sido presidentes de la JUCOPO, y uno de ellos fue presidente de la Gran Comisión del Congreso local, delegado de una secretaría federal y después alto funcionario en la misma.

Sólo dos de ellos han sido integrantes del ayuntamiento de Durango y los cuatro, tal vez en diferente grado, estuvieron (o están) relacionados con los gobernadores del PRI (2004-2010 y 2010-2016).

Los varones se precian de tener buenas relaciones con la dirigencia nacional y con otrora altos funcionarios gubernamentales o partidistas. Uno de ellos, representa los intereses del sector obrero nacional por ser el dirigente estatal de la CTM.

Si Durango fuere una entidad en la cual el PRI tuviese que postular a una mujer, la decisión estaría dada de antemano por ser sólo una la que aspira.

Los cuatro aspirantes del PRI están ubicados para ser. La cúpula, la correlación de fuerzas y las mediciones decidirán.

Sin estar para ser, aspira a ser otra vez el candidato del PRI que perdió en 2016 y que recién terminó su gestión como diputado local. En su currículo cuenta con haber sido dirigente sectorial y presidente del PRI, diputado local de cuya posición pidió permiso para que lo sustituyera el suplente. Posteriormente fue secretario de Salud Estatal y luego presidente municipal de Durango.

Hace cinco año, en plena campaña en busca de la nominación, el delegado del PRI no se cansó de decir a quien quisiera escucharlo: Que el candidato con mayores preferencias lo era el actual gobernador, luego muy atrás colocaba a la alcaldesa de Gómez Palacio y más atrás al presidente municipal de Durango y a ambos los descalificaba, lo cual implicó una derrota anunciada para el candidato del PRI quien fue vencido por un candidato postulado por el PAN pero que tenía más ADN priista que aquél.

En una historia no contada, sólo conocida retazos y que está pendiente de escribirse, al margen de aspectos negativos del candidato, desde la cúpula nacional y local y desde el sitial del gobernador, se desprenden evidencias, que en su tiempo se conocieron, que se operó lo necesario para que perdiera el candidato del PRI y ganara el del PAN.

El entonces gobernador, el presidente estatal del PRI, el coordinador de campaña, los integrantes del cuarto de guerra, la dirigencia nacional, el delegado del PRI más dos delegados especiales tienen la respuesta del triunfo de uno y la derrota del otro quien ahora pretende regresar para ser y para vencer.

El año próximo se renovarán el Poder Ejecutivo y los ayuntamientos. Si persistiera la alianza opositora similar a la que operó en el presente año, el candidato a gobernador emergería del PAN y el aspirante mejor posicionado lo es el presidente municipal de Durango.

Luego él sería el candidato, pero sin garantizar que la alianza con tal candidato le ganaría al candidato de Morena y aliados.

En un contexto con aspirantes no muy sólidos, se podría llegar al acuerdo para que el candidato fuere un militante del PRI, o bien, que la alianza no se diere.

En cualquiera de las opciones, el candidato del PRI sería uno de los cuatro aspirantes que se mencionan (mujer uno de ellos). Los cuatro diputados locales en funciones y tres de ellos con amplia trayectoria legislativa, política y administrativa, pero con diferencias significativas entre ellos.

Los cuatro han sido diputados federales y locales y han sido dirigentes de partido o de organizaciones del PRI.

Tres de ellos han sido dirigentes estatales del PRI y secretarios generales del mismo. Tres de ellos han sido secretarios de estado a nivel local. Dos de ellos secretarios generales y el tercero en dos secretarías distintas. Dos de ellos han sido presidentes de la JUCOPO, y uno de ellos fue presidente de la Gran Comisión del Congreso local, delegado de una secretaría federal y después alto funcionario en la misma.

Sólo dos de ellos han sido integrantes del ayuntamiento de Durango y los cuatro, tal vez en diferente grado, estuvieron (o están) relacionados con los gobernadores del PRI (2004-2010 y 2010-2016).

Los varones se precian de tener buenas relaciones con la dirigencia nacional y con otrora altos funcionarios gubernamentales o partidistas. Uno de ellos, representa los intereses del sector obrero nacional por ser el dirigente estatal de la CTM.

Si Durango fuere una entidad en la cual el PRI tuviese que postular a una mujer, la decisión estaría dada de antemano por ser sólo una la que aspira.

Los cuatro aspirantes del PRI están ubicados para ser. La cúpula, la correlación de fuerzas y las mediciones decidirán.

Sin estar para ser, aspira a ser otra vez el candidato del PRI que perdió en 2016 y que recién terminó su gestión como diputado local. En su currículo cuenta con haber sido dirigente sectorial y presidente del PRI, diputado local de cuya posición pidió permiso para que lo sustituyera el suplente. Posteriormente fue secretario de Salud Estatal y luego presidente municipal de Durango.

Hace cinco año, en plena campaña en busca de la nominación, el delegado del PRI no se cansó de decir a quien quisiera escucharlo: Que el candidato con mayores preferencias lo era el actual gobernador, luego muy atrás colocaba a la alcaldesa de Gómez Palacio y más atrás al presidente municipal de Durango y a ambos los descalificaba, lo cual implicó una derrota anunciada para el candidato del PRI quien fue vencido por un candidato postulado por el PAN pero que tenía más ADN priista que aquél.

En una historia no contada, sólo conocida retazos y que está pendiente de escribirse, al margen de aspectos negativos del candidato, desde la cúpula nacional y local y desde el sitial del gobernador, se desprenden evidencias, que en su tiempo se conocieron, que se operó lo necesario para que perdiera el candidato del PRI y ganara el del PAN.

El entonces gobernador, el presidente estatal del PRI, el coordinador de campaña, los integrantes del cuarto de guerra, la dirigencia nacional, el delegado del PRI más dos delegados especiales tienen la respuesta del triunfo de uno y la derrota del otro quien ahora pretende regresar para ser y para vencer.

ÚLTIMASCOLUMNAS
martes 14 de septiembre de 2021

La política es así

¿El regreso?

Juventino Rodarte Solís

martes 07 de septiembre de 2021

La política es así

Selección natural

Juventino Rodarte Solís

martes 03 de agosto de 2021

La política es así

Relevo generacional

Juventino Rodarte Solís

martes 27 de julio de 2021

La política es así

Al arte de gobernar

Juventino Rodarte Solís

martes 20 de julio de 2021

La política es así

Meritocracia

Juventino Rodarte Solís

Cargar Más