/ sábado 18 de enero de 2020

La transición democrática en México: del 68 a la 4T, vista en primera persona: Los dos proyectos de nación

(34 de 40)

Luego del desafuero y mientras que las diferentes fuerzas anti AMLO celebraban con bombos y platillos su contundente victoria en el Congreso, decenas de organizaciones y personalidades de diferente tipo, nacionales e internacionales, condenaban el desafuero por haber sido un excesivo acto de fuerza de la autoridad y un evidente y preocupante retroceso en la ya de por sí incipiente transición hacia la democracia en México.



Ante tal situación, el domingo 24 de abril y con el fin de repudiar el hecho, más de un millón 200 mil personas marcharon en completo silencio, del Ángel de la Independencia al Zócalo de la Ciudad de México. Se trató de la manifestación popular, hasta esos momentos la más grande y apoteótica de todas las manifestaciones oficiales y extra oficiales que se habían realizado en la historia del país. Luego de esta demostración de fuerza y aunque ya desaforado y a punto de ser enjuiciado penalmente, después de 17 días de ausencia, AMLO decidió reasumir de hecho y de derecho sus funciones como jefe de Gobierno del Distrito Federal.

La marcha, también fue determinante para que el miércoles 27 de abril, Vicente Fox decidiera dejar sin efecto la consignación penal en contra de AMLO. Paralelamente renunció al titular de la PGR, quien había sido el encargado de llevar a cabo todo el proceso de desafuero y consignar penalmente al jefe de Gobierno. Finalmente, Fox declaró que “a nadie se le impedirá participar en las elecciones del 2006”. Otra derrota más para el grupo anti AMLO y por eso ahora tendrían que ver su nombre en las boletas electorales junto a otros cuatro contendientes.

Si bien es cierto que durante la contienda electoral del 2006 fueron cinco las candidaturas formalmente registradas que buscaron la Presidencia de la República, lo es también que esta contienda fue fundamentalmente protagonizada por los representantes de las dos grandes fuerzas históricamente antagónicas, que no solamente han buscado el poder por el poder mismo, sino para imponer su respectivo proyecto de nación.

Y aunque el primero de estos dos proyectos era reivindicado prácticamente por cuatro de los cinco candidatos (Roberto Madrazo Pintado del PRI, Roberto Campa Cifrián del Partido Nueva Alianza –PANAL-, Felipe Calderón Hinojosa del PAN y Patricia Mercado del Partido Alternativa Socialdemócrata y Campesina -PASC-), las fuerzas anti AMLO finalmente optaron por darle todo su apoyo al panista para que fuese éste quien se enfrentara al candidato de las izquierdas y no por Roberto Madrazo, quien desde un principio aparecía como un contendiente políticamente débil y muy vulnerable dada la serie de enfrentamientos que en los últimos meses había tenido en el seno de su propio partido, entre otros, con Arturo Montiel, exgobernador del Estado de México y con Elba Esther Gordillo, lideresa del SNTE.

A diferencia de Vicente Fox que era un neopanista o advenedizo, en el caso de Felipe Calderón fue todo lo contrario. Se trataba de un político que nació y creció dentro del PAN, dado que era hijo de Luis Calderón Vega (1911-1989) quien además de fundador de ese partido también fungió como el historiador oficial del mismo.

Felipe Calderón, era -o más bien lo sigue siendo- un abogado egresado de la Escuela Libre de Derecho, institución de educación superior privada, fundada en el año de 1912 por las fuerzas anti maderistas de la derecha de esa época. En esta escuela, Calderón Hinojosa se inscribió tras un frustrado intento de cursar dicha carrera en la Facultad de Derecho de la UNAM, por no haber aprobado el respectivo examen de admisión. Tal vez esta sea una de las principales razones de la acentuada animadversión de este personaje hacia la Máxima Casa de Estudios de la nación, tal y como quedó ampliamente demostrado durante el mes de diciembre de 2006, cuando con el apoyo de los diputados panistas, en el proyecto de presupuesto que la UNAM ejercería durante el 2007, mismo que debería de aprobarse en la Cámara de Diputados, quien ya era Presidente de la República en funciones, propuso quitarle una parte muy considerable de su ya de por sí raquítico presupuesto. Sin embargo, gracias a que los diputados de los demás partidos se opusieron a ello, la propuesta presidencial no prosperó.

