/ jueves 24 de septiembre de 2020

Mes del testamento

Lo más importante que podemos heredar a nuestras familias es tranquilidad para cuando ya no estemos.

Y es que, en muchas ocasiones, al fallecer una persona se originan conflictos entre los familiares por la disposición de los bienes de la persona difunta, por lo que se recomienda decidir el destino de nuestro patrimonio, si no se quiere que las propiedades sean designadas como marca la ley, por lo que se debe dejar por escrito la última voluntad.

En Durango, para fortalecer estos lazos y dar certeza a las familias sobre su patrimonio, se ha implementado la campaña “Septiembre, mes del testamento”, impulsada por el gobernador José Rosas Aispuro Torres y el secretario general de Gobierno, Héctor David Flores Avalos, con la participación de las notarías y los notarios, donde se extienden los horarios de atención, se brinda asesoría jurídica gratuita en materia testamentaria a las personas y se reducen los costos del testamento para facilitar y fomentar su otorgamiento.

Tradicionalmente el mayor porcentaje de un patrimonio familiar está constituido por propiedades inmobiliarias, por ello es importante que, como parte de una cultura de la prevención, pensemos en la elaboración de un testamento para evitar dejar problemas a nuestras familias cuando dejemos esta vida.

Las personas buscan generar un patrimonio que les permita vivir bien, pero pocas veces piensan que al fallecer esto puede ser causa de grandes problemas y pleitos entre sus seres queridos. Por ello, para evitar esta situación la solución es hacer un testamento.

Un testamento es un instrumento legal que es otorgado ante un notario o Notaría, en el que se manifiesta la voluntad sobre el destino que tendrán nuestros bienes y derechos para después de nuestra muerte; es la herramienta ideal para garantizar la seguridad jurídica de nuestros seres queridos.

Este es un acto personal, revocable y libre, por el cual una persona dispone de sus bienes, declara y cumple derechos para después de su muerte, por lo que se recomienda que siempre que existan bienes inmuebles se deben dejar establecidos a los herederos los términos en que lo son y la forma exacta en que se desea transmitir los bienes, situación que se logra mediante la realización de un testamento en escritura pública.

Mediante este documento el testador se convierte en legislador de su patrimonio, y con eso evita que sea la ley quien decida a quien deban transmitirse sus bienes al fallecer; el acto es personal, no se admite un poder, ya que la persona debe acudir ante el notario y manifestar su última voluntad, con la ventaja de que lo puede revocar cuando lo decida.

Así, al hacer un testamento, ordenamos nuestros documentos, heredando no sólo bienes sino también tranquilidad a nuestros seres queridos al tiempo que se evitan gastos mayores, pérdida de tiempo y problemas en las familias, sobre todo, si se considera que si existe un testamento no hay necesidad de pasar por un juicio sucesorio testamentario que es caro, tedioso y largo.

Al fallecer el testador, los bienes pasarán fácilmente y de forma inmediata a las personas que el mismo testador quiera y en la proporción que él mismo disponga. Es una medida para proteger el patrimonio, contribuir a una cultura de previsión, de certeza y seguridad jurídica en el derecho a heredar, ya que fomenta la importancia de actuar responsablemente con nuestros seres queridos y no heredar problemas, ya que además del testamento, es muy importante revisar a las personas que han sido designadas como beneficiarias en las cuentas bancarias, afore o algún tipo de seguro y, de ser necesario, actualizarlas.

Muchas veces hemos visto en las películas cómo los personajes dejan su herencia a sus seres queridos por medio de un video o incluso dejan su testamento al interior de un baúl, lo cierto es que el único documento que tiene validez legal es aquel que fue otorgado ante notario público.

No es necesario esperar a estar enfermos o tener una edad avanzada para tramitar el testamento, es mejor pensar en la protección de las relaciones de familia al dejar todo en orden y no tener miedo a hacerlo, porque a veces, puede ser demasiado tarde.

