/ domingo 23 de agosto de 2020

No cesan rabias contra presidente y seguidores

Es tanto el cinismo y el coraje de aquellos que le tiran al presidente, que piensan que sus

juicios de odio son suficientes para olvidar el pasado desastroso que dejaron sus dioses del

pillaje, que no cabe duda que les guardan gran respeto y veneración, porque no pueden

evitar su rabia cuando los ciudadanos pusieron sus ojos en otra opción.

De ahí que los resentidos de la derecha, no cesen en su encarnizada persecución mediática,

en contra de los simpatizantes deAMLO, a quien en público odian y en privado no dejan de

pensar en cómo a la mala derribarlo. A tal grado que ante el escándalo que han generado los

videos de Lozoya, entregando dinero a los panistas, ya salieron al quite con un montaje del

mismo corte, para tratar de desprestigiar al presidente y minimizar el grueso de las transas

exhibidas del PRIAN.

Es tanta su rabia y frustración que su estrategia de ataque ya no se mide en bombardear al

presidente y a sus seguidores. Los dos frentes les vienen flojos. Así que no les da trabajo

empalmarlos y tundirlos, aunque evidencien el alto nivel de pensamiento que presumen,

pero que lo ponen al nivel del suelo, cuando no son capaces de controlar la ira que liberan

contra los partidarios del presidente, a quienes no bajan de ignorantes y muertos de hambre,

y a su protector de oportunista y errado por generar improductivos y holgazanes, a los

cuales estigmatizan de agradecidos, porque salen en defensa de AMLO cuando lo atacan.

En mi modesta opinión, no sé qué será más vergonzoso, si ser agradecido por las dádivas

recibidas o ser piadoso y consecuente con los ladrones, a quienes los pensantes y eruditos

les conceden el beneficio de la duda, aduciendo cómoda y convenencieramente que su

persecución es sólo un acto de venganza, orquestada por celos políticos del presidente,

quien jamás podría superar la grandeza de sus perseguidos.

Así, de la rabia pasan al descaro, que de manera escandalosa ha subido de nivel, a tal grado

que hay cínicos que se ufanan de que a los corruptos en capilla les hagan los mandados. Y

su posición desbarra cuando públicamente reconocen que sus crímenes ya prescribieron, lo

que aplauden y festejan, todo por burlarse y hacer quedar mal a quien intenta hacer justicia,

sin importarles exhibir su apoyo a favor de los hampones, a quienes les desean impunidad,

para que el saqueo de la cultura que admiran siga vigente.

Les causa regocijo que los delitos cometidos por prianistas hayan prescrito y sin darles una

pizca de vergüenza, alzan las manos al cielo en pose de victoria, porque a su dioses de la

corrupción les van a hacer lo que el viento a Juárez. El daño está hecho, pero que quede

impune eso les engorda la vanidad, porque jamás aceptarán que un gobierno

verdaderamente democrático, ponga en el banquillo de los acusados a los que se dicen

pensantes, intelectuales y honorables hijos de familia.

De ahí que su perversidad se difunda en todos los medios a su alcance, para tratar de

debilitar las denuncias que embarran a sus colegas de clase en actos de corrupción, llegando

al extremo de considerarlas cortinas de humo, donde afortunadamente el que las ha

levantado no ha sido para favorecer al presidente, como tendenciosamente aseguran, sino

para tiznar a sus mismos socios que al unísono se han negado, pero nadie les cree, porque el

humo viene del mismo cigarro que todos chuparon.

Ese es el dolor más grande que padecen, porque jamás se imaginaron que las cosas algún

día fueran a cambiar de forma tan radical, y menos que un individuo apoyado por


ignorantes, los fuera a destituir del poder, sin acudir a la compra de votos ni a las

marrullerías electorales.

Fue tan certero el golpe a la casta divina, que ni Dios Padre supo explicarles, cómo la

ignorancia fue tan precisa para despojar del paraíso, a los que por su inteligencia se

consideraban sus herederos, y que ahora en su calidad de desterrados, descubren que

AMLO es un peligro para todas sus fechorías, que por ética de pillos, según ellos, deberían

permanecer ocultas.

Los altos dignatarios de la sabiduría, han declarado la guerra a los ignorantes y sin medir

las consecuencias han apretado el gatillo verbal contra ellos, por considerarlos culpables de

la forma atípica actual de gobernar, que consiste en decir de frente la verdad. Lo que

consideran una afrenta nacional, porque antes todas las fechorías del PRIAN, al que

pertenece la derecha, quedaban guardadas bajo siete llaves, para no lastimar ni manchar el

pundonor y buen nombre de la nobleza, a la que se suscriben algunos advenedizos, que

jamás dejarán el olor del tule porque nacieron en petate.

Esos son, los que en cada miserable ven un ignorante y por ende un cómplice del mal

gobierno. Esos son, los que piensan que sólo basta tronar el chicote para que los holgazanes

trabajen y la riqueza llegue a sus bolsillos, porque se la merecen, simplemente por haberse

chutado el manual de las buenas costumbres y los finos modales, que sólo muestran en los

círculos de la hipocresía, pero fuera de ahí, el más descastado se avergüenza de sus bajezas.