Antes de ser declarado el candidato oficial de su partido y de las demás fuerzas políticas y empresariales de la derecha, en el PAN se efectuaron elecciones primarias en donde Felipe Calderón se enfrentó a Santiago Creel, el candidato promovido por Vicente Fox, y a quien finalmente derrotó, luego de tres rondas de votación en las que el ganador acumuló el 51.56% de los sufragios de los panistas.

Por su parte el proyecto anti neoliberal, tal y como ya se dijo en la entrega anterior, era encabezado por AMLO, un luchador social originario del municipio de Macuspana, Tabasco, quien inició su militancia política en las filas del PRI, partido del que incluso fue dirigente en su estado y del que finalmente se separó en 1988 para sumarse y ser el candidato a la gubernatura de la misma entidad por parte del Frente Democrático Nacional (FDN) liderado por Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo. En mayo de 1989, AMLO participó en la fundación del PRD, partido al que también dirigió aunque éste a nivel nacional.

AMLO es un licenciado en Ciencia Política y Administración Pública, egresado de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, una de las facultades tradicionalmente más activas y críticas de esta casa de estudios y en la que estuvo inscrito a principios de los años setenta, precisamente en una de las etapas de mayor efervescencia política estudiantil de izquierda, puesto que aún estaban muy cercanos los movimientos estudiantiles de 1968 y 1971 y además el sindicalismo universitario también comenzaba a movilizarse.

El día 18 de enero del 2006 se iniciaron formalmente las campañas electorales. Para ese momento y según las encuestadoras Mitostky y Covarrubias, AMLO aparecía con una ventaja de 8 y 12 puntos sobre sus adversarios del PAN y el PRI, respectivamente. Una vez más, se demostraba que todas las acciones que las fuerzas anti AMLO habían venido implementando desde el año 2003 para bajarlo de las preferencias electorales, no habían tenido los resultados esperados.

Pero no tranquilo con esa situación y como si fuese uno más de los candidatos, un día después el Presidente Vicente Fox, también inició una irresponsable y costosa campaña política otra vez en contra de AMLO, convirtiéndose de esta manera en uno de los principales responsables del cada vez más deteriorado tejido social del momento.

Vicente Fox ya no era aquel creativo y carismático candidato que prometía acabar con la víboras prietas y tepocatas y quien durante la contienda electoral del año 2000 reiteradamente le exigió al Presidente Ernesto Zedillo, que se mantuviera totalmente imparcial y que no metiera las manos en el proceso electoral. Solicitud que finalmente fue atendida en tiempo.

Ahora, demasiado distante de aquellos tiempos y de la actitud de aquel otro Presidente, Vicente Fox Quesada hizo todo lo contrario y se propuso a manipular, coaccionar, comprar y condicionar los votos de los sectores populares socialmente más necesitados para apoyar a los candidatos de su partido a través de la instrumentación de los diversos programas sociales de gobierno como en ese momento lo eran, entre algunos otros: Oportunidades, el Procampo, el Seguro Popular, la ayuda a los adultos de la tercera edad, etcétera. Encaminado a lograr su objetivo, en un lapso de cuatro meses, esto es, entre el 19 de enero y el 19 de mayo del 2006, Vicente Fox difundió un total de 456 mil 375 spots en radio y televisión, mismos que tuvieron un costo de 1,709 millones 988 mil 736 pesos.

El objetivo no era sólo acabar con AMLO, una enfermiza obsesión que mantiene hasta la fecha, sino que también ensalzar su imagen como Presidente de la República, así como destacar la obra de su gobierno, para que los televidentes y radioescuchas llegaran a la conclusión de que lo que más conveniente era la continuidad del mismo partido en el poder y por ello la persona más idónea sería precisamente Felipe Calderón Hinojosa. O para decirlo en otras palabras, lo más conveniente sería seguir montados en el mismo caballo (léase el mismo modelo económico) y sólo se cambiar de jinete (léase de Presidente de la República).

El comportamiento de Vicente Fox Quesada fue un grotesco y cínico despilfarro de recursos financieros que corrió a cuenta del erario público pero que sin duda alguna, le dejó significativos beneficios políticos y electorales, tanto a su gobierno como a los candidatos de su partido a los diferentes cargos de elección popular que se estaban disputaban con los demás partidos políticos.

Con ese comportamiento Vicente Fox no sólo faltó a su palabra de que cuando el fuese Presidente todo iba a cambiar, sino que también perjudicó a los candidatos presidenciales opositores, al tiempo que puso en evidencia la legitimidad, la imparcialidad y credibilidad de las instituciones de la República, comenzando por la propia institución presidencial por él representada.


