/ domingo 1 de septiembre de 2019

Las exigencias promiscuas no dan tregua a la SEED

Por la insistencia y la agresividad de las diferentes organizaciones que a diario atosigan a la Secretaría de Educación del Estado, por lo que he procedido a ser específico en cuanto a la promiscuidad de exigencias de las que han hecho víctima a la institución, la cual ante ese fenómeno de atropello multifactorial no tiene otra alternativa de defensa, que no sea la de acceder forzadamente a ser tomada por unos y por otros, para que afloje las gracias por las que sus agresores aprietan.

Apenas inició el año escolar y pareciera que campea la maldición del comienzo difícil y he ahí la sentencia para que los males no den tregua a la dependencia educativa, la que por principio de cuentas, no han de ser tan buenas las que en este proceso de cobertura tiene la obligación de rendir, aunque sea por debajo de las burdas incidencias de Aguilera, la CNTE, Antorcha y de pilón los CADI, que de momento es el problema más complicado y que sin tomarla han generado a las autoridades el peor dolor de cabeza.

Desde luego que hay que reconocer que las autoridades en turno, no tienen nada que ver en toda esta cultura de promiscuidad que les heredaron y que hay que enfrentar, aunque sean imperdonables sus acciones, que no tienen otra razón que no sea la de exigir recursos económicos para sus convivencias y plazas para subastarlas al mejor postor.

Es un hecho, que en el Estado de Durango, la Secretaría de Educación es la bolsa de trabajo más grande y bien pagada. De ahí que todo mundo aspire a tener una plaza. A tal grado que la idea se convierte en una obsesión y que no para hasta obtenerla por la buena o por la mala y es ahí donde los líderes venales descubrieron su gran beta de oro, que le dio seguridad a toda su parentela y a su liderazgo, que pese a la personalidad mal fajada y mal forjada que reflejan, sus cuentas son respetables y multimillonarias.

Así que para que la SEED tuviera una tregua de tranquilidad y sus titulares pudieran cumplir realmente con el asunto toral de la educación, la dependencia tendría que tener en su haber financiero, por lo mínimo, disponible diariamente un millón de pesos, para satisfacer solamente los antojos de los pedigüeños. De forma similar un promedio de 30 plazas para satisfacer las necesidades que a diario crean en sus escuelas: incapacidades, jubilaciones, comisiones, becas, en fin qué sé yo.

Desafortunadamente esa creatividad le cuesta muchísimo al presupuesto y nunca le van a dar abasto. Pero ese no era el problema, porque en las administraciones pasadas dichos despilfarros no iban a fondo perdido, porque la mayoría de los líderes le entraban al esquema clientelar que los gobiernos necesitaban en tiempos electorales. De ahí que dichas inversiones se pagaban con votos o en su defecto con traiciones a las bases.

Existe otra modalidad de operar y es aquella que contratan entre los mismos funcionarios para golpear a otros y en este rubro existen grupos de la disidencia magisterial que son muy efectivos para dicha encomienda. De ahí que ningún grupo opere a la deriva, ni su fuerza se mueva gratuitamente. Actúan bajo un plan preconcebido, donde mercenariamente lucran al exhibir a las víctimas a las que por consigna hay que desprestigiar o en su defecto sacrificar, bajo los estertores de la libertad de expresión y manifestación y que bajo el señuelo de la justicia, aparecieron repentinamente por la calle Coronado haciendo de la suyas.

Se escudan y se justifican que sus movimientos benefician a todo el magisterio. Esa es la bandera que enarbolan, pero la enrollan o la tiran cuando el titiritero que los financia se da por bien servido en el objetivo que lograron, sin preocuparles jamás que el olor ovejuno al que le apuestan, cobra bastante caro y de no pagarle en tiempo y forma, las instituciones le quedan chicas, para montar el redil donde sus ovejas resisten y demuestran para que están entrenadas.

Sin perder de vista que aquí en Durango existen dos corrientes de la CNTE, la que acuerda con el gobernador y la que lo golpea. Las dos jugadas aunque diferentes en la metodología, concluyen en lo mismo: Plazas para vender y dinero para invertir en sus paseos o negocios. Desde luego y aunque así parezca, nunca el patrón trata por igual a los iguales, sino en función de la astucia que posee cada cual.

