/ domingo 17 de mayo de 2020

Los infundios que esgrimen empresarios para derribar a AMLO

Iniciaré este artículo, transcribiendo textualmente tres párrafos, que considero torales de la conferencia que expusiera el doctor David Fernández Dávalos, rector de la Universidad Iberoamericana de la ciudad de México. Y aunque dicha disertación no es reciente, su vigencia no sólo permanece, sino que se actualiza y fortalece ante la intransigencia y cretinidad de los cárteles del poder económico.

a) “La reacción que han tenido estos grupos opositores –agrega el rector- es sostener que el triunfo de Andrés Manuel López Obrador, proviene de la decisión de no humanos, de los sin cerebro, de los incultos”.

b) “Es la reacción del miedo de los de esta élite neoliberal, porque temen ser afectados, después de haber ellos afectado durante tantos años y de maneras tan perniciosas y humillantes a los que ahora están en el poder”.

c) El rector abunda. “En su confusión los opositores neoliberales de la derecha se han de preguntar: ¿Por qué los que están para servirnos ahora nos quieren gobernar? ¿Por qué ahora tengo que escuchar a los que debieran permanecer callados?

El rescatar el contenido de estos tres puntos, obedece a que el conferencista sabe que no estamos pintados, ni somos descerebrados”, como nos venden los enemigos de un gobierno legítimo y democrático, que tampoco está pintado, y que por lo mismo no ha respondido a la voracidad criminal de sus detractores, que junto con los gobiernos prianistas corrompieron y saquearon brutalmente los bienes de la Nación. Lo que nos empachó y al sentirnos bestialmente burlados, aceptamos el reto de reventar esa burbuja de la desvergüenza, apoyando la virtud de un hombre honesto que se distinguía como oro molido entre la podredumbre de tanto ladrón.

El tomar estas reflexiones de un personaje de esa talla, es con el propósito de entender que no todos los de la élite intelectual atacan al presidente por no ser de alcurnia, mucho menos que se cuadren a la casta dorada interesada en derrocar al presidente, sólo por el hecho de lograr de ellos el saludo de lejos o el llamado a ser perreros de la casa grande.

Desde luego que Fernández Dávalos, entiende que las razones que esgrimen los adversarios para derribar a AMLO, poco habrán de servir para dicho objetivo. Porque no pesan lo suficiente y corren el riesgo de que se les revierta. Además, no son los dueños del país, aunque a vistas cometan sus latrocinios; mucho menos son dueños de la voluntad de los trabajadores, a quienes abiertamente les dieron línea en la contienda presidencial del 2018 y éstos los desobedecieron, abofeteándolos electoralmente y demostrándoles así, que pueden cumplir responsablemente su papel de empleados, pero no de patiños como los quisieron utilizar.

Dichos antecedentes no han variado. De ahí que los veamos preocupados y ocupados, orquestando por un lado, campañas negras y por el otro cuchareando encuestas y ponderando artículos, donde los autores han perdido el juicio, ya que toda la suciedad del barrote que las gallinas de la corrupción han evacuado, ahora intentan sacudirlo desesperada y groseramente, para salpicar al mandatario de ese pestilente tufo que a todos los mexicanos nos ha intoxicado.

Y ahí siguen y ahí están, los que no ven nada bueno en la gestión del presidente, los que desde que era candidato siguen dominados por el odio y la ceguera, los que exigen, los que escriben y actúan con rabia al ver que sus falacias y denuestos no reciben el pago por la gracia del silencio.

Pero su ira se sale de control, a tal grado que los excita a echar espumarajo por la boca, cuando señalan con la espada flamígera los excesos de la 4ª Transformación y baste un ejemplo, para señalar su piedad espléndida de los pillajes de Kiko Vega, a quien no han tocado ni con el pétalo de una rosa, porque sin duda, que su compromiso no es con la verdad, sino con sus patrones, porque han perdido la tranquilidad, al ver afectados sus privilegios en cascada y que grotescamente izan como bandera para destituir al presidente.

Iniciando con ver afectada la condonación fiscal y que ahora si deben pagar impuestos, cosa que los ha lastimado bastante.

Por eso acuden constantemente a los medios para protestar airadamente y asegurar que el mandato del actual presidente, va por la vía libre hacia la catástrofe, sin pensar que con su actitud beligerante, son ellos los que están contribuyendo a que dicho fenómeno suceda.

Andan muy afectados a punto de perder la razón, por la lucha contra la corrupción, ya que ésta fue la que generó los grandes monopolios de riqueza y la concentración en unas cuantas manos, a la sombra de los gobiernos del PRIAN y que ahora añoran y desean su regreso, porque es cierto: “Robaban, pero dejaban robar”.

