/ viernes 15 de octubre de 2021

Los aspirantes y sus mensajes con fotografía

La clase política local ha puesto de moda, como si fuera un concurso de fotografía, enviar mensajes a sus adversarios y a sus partidos políticos. Primero, Andrés Manuel López Obrador mencionó a sus posibles sucesores y todos los demás siguieron su ejemplo.

Tiempo después, en cuanto AMLO levantó la mano a Claudia Sheinbaum, la foto se hizo famosa. Levantó mil especulaciones, y los “divos” de la prensa nacional afirmaron en sus columnas: No hay duda, ella será la sucesora.

El presidente se ha convertido en un experto al marcar la agenda de los medios y, por si fuera poco, maneja la agenda política del país. Si Adolfo Ruiz Cortines ahorcaba la mula de seises, Andrés Manuel ahorca a todas las mulas de las fichas del dominó.

Y otra vez, Esteban Villegas Villareal como Mónico de Luna, fue el que la mecha encendió, con la fotografía junto a Manuel Velasco, con dedicatoria al PRI: O encabezo yo la alianza y si no, nos veremos en las urnas el primer domingo de junio de 2022. ¿Cuál será el final de la novela del primer actor Esteban Villegas Villareal? Pronto lo sabremos.

Jaime Rivas Loaiza no podía quedarse atrás en este concurso fotográfico. El hermano de “ya sabes quién,” echó toda la carne al asador. Flanqueado por Verónica Pérez y Arturito Yáñez Cuéllar, envió su foto al jurado calificador de este novedoso concurso de fotografía política. Si las fotos hablaran, la de Jaime sería una de las favoritas. Si se vale el comentario, hasta el día de hoy, las fotografías no deciden a la candidata o al candidato.

Al inefable y polémico Enrique Benítez, este concurso le cayó como anillo al dedo: Escogió al que ya se siente candidato por el PAN a la presidencia municipal, Toño Ochoa. Si esa foto fuera la ganadora, entonces, el mensaje de Enrique sería: Yo al Bicentenario y Toño a la Carnation.

No sería mala idea si los aspirantes al Gobierno del Estado y a la Presidencia Municipal, enviaran sus fotos a las redes sociales y las pusieran también en la Plaza de Armas, y así los ciudadanos podrían ayudar al jurado a que tomara la decisión correcta. Se extraña que las aspirantes a la candidatura no sigan el ejemplo de los aspirantes. Aprovechen que ahora tenemos paridad de género, ¿por qué no en los mensajes fotográficos?

¿Qué les parece la fotografía de la presidenta municipal de Gómez Palacio, Marina Vitela, con el presidente de la República? Ese mensaje sí vale su peso en oro, y puede ser una de las finalistas para llevarse el premio Bicentenario. No debe sorprendernos si un día de estos el más serio aspirante de MORENA, José Ramón Enríquez, decide unirse al selecto grupo de concursantes.

Maribel Aguilera, que ha resultado ser la aspirante sorpresa, si se propone también podría enviar un mensaje en una fotografía al lado de Nacho Mier alzándole la mano o de Mario Delgado. Sería otra de las favoritas de este innovador concurso de la clase política local. Como dijo el clásico: Qué bueno que no formamos parte del jurado.

Pero hay otros aspirantes que no le entran a la hoguera de las vanidades. Manuel Espino Barrientos no las necesita. Tiene fotos alzándole la mano a tres expresidentes y una con el actual. Pero por si las dudas, ya envió la suya al lado de Mario Delgado, y además agregó: “No hay nada para nadie”. Por los panistas, Héctor Flores piensa que la mejor fotografía es la operación política del Estado y su gobernabilidad. Jorge Salum del Palacio nunca ha sido su estilo, ganar concursos de karate o de fotografía.

Por el PRI, Ricardo Pacheco sabe que él puede ser la última pieza del rompecabezas. Rubén Escajeda Jiménez, igual que Álvaro Obregón, desde su rancho de San Juan del Río, ve la silla del Bicentenario.