*Profesor e investigador de carrera en la UNAM. Email: elpozoleunam@hotmail.com


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Luego del desafuero y mientras que las diferentes fuerzas anti AMLO celebraban con bombos y platillos su contundente victoria en el Congreso, decenas de organizaciones y personalidades de diferente tipo, nacionales e internacionales, condenaban el desafuero por haber sido un excesivo acto de fuerza de la autoridad y un evidente y preocupante retroceso en la ya de por sí incipiente transición hacia la democracia en México.



Ante tal situación, el domingo 24 de abril y con el fin de repudiar el hecho, más de un millón 200 mil personas marcharon en completo silencio, del Ángel de la Independencia al Zócalo de la Ciudad de México. Se trató de la manifestación popular, hasta esos momentos la más grande y apoteótica de todas las manifestaciones oficiales y extra oficiales que se habían realizado en la historia del país. Luego de esta demostración de fuerza y aunque ya desaforado y a punto de ser enjuiciado penalmente, después de 17 días de ausencia, AMLO decidió reasumir de hecho y de derecho sus funciones como jefe de Gobierno del Distrito Federal.

La marcha, también fue determinante para que el miércoles 27 de abril, Vicente Fox decidiera dejar sin efecto la consignación penal en contra de AMLO. Paralelamente renunció al titular de la PGR, quien había sido el encargado de llevar a cabo todo el proceso de desafuero y consignar penalmente al jefe de Gobierno. Finalmente, Fox declaró que “a nadie se le impedirá participar en las elecciones del 2006”. Otra derrota más para el grupo anti AMLO y por eso ahora tendrían que ver su nombre en las boletas electorales junto a otros cuatro contendientes.

Si bien es cierto que durante la contienda electoral del 2006 fueron cinco las candidaturas formalmente registradas que buscaron la Presidencia de la República, lo es también que esta contienda fue fundamentalmente protagonizada por los representantes de las dos grandes fuerzas históricamente antagónicas, que no solamente han buscado el poder por el poder mismo, sino para imponer su respectivo proyecto de nación.

Y aunque el primero de estos dos proyectos era reivindicado prácticamente por cuatro de los cinco candidatos (Roberto Madrazo Pintado del PRI, Roberto Campa Cifrián del Partido Nueva Alianza –PANAL-, Felipe Calderón Hinojosa del PAN y Patricia Mercado del Partido Alternativa Socialdemócrata y Campesina -PASC-), las fuerzas anti AMLO finalmente optaron por darle todo su apoyo al panista para que fuese éste quien se enfrentara al candidato de las izquierdas y no por Roberto Madrazo, quien desde un principio aparecía como un contendiente políticamente débil y muy vulnerable dada la serie de enfrentamientos que en los últimos meses había tenido en el seno de su propio partido, entre otros, con Arturo Montiel, exgobernador del Estado de México y con Elba Esther Gordillo, lideresa del SNTE.

A diferencia de Vicente Fox que era un neopanista o advenedizo, en el caso de Felipe Calderón fue todo lo contrario. Se trataba de un político que nació y creció dentro del PAN, dado que era hijo de Luis Calderón Vega (1911-1989) quien además de fundador de ese partido también fungió como el historiador oficial del mismo.

Felipe Calderón, era -o más bien lo sigue siendo- un abogado egresado de la Escuela Libre de Derecho, institución de educación superior privada, fundada en el año de 1912 por las fuerzas anti maderistas de la derecha de esa época. En esta escuela, Calderón Hinojosa se inscribió tras un frustrado intento de cursar dicha carrera en la Facultad de Derecho de la UNAM, por no haber aprobado el respectivo examen de admisión. Tal vez esta sea una de las principales razones de la acentuada animadversión de este personaje hacia la Máxima Casa de Estudios de la nación, tal y como quedó ampliamente demostrado durante el mes de diciembre de 2006, cuando con el apoyo de los diputados panistas, en el proyecto de presupuesto que la UNAM ejercería durante el 2007, mismo que debería de aprobarse en la Cámara de Diputados, quien ya era Presidente de la República en funciones, propuso quitarle una parte muy considerable de su ya de por sí raquítico presupuesto. Sin embargo, gracias a que los diputados de los demás partidos se opusieron a ello, la propuesta presidencial no prosperó.

Antes de ser declarado el candidato oficial de su partido y de las demás fuerzas políticas y empresariales de la derecha, en el PAN se efectuaron elecciones primarias en donde Felipe Calderón se enfrentó a Santiago Creel, el candidato promovido por Vicente Fox, y a quien finalmente derrotó, luego de tres rondas de votación en las que el ganador acumuló el 51.56% de los sufragios de los panistas.

