/ miércoles 28 de julio de 2021

Los feminicidios en Durango

Durango es uno de los 19 estados del país en el cual hace más de dos años se decretó una alerta de género por el incremento de la violencia en contra de las mujeres y un aumento en los asesinatos de ellas, perpetrados por los hombres.

El año pasado se cometieron 12 feminicidios y si bien en lo que va de este año han ocurrido cinco, el número de agresiones contra las mujeres va en aumento, cada día se reportan más actos violentos de hombres en contra de las mujeres, ya sea por golpes, insultos o diferentes formas de humillaciones.

Desafortunadamente la perspectiva de género en los Ministerios Públicos no es una política común para investigar los feminicidios, ni la violencia de género, ya que persisten los estigmas y la revictimización hacia quienes se atreven a denunciar.

Es necesario corregir la procuración de justicia ante esta violencia en nuestra entidad: Que el número de 27 mujeres asesinadas en los últimos dos años no aumente y sus casos sean esclarecidos, también el ejercer con mayor eficacia los recursos destinados a la alerta de género y capacitar a los Ministerios Públicos para que no incurran en conductas machistas y condenatorias que privilegian a los victimarios.

Desde el ámbito de la educación y de lo privado, el reto es lograr el respeto de los hombres hacia las mujeres, lo cual inicia con la educación de niños, niñas y adolescentes, mediante esquemas más equitativos, si bien no pretendo una intromisión en la voluntad de cada familia, si es necesario desde el colectivo social no cosificar a las mujeres, ni enseñarles que deben soportar maltrato y violencia, porque el otro es hombre y le está permitido su actuar.

Hay estudiosos de la materia que opinan que la violencia es multicausal y que parte de sus causas está en los roles tradicionales que se inculcan desde la niñez. Estoy segura que si iniciamos, reforzamos y participamos todas y todos en una nueva cultura de igualdad y respeto hacia las mujeres lograremos un cambio.

Los crímenes por género terminan con la vida de las víctimas, dejan huérfanos y huérfanas, hogares enlutados y madres en búsqueda de justicia para sus hijas, por eso necesitamos sumar voluntades políticas e individuales para poder desterrar los asesinatos contra las mujeres. Participemos en acabar con la costumbre inhumana de los feminicidios.

Durango es uno de los 19 estados del país en el cual hace más de dos años se decretó una alerta de género por el incremento de la violencia en contra de las mujeres y un aumento en los asesinatos de ellas, perpetrados por los hombres.

El año pasado se cometieron 12 feminicidios y si bien en lo que va de este año han ocurrido cinco, el número de agresiones contra las mujeres va en aumento, cada día se reportan más actos violentos de hombres en contra de las mujeres, ya sea por golpes, insultos o diferentes formas de humillaciones.

Desafortunadamente la perspectiva de género en los Ministerios Públicos no es una política común para investigar los feminicidios, ni la violencia de género, ya que persisten los estigmas y la revictimización hacia quienes se atreven a denunciar.

Es necesario corregir la procuración de justicia ante esta violencia en nuestra entidad: Que el número de 27 mujeres asesinadas en los últimos dos años no aumente y sus casos sean esclarecidos, también el ejercer con mayor eficacia los recursos destinados a la alerta de género y capacitar a los Ministerios Públicos para que no incurran en conductas machistas y condenatorias que privilegian a los victimarios.

Desde el ámbito de la educación y de lo privado, el reto es lograr el respeto de los hombres hacia las mujeres, lo cual inicia con la educación de niños, niñas y adolescentes, mediante esquemas más equitativos, si bien no pretendo una intromisión en la voluntad de cada familia, si es necesario desde el colectivo social no cosificar a las mujeres, ni enseñarles que deben soportar maltrato y violencia, porque el otro es hombre y le está permitido su actuar.

Hay estudiosos de la materia que opinan que la violencia es multicausal y que parte de sus causas está en los roles tradicionales que se inculcan desde la niñez. Estoy segura que si iniciamos, reforzamos y participamos todas y todos en una nueva cultura de igualdad y respeto hacia las mujeres lograremos un cambio.

Los crímenes por género terminan con la vida de las víctimas, dejan huérfanos y huérfanas, hogares enlutados y madres en búsqueda de justicia para sus hijas, por eso necesitamos sumar voluntades políticas e individuales para poder desterrar los asesinatos contra las mujeres. Participemos en acabar con la costumbre inhumana de los feminicidios.

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