Esos son los que gozan de los medios agraviando a los ignorantes y tildándolos de

agresivos, porque defienden por agradecimiento a su protector; pero olvidan que cuando

fueron gobierno, también utilizaron esa ignorancia, de la que no sólo se sirvieron, sino que

abusaron para que el peor presidente panista hiciera perderiza los excedentes petroleros.

Esos son, los que aseguran que los ignorantes y muertos de hambre, no tienen capacidad

para distinguir los males que está generando este gobierno. De ahí que sea imposible que

noten la diferencia entre la grandeza de los presidentes panistas y la mediocridad de su bien

amado, cuyo amor les genera ira, porque pese a su labia y dotes de seducción no han

podido conquistarlos.

Esos son, los que se arrogan la vara de la sabiduría, para condenar a los ignorantes que

votamos por AMLO. Esos son los que se arrogan todas las virtudes para denigrar y

descalificar a los que aprueban a un presidente que está haciendo las cosas de forma

diferente y eso ha pisado muchos callos, sobre todo de aquellos que han gobernado con los

pies y han andado siempre por el camino equivocado.

Sin duda, que esos que se jactan de poseer una basta inteligencia se pasan de intolerantes,

porque les arde el gran afecto que nuestro presidente se ha ganado del pueblo humilde y

lamento decirles que no es por ignorancia, sino por reconocimiento a un gran hombre que

llegó al poder para servir y no para servirse; un hombre que se maneja con humildad y no

con la opulencia que quisieran los ladrones de cuello blanco, donde ellos siempre tenían

preferencia; un hombre que se enviste en la sencillez y no en la preponderancia del abuso,

cuya característica capitalizan aquellos que han cubierto de vergüenza a nuestro país.

Para concluir se me ocurre pensar que todos aquellos que menosprecian a la gente humilde

y que no tienen empacho en tildarla de ignorante, debieran pedirle perdón, porque gústenos

o no, es la que en realidad produce y la prueba está que ahora en este confinamiento es la

que no dejó de trabajar y gracias a ella el país no se colapsó; mientras los preparados y

pensantes cómodamente se confinaron y vaya que sus doctorados a nadie le hicieron falta.

Grave hubiera sido que los despachadores de alimentos no acudieran a surtirnos lo que

diariamente requeríamos. O que los operadores del sistema de agua potable no hubieran

hecho acto de presencia en el campo de su responsabilidad; o que los choferes que

transportan artículos de primera necesidad se hubieran resistido a cumplir con su

encomienda. Con la ausencia de la gente de estos tres ejemplos el caos hubiera sido

funesto.

Es tanto el cinismo y el coraje de aquellos que le tiran al presidente, que piensan que sus

juicios de odio son suficientes para olvidar el pasado desastroso que dejaron sus dioses del

pillaje, que no cabe duda que les guardan gran respeto y veneración, porque no pueden

evitar su rabia cuando los ciudadanos pusieron sus ojos en otra opción.

De ahí que los resentidos de la derecha, no cesen en su encarnizada persecución mediática,

en contra de los simpatizantes deAMLO, a quien en público odian y en privado no dejan de

pensar en cómo a la mala derribarlo. A tal grado que ante el escándalo que han generado los

videos de Lozoya, entregando dinero a los panistas, ya salieron al quite con un montaje del

mismo corte, para tratar de desprestigiar al presidente y minimizar el grueso de las transas

exhibidas del PRIAN.

Es tanta su rabia y frustración que su estrategia de ataque ya no se mide en bombardear al

presidente y a sus seguidores. Los dos frentes les vienen flojos. Así que no les da trabajo

empalmarlos y tundirlos, aunque evidencien el alto nivel de pensamiento que presumen,

pero que lo ponen al nivel del suelo, cuando no son capaces de controlar la ira que liberan

contra los partidarios del presidente, a quienes no bajan de ignorantes y muertos de hambre,

y a su protector de oportunista y errado por generar improductivos y holgazanes, a los

cuales estigmatizan de agradecidos, porque salen en defensa de AMLO cuando lo atacan.

En mi modesta opinión, no sé qué será más vergonzoso, si ser agradecido por las dádivas

recibidas o ser piadoso y consecuente con los ladrones, a quienes los pensantes y eruditos

les conceden el beneficio de la duda, aduciendo cómoda y convenencieramente que su

persecución es sólo un acto de venganza, orquestada por celos políticos del presidente,

quien jamás podría superar la grandeza de sus perseguidos.

Así, de la rabia pasan al descaro, que de manera escandalosa ha subido de nivel, a tal grado

que hay cínicos que se ufanan de que a los corruptos en capilla les hagan los mandados. Y

su posición desbarra cuando públicamente reconocen que sus crímenes ya prescribieron, lo

que aplauden y festejan, todo por burlarse y hacer quedar mal a quien intenta hacer justicia,

sin importarles exhibir su apoyo a favor de los hampones, a quienes les desean impunidad,

para que el saqueo de la cultura que admiran siga vigente.

