/ sábado 23 de marzo de 2019

Luis Donaldo Colosio, el ser humano

Hace 25 años México se cimbró con uno de los magnicidios con más repercusiones en la historia moderna, el candidato del PRI y casi seguro ganador de la Presidencia de la República, Luis Donaldo Colosio fue asesinado durante un mitin popular en Tijuana, Baja California. Este hecho dio un giro en la vida política del país, Luis Donaldo era un joven político carismático, con una excelente comunicación con los electores, alejándose de los esquemas tradicionales del poder, con un potente discurso que movilizaba las masas a su alrededor, desde la candidatura del partido en el poder se atrevió a desnudar de manera precisa los problemas que México atravesaba hace un cuarto de siglo, muchos de los cuales aún persisten en estos días.

Es justo recordar al mexicano de excepción que fue Colosio, uno de los mejores testimonios para hacerlo es el libro Las Cartas de Colosio de Rafael Medina Martínez publicado hace un año. Este libro reúne 50 cartas escritas, entre 1968 y 1979, a mano por el propio Luis Donaldo Colosio. Se trata de la comunicación que mantuvo durante sus estudios de licenciatura y posgrado con su padre don Luis Colosio Fernández.

Las cartas revelan la comunicación cercana y respetuosa que mantuvo con su padre, y reflejan sus valores e ideales, así como las ganas de salir adelante de un joven proveniente de la cultura del esfuerzo y no del privilegio. Estos son algunos de los párrafos que contienen estas cartas:

Un joven tamaulipeco, Saúl Barrientos destacó algunos párrafos de esas cartas que nos muestran a un Luis Donaldo preocupado por responder al esfuerzo de sus humildes padres para sostener sus estudios en la ciudad de Monterrey y de cómo su empeño y perseverancia lo llevan a conseguir una beca pública para estudiar en el extranjero a fin de contar con más herramientas académicas para regresar y aplicarlas en la solución de los complejos problemas de nuestra Nación. He aquí algunos de esos párrafos elocuentes:

“Comprendo todo el gasto que tienes que hacer para mi educación, pero te prometo compensarlo con estudio y dedicación en todas las materias”.

“No dejo de reconocer que es muy duro estar lejos de los seres que uno más quiere en la vida que, en mi caso, son todos ustedes, pero mi consuelo es el ver que no es en vano ese distanciamiento, ya que creo que hasta ahora he cumplido con mi deber. Espero que tú opines igual”.

“Tengo la noticia que tanto deseé: me han concedido la beca, fui seleccionado con otros seis compañeros, nos eligieron de entre otros 450 candidatos por lo anterior te puedes imaginar lo duro que estuvo la selección”. (Refiriéndose a la beca del Conacyt para estudiar una maestría y doctorado en Desarrollo Regional, en la Universidad de Pittsburgh).

“Considero que la misma concientización a través del reconocimiento de nuestra mexicana realidad económica y política, del creciente interés y amor por nuestras cosas, hacen que, en la actividad de estudiar una especialización con fundamentos predominantemente sociales como la mía, adquiera la característica de buscar derroteros a los tantos problemas que nos hacen tener un nivel de desarrollo indeseable”.

El lado humano de Colosio, su preocupación por el desarrollo del país, y el esfuerzo que significó prepararse académicamente con enormes esfuerzos, nos muestran que más allá del extraordinario político, siempre hubo un gran ser humano.

La mejor manera de recordar a Colosio es adentrarse en su persona, su familia, su pensamiento, su visión y reconocer que Estadistas como él le hacen falta a México en la conducción de los asuntos públicos.

Hace 25 años México se cimbró con uno de los magnicidios con más repercusiones en la historia moderna, el candidato del PRI y casi seguro ganador de la Presidencia de la República, Luis Donaldo Colosio fue asesinado durante un mitin popular en Tijuana, Baja California. Este hecho dio un giro en la vida política del país, Luis Donaldo era un joven político carismático, con una excelente comunicación con los electores, alejándose de los esquemas tradicionales del poder, con un potente discurso que movilizaba las masas a su alrededor, desde la candidatura del partido en el poder se atrevió a desnudar de manera precisa los problemas que México atravesaba hace un cuarto de siglo, muchos de los cuales aún persisten en estos días.

Es justo recordar al mexicano de excepción que fue Colosio, uno de los mejores testimonios para hacerlo es el libro Las Cartas de Colosio de Rafael Medina Martínez publicado hace un año. Este libro reúne 50 cartas escritas, entre 1968 y 1979, a mano por el propio Luis Donaldo Colosio. Se trata de la comunicación que mantuvo durante sus estudios de licenciatura y posgrado con su padre don Luis Colosio Fernández.

Las cartas revelan la comunicación cercana y respetuosa que mantuvo con su padre, y reflejan sus valores e ideales, así como las ganas de salir adelante de un joven proveniente de la cultura del esfuerzo y no del privilegio. Estos son algunos de los párrafos que contienen estas cartas:

Un joven tamaulipeco, Saúl Barrientos destacó algunos párrafos de esas cartas que nos muestran a un Luis Donaldo preocupado por responder al esfuerzo de sus humildes padres para sostener sus estudios en la ciudad de Monterrey y de cómo su empeño y perseverancia lo llevan a conseguir una beca pública para estudiar en el extranjero a fin de contar con más herramientas académicas para regresar y aplicarlas en la solución de los complejos problemas de nuestra Nación. He aquí algunos de esos párrafos elocuentes:

“Comprendo todo el gasto que tienes que hacer para mi educación, pero te prometo compensarlo con estudio y dedicación en todas las materias”.

“No dejo de reconocer que es muy duro estar lejos de los seres que uno más quiere en la vida que, en mi caso, son todos ustedes, pero mi consuelo es el ver que no es en vano ese distanciamiento, ya que creo que hasta ahora he cumplido con mi deber. Espero que tú opines igual”.

“Tengo la noticia que tanto deseé: me han concedido la beca, fui seleccionado con otros seis compañeros, nos eligieron de entre otros 450 candidatos por lo anterior te puedes imaginar lo duro que estuvo la selección”. (Refiriéndose a la beca del Conacyt para estudiar una maestría y doctorado en Desarrollo Regional, en la Universidad de Pittsburgh).

“Considero que la misma concientización a través del reconocimiento de nuestra mexicana realidad económica y política, del creciente interés y amor por nuestras cosas, hacen que, en la actividad de estudiar una especialización con fundamentos predominantemente sociales como la mía, adquiera la característica de buscar derroteros a los tantos problemas que nos hacen tener un nivel de desarrollo indeseable”.

El lado humano de Colosio, su preocupación por el desarrollo del país, y el esfuerzo que significó prepararse académicamente con enormes esfuerzos, nos muestran que más allá del extraordinario político, siempre hubo un gran ser humano.

La mejor manera de recordar a Colosio es adentrarse en su persona, su familia, su pensamiento, su visión y reconocer que Estadistas como él le hacen falta a México en la conducción de los asuntos públicos.