Otro problema que no es ajeno a las prácticas farfulleras de la CNTE, son los CADI, asunto que hasta el día 30 de agosto aún no se resolvía, dado el mensaje de la marcha, donde a sus consignas de pago se sumó la destitución del secretario general de Gobierno, quizás porque les pegó en la pieza más importante de su proyecto educativo.

En lo personal me había propuesto no volver a tocar este asunto, pero viendo en la televisión la actitud retadora y furibunda de uno de los directamente beneficiados, donde descalificó las opiniones en contra. Posición que no comparto, porque por mucha razón que les asista, deben reconocer que el Sistema de los CADIS, y las cualidades que le endilgan sus beneficiarios, es un sistema elitista y por lo tanto lo aprovechan unos cuantos y al final, bajo las condiciones que les paguen, su altísimo costo lo absorbemos todos los contribuyentes.

En este asunto hay cosas que a la opinión pública no le han quedado claras, respecto a que el recurso que resuelve el problema ya se encuentra depositado, pero no se puede tocar, por la incidencia de las reglas de operación y mi pregunta es: ¿Hay problema en su aplicación? Porque la parte afectada insiste que se les pague como antes, lo que indica que dicho recurso trae algunos candados, que tal vez ninguna de las dos partes pueda romper, lo que pueda seguir prolongando la traba de dicho conflicto y a la fecha de aparecer este artículo aún siga sin resolverse.

Lo que sí está claro, es que de dicho problema ya se hizo todo un círculo vicioso, donde la parte afectada declara una cosa y otra muy diferente el gobierno. Y lo generoso de esa discusión, es que parece que ninguna de las dos partes está dispuesta a ceder ni un ápice en su posición.

Lo que nos hace pensar que debe haber algo muy grueso de fondo, donde algún interés no está dispuesto a perder lo que en este tipo de movimientos ganaba. Lo importante es que la intuición ciudadana es bastante amplia y sabe que las reglas de operación amenazan la caída de cosas poco recomendables para la estructura legal de los cadis.

También hay que reconocer que, pese a los riesgos que corren los alumnos en la estrategia de su movimiento, los padres los apoyan incondicionalmente, porque sus hijos gozan de una educación de alto costo que no pagan, pero exigen que el pueblo lo haga y que no se atreva a opinar más allá, porque eso pone de mal humor a sus directivos.


Por la insistencia y la agresividad de las diferentes organizaciones que a diario atosigan a la Secretaría de Educación del Estado, por lo que he procedido a ser específico en cuanto a la promiscuidad de exigencias de las que han hecho víctima a la institución, la cual ante ese fenómeno de atropello multifactorial no tiene otra alternativa de defensa, que no sea la de acceder forzadamente a ser tomada por unos y por otros, para que afloje las gracias por las que sus agresores aprietan.

Apenas inició el año escolar y pareciera que campea la maldición del comienzo difícil y he ahí la sentencia para que los males no den tregua a la dependencia educativa, la que por principio de cuentas, no han de ser tan buenas las que en este proceso de cobertura tiene la obligación de rendir, aunque sea por debajo de las burdas incidencias de Aguilera, la CNTE, Antorcha y de pilón los CADI, que de momento es el problema más complicado y que sin tomarla han generado a las autoridades el peor dolor de cabeza.

Desde luego que hay que reconocer que las autoridades en turno, no tienen nada que ver en toda esta cultura de promiscuidad que les heredaron y que hay que enfrentar, aunque sean imperdonables sus acciones, que no tienen otra razón que no sea la de exigir recursos económicos para sus convivencias y plazas para subastarlas al mejor postor.

Es un hecho, que en el Estado de Durango, la Secretaría de Educación es la bolsa de trabajo más grande y bien pagada. De ahí que todo mundo aspire a tener una plaza. A tal grado que la idea se convierte en una obsesión y que no para hasta obtenerla por la buena o por la mala y es ahí donde los líderes venales descubrieron su gran beta de oro, que le dio seguridad a toda su parentela y a su liderazgo, que pese a la personalidad mal fajada y mal forjada que reflejan, sus cuentas son respetables y multimillonarias.

Así que para que la SEED tuviera una tregua de tranquilidad y sus titulares pudieran cumplir realmente con el asunto toral de la educación, la dependencia tendría que tener en su haber financiero, por lo mínimo, disponible diariamente un millón de pesos, para satisfacer solamente los antojos de los pedigüeños. De forma similar un promedio de 30 plazas para satisfacer las necesidades que a diario crean en sus escuelas: incapacidades, jubilaciones, comisiones, becas, en fin qué sé yo.