Les causa regocijo que los delitos cometidos por prianistas hayan prescrito y sin darles una

pizca de vergüenza, alzan las manos al cielo en pose de victoria, porque a su dioses de la

corrupción les van a hacer lo que el viento a Juárez. El daño está hecho, pero que quede

impune eso les engorda la vanidad, porque jamás aceptarán que un gobierno

verdaderamente democrático, ponga en el banquillo de los acusados a los que se dicen

pensantes, intelectuales y honorables hijos de familia.

De ahí que su perversidad se difunda en todos los medios a su alcance, para tratar de

debilitar las denuncias que embarran a sus colegas de clase en actos de corrupción, llegando

al extremo de considerarlas cortinas de humo, donde afortunadamente el que las ha

levantado no ha sido para favorecer al presidente, como tendenciosamente aseguran, sino

para tiznar a sus mismos socios que al unísono se han negado, pero nadie les cree, porque el

humo viene del mismo cigarro que todos chuparon.

Ese es el dolor más grande que padecen, porque jamás se imaginaron que las cosas algún

día fueran a cambiar de forma tan radical, y menos que un individuo apoyado por


ignorantes, los fuera a destituir del poder, sin acudir a la compra de votos ni a las

marrullerías electorales.

Fue tan certero el golpe a la casta divina, que ni Dios Padre supo explicarles, cómo la

ignorancia fue tan precisa para despojar del paraíso, a los que por su inteligencia se

consideraban sus herederos, y que ahora en su calidad de desterrados, descubren que

AMLO es un peligro para todas sus fechorías, que por ética de pillos, según ellos, deberían

permanecer ocultas.

Los altos dignatarios de la sabiduría, han declarado la guerra a los ignorantes y sin medir

las consecuencias han apretado el gatillo verbal contra ellos, por considerarlos culpables de

la forma atípica actual de gobernar, que consiste en decir de frente la verdad. Lo que

consideran una afrenta nacional, porque antes todas las fechorías del PRIAN, al que

pertenece la derecha, quedaban guardadas bajo siete llaves, para no lastimar ni manchar el

pundonor y buen nombre de la nobleza, a la que se suscriben algunos advenedizos, que

jamás dejarán el olor del tule porque nacieron en petate.

Esos son, los que en cada miserable ven un ignorante y por ende un cómplice del mal

gobierno. Esos son, los que piensan que sólo basta tronar el chicote para que los holgazanes

trabajen y la riqueza llegue a sus bolsillos, porque se la merecen, simplemente por haberse

chutado el manual de las buenas costumbres y los finos modales, que sólo muestran en los

círculos de la hipocresía, pero fuera de ahí, el más descastado se avergüenza de sus bajezas.

Esos son los que gozan de los medios agraviando a los ignorantes y tildándolos de

agresivos, porque defienden por agradecimiento a su protector; pero olvidan que cuando

fueron gobierno, también utilizaron esa ignorancia, de la que no sólo se sirvieron, sino que

abusaron para que el peor presidente panista hiciera perderiza los excedentes petroleros.

Esos son, los que aseguran que los ignorantes y muertos de hambre, no tienen capacidad

para distinguir los males que está generando este gobierno. De ahí que sea imposible que

noten la diferencia entre la grandeza de los presidentes panistas y la mediocridad de su bien

amado, cuyo amor les genera ira, porque pese a su labia y dotes de seducción no han

podido conquistarlos.

Esos son, los que se arrogan la vara de la sabiduría, para condenar a los ignorantes que

votamos por AMLO. Esos son los que se arrogan todas las virtudes para denigrar y

descalificar a los que aprueban a un presidente que está haciendo las cosas de forma

diferente y eso ha pisado muchos callos, sobre todo de aquellos que han gobernado con los

pies y han andado siempre por el camino equivocado.

Sin duda, que esos que se jactan de poseer una basta inteligencia se pasan de intolerantes,

porque les arde el gran afecto que nuestro presidente se ha ganado del pueblo humilde y

lamento decirles que no es por ignorancia, sino por reconocimiento a un gran hombre que

llegó al poder para servir y no para servirse; un hombre que se maneja con humildad y no

con la opulencia que quisieran los ladrones de cuello blanco, donde ellos siempre tenían

preferencia; un hombre que se enviste en la sencillez y no en la preponderancia del abuso,

cuya característica capitalizan aquellos que han cubierto de vergüenza a nuestro país.

Para concluir se me ocurre pensar que todos aquellos que menosprecian a la gente humilde

y que no tienen empacho en tildarla de ignorante, debieran pedirle perdón, porque gústenos

o no, es la que en realidad produce y la prueba está que ahora en este confinamiento es la

que no dejó de trabajar y gracias a ella el país no se colapsó; mientras los preparados y

pensantes cómodamente se confinaron y vaya que sus doctorados a nadie le hicieron falta.

Grave hubiera sido que los despachadores de alimentos no acudieran a surtirnos lo que

diariamente requeríamos. O que los operadores del sistema de agua potable no hubieran

hecho acto de presencia en el campo de su responsabilidad; o que los choferes que

transportan artículos de primera necesidad se hubieran resistido a cumplir con su

encomienda. Con la ausencia de la gente de estos tres ejemplos el caos hubiera sido

funesto.