En su libro, Jorge Torres Castillo explica que nuestro país ha tenido experiencias dolorosas cuando ha padecido gobiernos monárquicos e institucionales, pero también ha aprendido a valorar el respeto a los derechos humanos y a las instituciones.
Desde la elección presidencial de 1988 hasta las elecciones de 2018, el comportamiento de los mexicanos ha cambiado radicalmente, al pasar de un régimen hegemónico heredado de la Revolución, a un nuevo gobierno que inicia con el compromiso de cumplirle al pueblo las promesas ofrecidas en campaña.
Así, el político y columnista Jorge Torres Castillo, explica en su libro “Revolución del Sufragio”, a partir de una reflexión sobre el Leviatán, el monstruo bíblico de poder descomunal de Thomas Hobbes comparó con la existencia humana –y con cuyo nombre titula la columna en diferentes medios de comunicación-, elabora una perspectiva personal para comprender los cambios en la vocación político-electoral de los mexicanos desde su perspectiva personal, en función de los acontecimientos políticos suscitados no solo a nivel nacional, sino también en Durango, en Coahuila y en La Laguna, donde están sus raíces.
Asimismo, rememora su participación como candidato a la Presidencia Municipal de Gómez Palacio en 1989 y 1992, con un sentimiento de impotencia ante el control absoluto que ejercía el aparato de gobierno y del PRI sobre los organismos electorales, situación que ha cambiado con un organismo ciudadano que ha sido referencia en todo el mundo, como ha sido el Instituto Nacional Electoral.
Conocedor del tema político electoral, con base en su experiencia en los diferentes cargos que ha ocupado, entre los que se encuentra el haber sido diputado federal, director del Instituto 18 de Marzo de Gómez Palacio, director del Centro de Seguridad Social del IMSS en la Comarca Lagunera, secretario de Seguridad Pública en el Gobierno del Estado de Durango y funcionario del INE en la Ciudad de México, retoma con esta obra el pulso político de esta zona del norte del país.
En su libro, explica que nuestro país ha tenido experiencias dolorosas cuando ha padecido gobiernos monárquicos e institucionales, pero también ha aprendido a valorar el respeto a los derechos humanos y a las instituciones, donde vivir en la democracia ha sido un proceso de aprendizaje y una cultura que tenemos que enriquecer los mexicanos todos los días.
A lo largo de tres décadas nuestro sistema electoral se ha desarrollado desde la creación de un organismo ciudadano autónoma que permitió sentar las bases de una democracia electoral más competitiva y confiable, y en 1997 las urnas mandataron la integración de un gobierno sin mayoría en el Poder Legislativo.
Después, en el 2000, el PRI perdió las elecciones presidenciales por primera vez en la historia, en el 2006 el PAN refrendó la alternancia y en el 2012 el PRI recuperó la presidencia de la República, mientras que en los comicios locales en 2016 y 2017, se registró una competencia que generó alternancia en nueve gobiernos estatales y cientos de municipios
Con estos antecedentes surgió la revolución del sufragio del 1 de julio que cambió el rostro de la política mexicana del futuro, con el triunfo de Andrés Manuel López Obrador, que le dio mayoría en el Congreso, además de cinco gubernaturas, con lo que el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) irrumpe con fuerza en el panorama político mexicano.
De esta manera, señala que Morena apenas nació oficialmente como partido político en enero del 2014, y ahora, en las mismas elecciones que han elegido presidente a su líder Andrés Manuel López Obrador consigue sus primeras gubernaturas.
Al volver la vista al ámbito regional, en el caso de Durango, el autor hace un análisis con relación a la alternancia, que por primera vez llevó a un partido diferente al PRI obtener la gubernatura en junio de 2016 y su falta de capacidad para emprender un proceso de recuperación electoral, donde considera que la derrota se presentó a consecuencia de la soberbia desde el poder y la falta de oficio político, además de un ambiente de corrupción que afectó a la ciudadanía de la capital del estado, y en cambio, a pesar del descalabro, La Laguna ratificó su lealtad al partido tricolor.
Al referirse a Coahuila, Torres Castillo hace énfasis en los principales hechos que se presentaron dentro del proceso electoral de 2017, por lo que al referirse a los principales partidos, narra la guerra sucia al interior del PAN y la salida de actores políticos del PRI, que provocó el proceso electoral más tortuoso en la historia de esa entidad, con una incertidumbre creada por la contradicción de instancias administrativas y jurisdiccionales, lo que provocó que se judicializara y que fuera definido finalmente por la resolución del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Sobre La Laguna, una región entre los estados de Coahuila y Durango, hace una reflexión del abandono que ha enfrentado la región y plantea además una estrategia para unirla, además de temas vinculados por la trascendencia dentro de la vida política de los dos estados, con particular atención a la ciudad de Gómez Palacio, polo industrial y económico del Estado de Durango.
Como lo señala en su libro el propio Jorge Torres Castillo, coterráneo, aún falta mucho por hacer y consolidar en la vida pública del país sobre todo en democracia, educación, corrupción, impunidad, inseguridad y desigualdad, por lo que el desafío es para el gobierno y para la ciudadanía.
