/ viernes 10 de septiembre de 2021

Migración

La retención de migrantes en la frontera sur de nuestro país, es noticia desde algunos años atrás, a la fecha, en este tiempo, la función del Instituto Nacional de Migración fue cuestionado, señalado por corrupción, destituciones de directores, proyecciones de imágenes dantescas, autores diversos entre ellos algunos clérigos como Alejandro Solalinde.

La bestia, o tren de la muerte, llamada así al ferrocarril que transita desde Tenosique, Tabasco. y ciudad Hidalgo Chiapas, cargando combustibles, productos agropecuarios y carga humana. En los últimos días, el actuar de las autoridades ante la presencia de cientos de haitianos, presurosos de llegar al sueño americano, son noticia internacional.

Con este preámbulo, comentaré el fenómeno social, agudizado en las dos ultimas dos décadas, los motivos más sobresalientes son; La guerra, la hambruna, la inseguridad, los fenómenos climáticos. Sin embargo, existe una migración silenciosa pero no menos importante, la migración en México, del campo a la ciudad.

A la fecha la población de nuestro país, los estados con mayor población son; Estado de México con 16 millones, Ciudad de México con 9 millones, Jalisco y Veracruz con 8, Guanajuato y Puebla con 6, Nuevo León y Chiapas con 5.

El 80% de la población vive en áreas urbanas, versus 43% en el año 1950,, la razón mas común es la búsqueda de mejores condiciones de vida, desde empleo, vivienda, salud, seguridad, lo que implica un verdadero reto para los “gerentes” de las ciudades, de poder planear y ejecutar obras y servicios cada vez mas inmediatas y de, como dicen los legisladores “de urgente y obvia resolución”

La trillada pandemia, sumada a los tipos de “vivienda social” (espacios reducidos e incomodos, lejos de la privacidad que debe tener un hogar) la no satisfacción de las necesidades básicas, la presión social, generan frustraciones y suicidios.

El inevitable éxodo diario, silencioso, debe prender los focos rojos a los desarrolladores urbanos, a la planeación democrática, siempre sin olvidar la variable medio ambiental.

La retención de migrantes en la frontera sur de nuestro país, es noticia desde algunos años atrás, a la fecha, en este tiempo, la función del Instituto Nacional de Migración fue cuestionado, señalado por corrupción, destituciones de directores, proyecciones de imágenes dantescas, autores diversos entre ellos algunos clérigos como Alejandro Solalinde.

La bestia, o tren de la muerte, llamada así al ferrocarril que transita desde Tenosique, Tabasco. y ciudad Hidalgo Chiapas, cargando combustibles, productos agropecuarios y carga humana. En los últimos días, el actuar de las autoridades ante la presencia de cientos de haitianos, presurosos de llegar al sueño americano, son noticia internacional.

Con este preámbulo, comentaré el fenómeno social, agudizado en las dos ultimas dos décadas, los motivos más sobresalientes son; La guerra, la hambruna, la inseguridad, los fenómenos climáticos. Sin embargo, existe una migración silenciosa pero no menos importante, la migración en México, del campo a la ciudad.

A la fecha la población de nuestro país, los estados con mayor población son; Estado de México con 16 millones, Ciudad de México con 9 millones, Jalisco y Veracruz con 8, Guanajuato y Puebla con 6, Nuevo León y Chiapas con 5.

El 80% de la población vive en áreas urbanas, versus 43% en el año 1950,, la razón mas común es la búsqueda de mejores condiciones de vida, desde empleo, vivienda, salud, seguridad, lo que implica un verdadero reto para los “gerentes” de las ciudades, de poder planear y ejecutar obras y servicios cada vez mas inmediatas y de, como dicen los legisladores “de urgente y obvia resolución”

La trillada pandemia, sumada a los tipos de “vivienda social” (espacios reducidos e incomodos, lejos de la privacidad que debe tener un hogar) la no satisfacción de las necesidades básicas, la presión social, generan frustraciones y suicidios.

El inevitable éxodo diario, silencioso, debe prender los focos rojos a los desarrolladores urbanos, a la planeación democrática, siempre sin olvidar la variable medio ambiental.