Siguen protestando por la cancelación del nuevo aeropuerto, ya que se fueron por la borda los grandes negocios que traían entre manos y que han hecho de la corrupción de dicha obra, pingües ganancias que sólo beneficiaban a sus cuates y familiares.

Por el tema de la refinería de Dos Bocas: Porque sustituye las importaciones que a discreción han manejado estos mismos grupos, que eran protegidos y solapados por gobiernos oligárquicos y asesinos.

Protestan por el control de las compras gubernamentales, ya que el mismo presidente ha desenmascarado los grandísimos negocios que hacían los empresarios de las farmacéuticas, poniéndole precios apócrifos y escandalosos a medicamentos de dudosa calidad.

Por eso han sido desplazados todos los que incurrían en estas prácticas deshonestas y que ahora como venganza esgrimen, que el gobierno está manejando mal la atención a la pandemia.

AMLO no es un presidente con el que fácil se pueda transar y menos si se lo proponen los empresarios, a quienes considera corruptos y poco confiables, porque exigen mucho y se comprometen poco; porque AMLO ha dejado de ser la marioneta presidencial y su jugada maestra ha sido romper los hilos que la manipulaban. De ahí que los veamos denunciando y organizándose para sacarlo de Palacio Nacional, porque ha tocado sus privilegios que por décadas habían usufructuado a la sombra del poder.

Por eso, cuando el pueblo se decide llevarlo al poder, es porque era la única opción. Porque la paciencia se agotó, al ver a un país saqueado y gobernado por una banda de rufianes y delincuentes, sostenida y abastecida por el crimen organizado. Devastando así, el tejido social, el que cada día se debatía más y más, ante el terror y la conveniencia política parasitaria, que se había acostumbrado a mamar y hacerse de la vista gorda, ante los dantescos espectáculos de las matanzas y la impunidad rampante de los fraudes electorales.

A todos los que ahora el presidente les produce fobia, es porque añoran a los ladrones que nos gobernaban, y aunque no formaban parte de la banda, se apuntaban con la esperanza de ocupar algún día el puesto de aprendices, porque estaban convencidos que apostarle a esa maña, era mejor que rescatar la idea imposible de ponerse a trabajar.

Iniciaré este artículo, transcribiendo textualmente tres párrafos, que considero torales de la conferencia que expusiera el doctor David Fernández Dávalos, rector de la Universidad Iberoamericana de la ciudad de México. Y aunque dicha disertación no es reciente, su vigencia no sólo permanece, sino que se actualiza y fortalece ante la intransigencia y cretinidad de los cárteles del poder económico.

a) “La reacción que han tenido estos grupos opositores –agrega el rector- es sostener que el triunfo de Andrés Manuel López Obrador, proviene de la decisión de no humanos, de los sin cerebro, de los incultos”.

b) “Es la reacción del miedo de los de esta élite neoliberal, porque temen ser afectados, después de haber ellos afectado durante tantos años y de maneras tan perniciosas y humillantes a los que ahora están en el poder”.

c) El rector abunda. “En su confusión los opositores neoliberales de la derecha se han de preguntar: ¿Por qué los que están para servirnos ahora nos quieren gobernar? ¿Por qué ahora tengo que escuchar a los que debieran permanecer callados?

El rescatar el contenido de estos tres puntos, obedece a que el conferencista sabe que no estamos pintados, ni somos descerebrados”, como nos venden los enemigos de un gobierno legítimo y democrático, que tampoco está pintado, y que por lo mismo no ha respondido a la voracidad criminal de sus detractores, que junto con los gobiernos prianistas corrompieron y saquearon brutalmente los bienes de la Nación. Lo que nos empachó y al sentirnos bestialmente burlados, aceptamos el reto de reventar esa burbuja de la desvergüenza, apoyando la virtud de un hombre honesto que se distinguía como oro molido entre la podredumbre de tanto ladrón.

El tomar estas reflexiones de un personaje de esa talla, es con el propósito de entender que no todos los de la élite intelectual atacan al presidente por no ser de alcurnia, mucho menos que se cuadren a la casta dorada interesada en derrocar al presidente, sólo por el hecho de lograr de ellos el saludo de lejos o el llamado a ser perreros de la casa grande.