La clase política local ha puesto de moda, como si fuera un concurso de fotografía, enviar mensajes a sus adversarios y a sus partidos políticos. Primero, Andrés Manuel López Obrador mencionó a sus posibles sucesores y todos los demás siguieron su ejemplo.

Tiempo después, en cuanto AMLO levantó la mano a Claudia Sheinbaum, la foto se hizo famosa. Levantó mil especulaciones, y los “divos” de la prensa nacional afirmaron en sus columnas: No hay duda, ella será la sucesora.

El presidente se ha convertido en un experto al marcar la agenda de los medios y, por si fuera poco, maneja la agenda política del país. Si Adolfo Ruiz Cortines ahorcaba la mula de seises, Andrés Manuel ahorca a todas las mulas de las fichas del dominó.

Y otra vez, Esteban Villegas Villareal como Mónico de Luna, fue el que la mecha encendió, con la fotografía junto a Manuel Velasco, con dedicatoria al PRI: O encabezo yo la alianza y si no, nos veremos en las urnas el primer domingo de junio de 2022. ¿Cuál será el final de la novela del primer actor Esteban Villegas Villareal? Pronto lo sabremos.

Jaime Rivas Loaiza no podía quedarse atrás en este concurso fotográfico. El hermano de “ya sabes quién,” echó toda la carne al asador. Flanqueado por Verónica Pérez y Arturito Yáñez Cuéllar, envió su foto al jurado calificador de este novedoso concurso de fotografía política. Si las fotos hablaran, la de Jaime sería una de las favoritas. Si se vale el comentario, hasta el día de hoy, las fotografías no deciden a la candidata o al candidato.

Al inefable y polémico Enrique Benítez, este concurso le cayó como anillo al dedo: Escogió al que ya se siente candidato por el PAN a la presidencia municipal, Toño Ochoa. Si esa foto fuera la ganadora, entonces, el mensaje de Enrique sería: Yo al Bicentenario y Toño a la Carnation.

No sería mala idea si los aspirantes al Gobierno del Estado y a la Presidencia Municipal, enviaran sus fotos a las redes sociales y las pusieran también en la Plaza de Armas, y así los ciudadanos podrían ayudar al jurado a que tomara la decisión correcta. Se extraña que las aspirantes a la candidatura no sigan el ejemplo de los aspirantes. Aprovechen que ahora tenemos paridad de género, ¿por qué no en los mensajes fotográficos?

¿Qué les parece la fotografía de la presidenta municipal de Gómez Palacio, Marina Vitela, con el presidente de la República? Ese mensaje sí vale su peso en oro, y puede ser una de las finalistas para llevarse el premio Bicentenario. No debe sorprendernos si un día de estos el más serio aspirante de MORENA, José Ramón Enríquez, decide unirse al selecto grupo de concursantes.

Maribel Aguilera, que ha resultado ser la aspirante sorpresa, si se propone también podría enviar un mensaje en una fotografía al lado de Nacho Mier alzándole la mano o de Mario Delgado. Sería otra de las favoritas de este innovador concurso de la clase política local. Como dijo el clásico: Qué bueno que no formamos parte del jurado.

Pero hay otros aspirantes que no le entran a la hoguera de las vanidades. Manuel Espino Barrientos no las necesita. Tiene fotos alzándole la mano a tres expresidentes y una con el actual. Pero por si las dudas, ya envió la suya al lado de Mario Delgado, y además agregó: “No hay nada para nadie”. Por los panistas, Héctor Flores piensa que la mejor fotografía es la operación política del Estado y su gobernabilidad. Jorge Salum del Palacio nunca ha sido su estilo, ganar concursos de karate o de fotografía.

Por el PRI, Ricardo Pacheco sabe que él puede ser la última pieza del rompecabezas. Rubén Escajeda Jiménez, igual que Álvaro Obregón, desde su rancho de San Juan del Río, ve la silla del Bicentenario.