Por su parte el proyecto anti neoliberal, tal y como ya se dijo en la entrega anterior, era encabezado por AMLO, un luchador social originario del municipio de Macuspana, Tabasco, quien inició su militancia política en las filas del PRI, partido del que incluso fue dirigente en su estado y del que finalmente se separó en 1988 para sumarse y ser el candidato a la gubernatura de la misma entidad por parte del Frente Democrático Nacional (FDN) liderado por Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo. En mayo de 1989, AMLO participó en la fundación del PRD, partido al que también dirigió aunque éste a nivel nacional.

AMLO es un licenciado en Ciencia Política y Administración Pública, egresado de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, una de las facultades tradicionalmente más activas y críticas de esta casa de estudios y en la que estuvo inscrito a principios de los años setenta, precisamente en una de las etapas de mayor efervescencia política estudiantil de izquierda, puesto que aún estaban muy cercanos los movimientos estudiantiles de 1968 y 1971 y además el sindicalismo universitario también comenzaba a movilizarse.

El día 18 de enero del 2006 se iniciaron formalmente las campañas electorales. Para ese momento y según las encuestadoras Mitostky y Covarrubias, AMLO aparecía con una ventaja de 8 y 12 puntos sobre sus adversarios del PAN y el PRI, respectivamente. Una vez más, se demostraba que todas las acciones que las fuerzas anti AMLO habían venido implementando desde el año 2003 para bajarlo de las preferencias electorales, no habían tenido los resultados esperados.

Pero no tranquilo con esa situación y como si fuese uno más de los candidatos, un día después el Presidente Vicente Fox, también inició una irresponsable y costosa campaña política otra vez en contra de AMLO, convirtiéndose de esta manera en uno de los principales responsables del cada vez más deteriorado tejido social del momento.

Vicente Fox ya no era aquel creativo y carismático candidato que prometía acabar con la víboras prietas y tepocatas y quien durante la contienda electoral del año 2000 reiteradamente le exigió al Presidente Ernesto Zedillo, que se mantuviera totalmente imparcial y que no metiera las manos en el proceso electoral. Solicitud que finalmente fue atendida en tiempo.

Ahora, demasiado distante de aquellos tiempos y de la actitud de aquel otro Presidente, Vicente Fox Quesada hizo todo lo contrario y se propuso a manipular, coaccionar, comprar y condicionar los votos de los sectores populares socialmente más necesitados para apoyar a los candidatos de su partido a través de la instrumentación de los diversos programas sociales de gobierno como en ese momento lo eran, entre algunos otros: Oportunidades, el Procampo, el Seguro Popular, la ayuda a los adultos de la tercera edad, etcétera. Encaminado a lograr su objetivo, en un lapso de cuatro meses, esto es, entre el 19 de enero y el 19 de mayo del 2006, Vicente Fox difundió un total de 456 mil 375 spots en radio y televisión, mismos que tuvieron un costo de 1,709 millones 988 mil 736 pesos.

El objetivo no era sólo acabar con AMLO, una enfermiza obsesión que mantiene hasta la fecha, sino que también ensalzar su imagen como Presidente de la República, así como destacar la obra de su gobierno, para que los televidentes y radioescuchas llegaran a la conclusión de que lo que más conveniente era la continuidad del mismo partido en el poder y por ello la persona más idónea sería precisamente Felipe Calderón Hinojosa. O para decirlo en otras palabras, lo más conveniente sería seguir montados en el mismo caballo (léase el mismo modelo económico) y sólo se cambiar de jinete (léase de Presidente de la República).

El comportamiento de Vicente Fox Quesada fue un grotesco y cínico despilfarro de recursos financieros que corrió a cuenta del erario público pero que sin duda alguna, le dejó significativos beneficios políticos y electorales, tanto a su gobierno como a los candidatos de su partido a los diferentes cargos de elección popular que se estaban disputaban con los demás partidos políticos.

Con ese comportamiento Vicente Fox no sólo faltó a su palabra de que cuando el fuese Presidente todo iba a cambiar, sino que también perjudicó a los candidatos presidenciales opositores, al tiempo que puso en evidencia la legitimidad, la imparcialidad y credibilidad de las instituciones de la República, comenzando por la propia institución presidencial por él representada.


*Profesor e investigador de carrera en la UNAM. Email: elpozoleunam@hotmail.com


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