/ martes 12 de octubre de 2021

Los resortes de la contrareforma

Debemos reconocer que pocos tienen las habilidades de López Obrador para hacer política, lleva prácticamente 3 años mintiendo, manipulando, encubriendo a sus cercanos, llevado al país a la deriva y sigue con índices de popularidad superiores al 60%, pero lo más sorprendente, prácticamente ha desaparecido a sus adversarios, hoy la oposición es timorata y medrosa.

A esto le apuesta el presidente para que se apruebe su contrareforma eléctrica, él sabe de antemano que MORENA por sí mismo no se basta para sacarla adelante, no tiene el número de votos suficientes para reformar la Constitución, pero él si tiene algunos resortes que puede utilizar para impulsarla: Santiago Nieto, Gertz Manero, el SAT y desde luego Emilio Lozoya Austin.

Sin duda que el mundillo político es una verdadera ironía; Peña Nieto repartió dinero para que los legisladores aprobaran su reforma energética, ahora López Obrador amenaza con quitarles ese dinero si no se desdicen y votan a favor de su contrareforma.

Quienes están en la mirilla son los priistas, su pesada conciencia los hace ser vulnerables a las amenazas soterradas que seguramente saldrán de Palacio Nacional. Por lo pronto su dirigente nacional se ha pronunciado en el sentido de analizarla y de hacer foros de consulta, lo que le ha dado algo así como dos meses de tiempo para hacer cuentas y saber por dónde escapar.

Este dato es importante, la llamada contrareforma eléctrica tiene más un trasfondo político y personal que económico, el presidente sabe que los priistas está contra las cuerdas y por ende la alianza pende de un hilo; es un hecho que si el PRI apoya la contrareforma se acabó la alianza legislativa y electoral, lo que le limpiaría el panorama a Claudia Sheinbaum rumbo a la elección de 2024.

El tema es personal porque nadie debe poner en duda quien manda en este país, la contrareforma es la revancha del presidente contra aquellos que con amparos frenaron la reforma a la Ley de Industria Eléctrica.

Debemos reconocer que pocos tienen las habilidades de López Obrador para hacer política, lleva prácticamente 3 años mintiendo, manipulando, encubriendo a sus cercanos, llevado al país a la deriva y sigue con índices de popularidad superiores al 60%, pero lo más sorprendente, prácticamente ha desaparecido a sus adversarios, hoy la oposición es timorata y medrosa.

A esto le apuesta el presidente para que se apruebe su contrareforma eléctrica, él sabe de antemano que MORENA por sí mismo no se basta para sacarla adelante, no tiene el número de votos suficientes para reformar la Constitución, pero él si tiene algunos resortes que puede utilizar para impulsarla: Santiago Nieto, Gertz Manero, el SAT y desde luego Emilio Lozoya Austin.

Sin duda que el mundillo político es una verdadera ironía; Peña Nieto repartió dinero para que los legisladores aprobaran su reforma energética, ahora López Obrador amenaza con quitarles ese dinero si no se desdicen y votan a favor de su contrareforma.

Quienes están en la mirilla son los priistas, su pesada conciencia los hace ser vulnerables a las amenazas soterradas que seguramente saldrán de Palacio Nacional. Por lo pronto su dirigente nacional se ha pronunciado en el sentido de analizarla y de hacer foros de consulta, lo que le ha dado algo así como dos meses de tiempo para hacer cuentas y saber por dónde escapar.

Este dato es importante, la llamada contrareforma eléctrica tiene más un trasfondo político y personal que económico, el presidente sabe que los priistas está contra las cuerdas y por ende la alianza pende de un hilo; es un hecho que si el PRI apoya la contrareforma se acabó la alianza legislativa y electoral, lo que le limpiaría el panorama a Claudia Sheinbaum rumbo a la elección de 2024.

El tema es personal porque nadie debe poner en duda quien manda en este país, la contrareforma es la revancha del presidente contra aquellos que con amparos frenaron la reforma a la Ley de Industria Eléctrica.