Lo más importante que podemos heredar a nuestras familias es tranquilidad para cuando ya no estemos.

Y es que, en muchas ocasiones, al fallecer una persona se originan conflictos entre los familiares por la disposición de los bienes de la persona difunta, por lo que se recomienda decidir el destino de nuestro patrimonio, si no se quiere que las propiedades sean designadas como marca la ley, por lo que se debe dejar por escrito la última voluntad.

En Durango, para fortalecer estos lazos y dar certeza a las familias sobre su patrimonio, se ha implementado la campaña “Septiembre, mes del testamento”, impulsada por el gobernador José Rosas Aispuro Torres y el secretario general de Gobierno, Héctor David Flores Avalos, con la participación de las notarías y los notarios, donde se extienden los horarios de atención, se brinda asesoría jurídica gratuita en materia testamentaria a las personas y se reducen los costos del testamento para facilitar y fomentar su otorgamiento.

Tradicionalmente el mayor porcentaje de un patrimonio familiar está constituido por propiedades inmobiliarias, por ello es importante que, como parte de una cultura de la prevención, pensemos en la elaboración de un testamento para evitar dejar problemas a nuestras familias cuando dejemos esta vida.

Las personas buscan generar un patrimonio que les permita vivir bien, pero pocas veces piensan que al fallecer esto puede ser causa de grandes problemas y pleitos entre sus seres queridos. Por ello, para evitar esta situación la solución es hacer un testamento.

Un testamento es un instrumento legal que es otorgado ante un notario o Notaría, en el que se manifiesta la voluntad sobre el destino que tendrán nuestros bienes y derechos para después de nuestra muerte; es la herramienta ideal para garantizar la seguridad jurídica de nuestros seres queridos.

Este es un acto personal, revocable y libre, por el cual una persona dispone de sus bienes, declara y cumple derechos para después de su muerte, por lo que se recomienda que siempre que existan bienes inmuebles se deben dejar establecidos a los herederos los términos en que lo son y la forma exacta en que se desea transmitir los bienes, situación que se logra mediante la realización de un testamento en escritura pública.

Mediante este documento el testador se convierte en legislador de su patrimonio, y con eso evita que sea la ley quien decida a quien deban transmitirse sus bienes al fallecer; el acto es personal, no se admite un poder, ya que la persona debe acudir ante el notario y manifestar su última voluntad, con la ventaja de que lo puede revocar cuando lo decida.

Así, al hacer un testamento, ordenamos nuestros documentos, heredando no sólo bienes sino también tranquilidad a nuestros seres queridos al tiempo que se evitan gastos mayores, pérdida de tiempo y problemas en las familias, sobre todo, si se considera que si existe un testamento no hay necesidad de pasar por un juicio sucesorio testamentario que es caro, tedioso y largo.

Al fallecer el testador, los bienes pasarán fácilmente y de forma inmediata a las personas que el mismo testador quiera y en la proporción que él mismo disponga. Es una medida para proteger el patrimonio, contribuir a una cultura de previsión, de certeza y seguridad jurídica en el derecho a heredar, ya que fomenta la importancia de actuar responsablemente con nuestros seres queridos y no heredar problemas, ya que además del testamento, es muy importante revisar a las personas que han sido designadas como beneficiarias en las cuentas bancarias, afore o algún tipo de seguro y, de ser necesario, actualizarlas.

Muchas veces hemos visto en las películas cómo los personajes dejan su herencia a sus seres queridos por medio de un video o incluso dejan su testamento al interior de un baúl, lo cierto es que el único documento que tiene validez legal es aquel que fue otorgado ante notario público.

No es necesario esperar a estar enfermos o tener una edad avanzada para tramitar el testamento, es mejor pensar en la protección de las relaciones de familia al dejar todo en orden y no tener miedo a hacerlo, porque a veces, puede ser demasiado tarde.