Desde luego que Fernández Dávalos, entiende que las razones que esgrimen los adversarios para derribar a AMLO, poco habrán de servir para dicho objetivo. Porque no pesan lo suficiente y corren el riesgo de que se les revierta. Además, no son los dueños del país, aunque a vistas cometan sus latrocinios; mucho menos son dueños de la voluntad de los trabajadores, a quienes abiertamente les dieron línea en la contienda presidencial del 2018 y éstos los desobedecieron, abofeteándolos electoralmente y demostrándoles así, que pueden cumplir responsablemente su papel de empleados, pero no de patiños como los quisieron utilizar.

Dichos antecedentes no han variado. De ahí que los veamos preocupados y ocupados, orquestando por un lado, campañas negras y por el otro cuchareando encuestas y ponderando artículos, donde los autores han perdido el juicio, ya que toda la suciedad del barrote que las gallinas de la corrupción han evacuado, ahora intentan sacudirlo desesperada y groseramente, para salpicar al mandatario de ese pestilente tufo que a todos los mexicanos nos ha intoxicado.

Y ahí siguen y ahí están, los que no ven nada bueno en la gestión del presidente, los que desde que era candidato siguen dominados por el odio y la ceguera, los que exigen, los que escriben y actúan con rabia al ver que sus falacias y denuestos no reciben el pago por la gracia del silencio.

Pero su ira se sale de control, a tal grado que los excita a echar espumarajo por la boca, cuando señalan con la espada flamígera los excesos de la 4ª Transformación y baste un ejemplo, para señalar su piedad espléndida de los pillajes de Kiko Vega, a quien no han tocado ni con el pétalo de una rosa, porque sin duda, que su compromiso no es con la verdad, sino con sus patrones, porque han perdido la tranquilidad, al ver afectados sus privilegios en cascada y que grotescamente izan como bandera para destituir al presidente.

Iniciando con ver afectada la condonación fiscal y que ahora si deben pagar impuestos, cosa que los ha lastimado bastante.

Por eso acuden constantemente a los medios para protestar airadamente y asegurar que el mandato del actual presidente, va por la vía libre hacia la catástrofe, sin pensar que con su actitud beligerante, son ellos los que están contribuyendo a que dicho fenómeno suceda.

Andan muy afectados a punto de perder la razón, por la lucha contra la corrupción, ya que ésta fue la que generó los grandes monopolios de riqueza y la concentración en unas cuantas manos, a la sombra de los gobiernos del PRIAN y que ahora añoran y desean su regreso, porque es cierto: “Robaban, pero dejaban robar”.

Siguen protestando por la cancelación del nuevo aeropuerto, ya que se fueron por la borda los grandes negocios que traían entre manos y que han hecho de la corrupción de dicha obra, pingües ganancias que sólo beneficiaban a sus cuates y familiares.

Por el tema de la refinería de Dos Bocas: Porque sustituye las importaciones que a discreción han manejado estos mismos grupos, que eran protegidos y solapados por gobiernos oligárquicos y asesinos.

Protestan por el control de las compras gubernamentales, ya que el mismo presidente ha desenmascarado los grandísimos negocios que hacían los empresarios de las farmacéuticas, poniéndole precios apócrifos y escandalosos a medicamentos de dudosa calidad.

Por eso han sido desplazados todos los que incurrían en estas prácticas deshonestas y que ahora como venganza esgrimen, que el gobierno está manejando mal la atención a la pandemia.

AMLO no es un presidente con el que fácil se pueda transar y menos si se lo proponen los empresarios, a quienes considera corruptos y poco confiables, porque exigen mucho y se comprometen poco; porque AMLO ha dejado de ser la marioneta presidencial y su jugada maestra ha sido romper los hilos que la manipulaban. De ahí que los veamos denunciando y organizándose para sacarlo de Palacio Nacional, porque ha tocado sus privilegios que por décadas habían usufructuado a la sombra del poder.

Por eso, cuando el pueblo se decide llevarlo al poder, es porque era la única opción. Porque la paciencia se agotó, al ver a un país saqueado y gobernado por una banda de rufianes y delincuentes, sostenida y abastecida por el crimen organizado. Devastando así, el tejido social, el que cada día se debatía más y más, ante el terror y la conveniencia política parasitaria, que se había acostumbrado a mamar y hacerse de la vista gorda, ante los dantescos espectáculos de las matanzas y la impunidad rampante de los fraudes electorales.

A todos los que ahora el presidente les produce fobia, es porque añoran a los ladrones que nos gobernaban, y aunque no formaban parte de la banda, se apuntaban con la esperanza de ocupar algún día el puesto de aprendices, porque estaban convencidos que apostarle a esa maña, era mejor que rescatar la idea imposible de ponerse a trabajar.