Desafortunadamente esa creatividad le cuesta muchísimo al presupuesto y nunca le van a dar abasto. Pero ese no era el problema, porque en las administraciones pasadas dichos despilfarros no iban a fondo perdido, porque la mayoría de los líderes le entraban al esquema clientelar que los gobiernos necesitaban en tiempos electorales. De ahí que dichas inversiones se pagaban con votos o en su defecto con traiciones a las bases.

Existe otra modalidad de operar y es aquella que contratan entre los mismos funcionarios para golpear a otros y en este rubro existen grupos de la disidencia magisterial que son muy efectivos para dicha encomienda. De ahí que ningún grupo opere a la deriva, ni su fuerza se mueva gratuitamente. Actúan bajo un plan preconcebido, donde mercenariamente lucran al exhibir a las víctimas a las que por consigna hay que desprestigiar o en su defecto sacrificar, bajo los estertores de la libertad de expresión y manifestación y que bajo el señuelo de la justicia, aparecieron repentinamente por la calle Coronado haciendo de la suyas.

Se escudan y se justifican que sus movimientos benefician a todo el magisterio. Esa es la bandera que enarbolan, pero la enrollan o la tiran cuando el titiritero que los financia se da por bien servido en el objetivo que lograron, sin preocuparles jamás que el olor ovejuno al que le apuestan, cobra bastante caro y de no pagarle en tiempo y forma, las instituciones le quedan chicas, para montar el redil donde sus ovejas resisten y demuestran para que están entrenadas.

Sin perder de vista que aquí en Durango existen dos corrientes de la CNTE, la que acuerda con el gobernador y la que lo golpea. Las dos jugadas aunque diferentes en la metodología, concluyen en lo mismo: Plazas para vender y dinero para invertir en sus paseos o negocios. Desde luego y aunque así parezca, nunca el patrón trata por igual a los iguales, sino en función de la astucia que posee cada cual.

Otro problema que no es ajeno a las prácticas farfulleras de la CNTE, son los CADI, asunto que hasta el día 30 de agosto aún no se resolvía, dado el mensaje de la marcha, donde a sus consignas de pago se sumó la destitución del secretario general de Gobierno, quizás porque les pegó en la pieza más importante de su proyecto educativo.

En lo personal me había propuesto no volver a tocar este asunto, pero viendo en la televisión la actitud retadora y furibunda de uno de los directamente beneficiados, donde descalificó las opiniones en contra. Posición que no comparto, porque por mucha razón que les asista, deben reconocer que el Sistema de los CADIS, y las cualidades que le endilgan sus beneficiarios, es un sistema elitista y por lo tanto lo aprovechan unos cuantos y al final, bajo las condiciones que les paguen, su altísimo costo lo absorbemos todos los contribuyentes.

En este asunto hay cosas que a la opinión pública no le han quedado claras, respecto a que el recurso que resuelve el problema ya se encuentra depositado, pero no se puede tocar, por la incidencia de las reglas de operación y mi pregunta es: ¿Hay problema en su aplicación? Porque la parte afectada insiste que se les pague como antes, lo que indica que dicho recurso trae algunos candados, que tal vez ninguna de las dos partes pueda romper, lo que pueda seguir prolongando la traba de dicho conflicto y a la fecha de aparecer este artículo aún siga sin resolverse.

Lo que sí está claro, es que de dicho problema ya se hizo todo un círculo vicioso, donde la parte afectada declara una cosa y otra muy diferente el gobierno. Y lo generoso de esa discusión, es que parece que ninguna de las dos partes está dispuesta a ceder ni un ápice en su posición.

Lo que nos hace pensar que debe haber algo muy grueso de fondo, donde algún interés no está dispuesto a perder lo que en este tipo de movimientos ganaba. Lo importante es que la intuición ciudadana es bastante amplia y sabe que las reglas de operación amenazan la caída de cosas poco recomendables para la estructura legal de los cadis.

También hay que reconocer que, pese a los riesgos que corren los alumnos en la estrategia de su movimiento, los padres los apoyan incondicionalmente, porque sus hijos gozan de una educación de alto costo que no pagan, pero exigen que el pueblo lo haga y que no se atreva a opinar más allá, porque eso pone de mal humor a sus directivos.