/ domingo 6 de septiembre de 2020

Las revelaciones de Emilio Lozoya y su repercusión en los partidos

La consigna de que ni un voto para el PRI y ni un voto para el PAN es correcta, ya que esos partidos han sido responsables de la penosa situación del país, el PRI durante décadas y el PAN en los dos sexenios que le tocaron. Y como en los temas electorales los delitos no prescriben, se habla de que tanto el PRI como el PVEM podrían perder su registro.

Pero lo que más ha llamado la atención es la posibilidad de que los expresidentes puedan ser citados a declarar y por primera vez lleguen a ser encarcelados. La decisión de Lozoya de que lo declararan como testigo protegido cambió todo el panorama y su juicio apenas está empezando.

Lo nuevo no es la corrupción que todo mundo sabe que existe, sino que alguien la describa y señale detalles concretos, y ahí entra el gasto excesivo de los partidos, y en este caso, el PRI y el PVEM podrían desaparecer de la competencia.

Por supuesto que tomará mucho tiempo ver hasta donde llegará Emilio Lozoya y las consecuencias de sus actos y de los que está señalando, entre otros a legisladores panistas que votaron las reformas de Peña Nieto a cambio de dinero, y los casos mayores de corrupción que están por conocerse.

Mientras tanto Andrés Manuel López Obrador llegó a su segundo informe con una alta aceptación de los mexicanos a su gobierno, que ha tenido que desarrollarse en condiciones muy difíciles, por la pandemia que nadie esperaba y una crisis económica mundial que nadie hubiera querido que se presentara.

No se puede decir que ninguno de los partidos en México se encuentre en buenas condiciones, y está pendiente si nuevas organizaciones entrarán a competir en las elecciones de mitad de sexenio. El PRI y el PVEM seguirán trabajando sin pensar que les pudiera llegar la pérdida de su registro, y sigue en pie lo que hemos comentado de que Durango es un estado especialmente favorable para el PRI, porque le favorece el exceso de partidos en la competencia.

Aunque ese exceso le favorece a todos, incluso le caería bien a los nuevos y los posibles candidatos independientes que pudieran competir, como Hugo Rosales Badillo, y por cierto falta por conocer el resultado de la encuesta de Redes Sociales Progresistas en el IV distrito, con Hugo, Carlos Matutino y Sandra Amaya y Gaby Hernández como posibles candidatos.

Y de las alianzas que puede haber, como PAN/PRD de nuevo, PRI/PVEM y Movimiento Ciudadano como reserva de Enríquez, la decisiva será la posible alianza que tendría que ser en las elecciones del 2021, pero también para la gubernatura, entre MORENA y el PT. Tema el de la gubernatura que seguramente tanto Gonzalo como Enríquez saben que se decidirá en la ciudad de México.

Para los que les sorprenda el aspecto del posible retiro de los registros nacionales del PRI y el PVEM, les comento que salió en la portada de la revista “Proceso” de hace dos semanas. Lo que pasa es que hay demasiados temas semana a semana y es imposible seguirlos todos.

Y es interesante como se parecieron los informes del gobernador José Rosas Aispuro Torres y el del presidente AMLO, en qué todo va muy bien en Durango y en el país.

Pero la última palabra la tendrán los resultados electorales en todo el país en el 2021, no nada más en Durango. Y el 2022 queda muy lejos e impredecible, esperando desde luego que la pandemia haya quedado atrás.

El PRI y el PVEM seguirán trabajando sin pensar que les pudiera llegar la pérdida de su registro, y sigue en pie lo que hemos comentado de que Durango es un estado especialmente favorable para el PRI, porque le favorece el exceso de partidos en la competencia.

La consigna de que ni un voto para el PRI y ni un voto para el PAN es correcta, ya que esos partidos han sido responsables de la penosa situación del país, el PRI durante décadas y el PAN en los dos sexenios que le tocaron. Y como en los temas electorales los delitos no prescriben, se habla de que tanto el PRI como el PVEM podrían perder su registro.

Pero lo que más ha llamado la atención es la posibilidad de que los expresidentes puedan ser citados a declarar y por primera vez lleguen a ser encarcelados. La decisión de Lozoya de que lo declararan como testigo protegido cambió todo el panorama y su juicio apenas está empezando.

Lo nuevo no es la corrupción que todo mundo sabe que existe, sino que alguien la describa y señale detalles concretos, y ahí entra el gasto excesivo de los partidos, y en este caso, el PRI y el PVEM podrían desaparecer de la competencia.

Por supuesto que tomará mucho tiempo ver hasta donde llegará Emilio Lozoya y las consecuencias de sus actos y de los que está señalando, entre otros a legisladores panistas que votaron las reformas de Peña Nieto a cambio de dinero, y los casos mayores de corrupción que están por conocerse.

Mientras tanto Andrés Manuel López Obrador llegó a su segundo informe con una alta aceptación de los mexicanos a su gobierno, que ha tenido que desarrollarse en condiciones muy difíciles, por la pandemia que nadie esperaba y una crisis económica mundial que nadie hubiera querido que se presentara.

No se puede decir que ninguno de los partidos en México se encuentre en buenas condiciones, y está pendiente si nuevas organizaciones entrarán a competir en las elecciones de mitad de sexenio. El PRI y el PVEM seguirán trabajando sin pensar que les pudiera llegar la pérdida de su registro, y sigue en pie lo que hemos comentado de que Durango es un estado especialmente favorable para el PRI, porque le favorece el exceso de partidos en la competencia.

Aunque ese exceso le favorece a todos, incluso le caería bien a los nuevos y los posibles candidatos independientes que pudieran competir, como Hugo Rosales Badillo, y por cierto falta por conocer el resultado de la encuesta de Redes Sociales Progresistas en el IV distrito, con Hugo, Carlos Matutino y Sandra Amaya y Gaby Hernández como posibles candidatos.

Y de las alianzas que puede haber, como PAN/PRD de nuevo, PRI/PVEM y Movimiento Ciudadano como reserva de Enríquez, la decisiva será la posible alianza que tendría que ser en las elecciones del 2021, pero también para la gubernatura, entre MORENA y el PT. Tema el de la gubernatura que seguramente tanto Gonzalo como Enríquez saben que se decidirá en la ciudad de México.

Para los que les sorprenda el aspecto del posible retiro de los registros nacionales del PRI y el PVEM, les comento que salió en la portada de la revista “Proceso” de hace dos semanas. Lo que pasa es que hay demasiados temas semana a semana y es imposible seguirlos todos.

Y es interesante como se parecieron los informes del gobernador José Rosas Aispuro Torres y el del presidente AMLO, en qué todo va muy bien en Durango y en el país.

Pero la última palabra la tendrán los resultados electorales en todo el país en el 2021, no nada más en Durango. Y el 2022 queda muy lejos e impredecible, esperando desde luego que la pandemia haya quedado atrás.

El PRI y el PVEM seguirán trabajando sin pensar que les pudiera llegar la pérdida de su registro, y sigue en pie lo que hemos comentado de que Durango es un estado especialmente favorable para el PRI, porque le favorece el exceso de partidos en la competencia.