De acuerdo al estudio realizado por Gobierno del Estado y a la estadística nacional, en cuanto a combustibles fósiles, el de mayor demanda es el combustóleo, utilizado para las plantas generadoras de electricidad en Durango, seguida de diésel y gasolina, en gran medida para los vehículos automotores, que circulan por caminos y calles del estado.
De todos es conocido que la fuente principal de contaminación en nuestro territorio, es precisamente, los gases emitidos por los sistemas de combustión interna automotriz, lo que propició en el pasado la obligatoriedad de la verificación vehicular (año 1994 en la administración de Silerio Esparza) venida a menos por los intereses políticos de cierto candidato a la alcaldía de Durango, con la bandera del tricolor, ofertando la suspensión de la verificación con el afán de hacerse de simpatías (votos) sin el resultado deseado, ya que ocupó el tercer lugar en el conteo de sufragios, pero esa es otra historia.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos emitió recomendación No. 32/2018 de fecha 24 de julio del 2018., a todas los gobiernos estatales, para que las nuevas concesiones o las renovaciones para el transporte urbano de pasajeros, se otorguen siempre y cuando sean con vehículos cero misiones, tal recomendación es voz en el desierto.
En la recién celebrada reunión de Glasgow COP 26, se firma acuerdo por parte de 30 países y 6 fabricantes de automóviles para no utilizar, no fabricar vehículos de combustión para el año 2035, México lo suscribe con término al 2040.
Los fabricantes no firmantes, se quedan con la sospecha, de la posibilidad de que les ganen el mercado, por lo que aún sin firmar, llevan en su cartera el análisis de las repercusiones e impactos a sus negocios.
Aún con los fenómenos derivados por el calentamiento global, sequías, inundaciones, emigraciones masivas, aumento nivel del mar, la humanidad se resiste al cambio de actitud, como el pasaje bíblico del anunciado diluvio, en el que nadie creyó, salvo el mítico Noé y su barca.
