/ jueves 31 de enero de 2019

Ni me encarto ni me descarto: Gonzalo

Con estas declaraciones, el eterno aspirante al Gobierno del Estado, Gonzalo Yáñez, nos recordó a Luis Echeverría Álvarez cuando pasó a la inmortalidad por su frase: “Ni nos perjudica ni nos beneficia, sino todo lo contrario”.

Y les mandó un mensaje a las y los aspirantes de Morena: “estoy observando”. Más claro, ni el agua. En 2018, Gonzalo observó y chamaqueó a los “primorosos” Otniel García Navarro y Héctor Vela y, al final, todos sabemos, como en las fábulas de Esopo, la tortuga petista alcanzó y rebasó a las liebres expriistas.

En aquella ocasión, tenía un as bajo la manga: Andrés Manuel López Obrador.

En este momento, quizás sea el político local más cercano a AMLO, pero eso no lo hace en automático el candidato a la Presidencia Municipal.

De acuerdo a sus declaraciones a un medio local, está muy bien informado y da por hecho la alianza Morena, PT, PES y el Partido que aporta poco pero cobra caro: Verde Ecologista. No pasarán muchos días para que Gonzalo pueda declarar: Andrés Manuel me pidió que yo encabece la Cuarta Transformación, primero como presidente municipal y después, a partir de 2022, como el primer gobernador “del cambio verdadero” en Durango.

Palabras más, palabras menos, esas son las intenciones del político que llegó para quedarse. Héctor Vela le comenta a sus cercanos lo que le hizo Gonzalo: Ya me chamaqueó, no me volverá a chamaquear. Nacho Aguado, que hasta el día de hoy es el que tiene más posibilidades, no presume, como Gonzalo, de ser amigo de AMLO, pero sí tiene el apoyo de un político del primer círculo del presidente, y tú ya sabes quién es: Marcelo Ebrard.

Sandra Amaya en un corto tiempo cursó y aprobó un diplomado en política local: “de los golpes del fuego amigo también se aprende”. Y sin duda alguna, será una protagonista importante en la recta final y hasta podría convertirse en el fiel de la balanza.

Resulta obvio que Gonzalo pretende tomar en sus manos el rumbo de la elección a la Presidencia Municipal. Pero ninguna elección es igual a la otra, y por supuesto que las circunstancias tampoco. En 2018 estaba en juego la Presidencia de la República, diputaciones federales y el Senado de la República.

Hoy, en 2019, es muy distinto, se juegan los municipios más importantes del Estado: Durango y Gómez Palacio, ¿por qué? En realidad, esta contienda electoral será el punto de partida al Bicentenario. Sandra Amaya, Nacho Aguado y Héctor Vela, aunque tengan sus diferencias -y son muchas- el factor que los une es Gonzalo Yáñez. El político petista está jugando al gato y el ratón.

Cuando le conviene, le hace al José Fuché, cuando en realidad resulta ser un digno discípulo de Nicolás Maquiavelo. El talón de Aquiles del presidente del consejo de administración de la empresa PT S.A. de C.V., ya está muy visto, porque como dicen: El que avisa no engaña.

La elección del candidato a la Presidencia Municipal de la posible alianza Morena-PT-PES y Verde Ecologista no debería recaer en el candidato equivocado, ese lujo podría costar muy caro: Un “dedazo” o una imposición de las cúpulas partidistas podrían poner en riesgo la Cuarta Transformación en Durango. Entonces, “¿pero qué necesidad, para qué tanto problema?”.

El candidato de esa anunciada alianza no debe ser más de lo mismo. La sociedad duranguense ya no se chupa el dedo, ni va a caer en “las trampas de la fe”, y tampoco escuchará el canto de las sirenas en las campañas electorales.

Con estas declaraciones, el eterno aspirante al Gobierno del Estado, Gonzalo Yáñez, nos recordó a Luis Echeverría Álvarez cuando pasó a la inmortalidad por su frase: “Ni nos perjudica ni nos beneficia, sino todo lo contrario”.

Y les mandó un mensaje a las y los aspirantes de Morena: “estoy observando”. Más claro, ni el agua. En 2018, Gonzalo observó y chamaqueó a los “primorosos” Otniel García Navarro y Héctor Vela y, al final, todos sabemos, como en las fábulas de Esopo, la tortuga petista alcanzó y rebasó a las liebres expriistas.

En aquella ocasión, tenía un as bajo la manga: Andrés Manuel López Obrador.

En este momento, quizás sea el político local más cercano a AMLO, pero eso no lo hace en automático el candidato a la Presidencia Municipal.

De acuerdo a sus declaraciones a un medio local, está muy bien informado y da por hecho la alianza Morena, PT, PES y el Partido que aporta poco pero cobra caro: Verde Ecologista. No pasarán muchos días para que Gonzalo pueda declarar: Andrés Manuel me pidió que yo encabece la Cuarta Transformación, primero como presidente municipal y después, a partir de 2022, como el primer gobernador “del cambio verdadero” en Durango.

Palabras más, palabras menos, esas son las intenciones del político que llegó para quedarse. Héctor Vela le comenta a sus cercanos lo que le hizo Gonzalo: Ya me chamaqueó, no me volverá a chamaquear. Nacho Aguado, que hasta el día de hoy es el que tiene más posibilidades, no presume, como Gonzalo, de ser amigo de AMLO, pero sí tiene el apoyo de un político del primer círculo del presidente, y tú ya sabes quién es: Marcelo Ebrard.

Sandra Amaya en un corto tiempo cursó y aprobó un diplomado en política local: “de los golpes del fuego amigo también se aprende”. Y sin duda alguna, será una protagonista importante en la recta final y hasta podría convertirse en el fiel de la balanza.

Resulta obvio que Gonzalo pretende tomar en sus manos el rumbo de la elección a la Presidencia Municipal. Pero ninguna elección es igual a la otra, y por supuesto que las circunstancias tampoco. En 2018 estaba en juego la Presidencia de la República, diputaciones federales y el Senado de la República.

Hoy, en 2019, es muy distinto, se juegan los municipios más importantes del Estado: Durango y Gómez Palacio, ¿por qué? En realidad, esta contienda electoral será el punto de partida al Bicentenario. Sandra Amaya, Nacho Aguado y Héctor Vela, aunque tengan sus diferencias -y son muchas- el factor que los une es Gonzalo Yáñez. El político petista está jugando al gato y el ratón.

Cuando le conviene, le hace al José Fuché, cuando en realidad resulta ser un digno discípulo de Nicolás Maquiavelo. El talón de Aquiles del presidente del consejo de administración de la empresa PT S.A. de C.V., ya está muy visto, porque como dicen: El que avisa no engaña.

La elección del candidato a la Presidencia Municipal de la posible alianza Morena-PT-PES y Verde Ecologista no debería recaer en el candidato equivocado, ese lujo podría costar muy caro: Un “dedazo” o una imposición de las cúpulas partidistas podrían poner en riesgo la Cuarta Transformación en Durango. Entonces, “¿pero qué necesidad, para qué tanto problema?”.

El candidato de esa anunciada alianza no debe ser más de lo mismo. La sociedad duranguense ya no se chupa el dedo, ni va a caer en “las trampas de la fe”, y tampoco escuchará el canto de las sirenas en las campañas electorales.