/ domingo 1 de noviembre de 2020

No es lo mismo el pacto federal que el pacto fiscal

De unos meses a la fecha, la Alianza Federalista, compuesta por diez gobernadores, es noticia casi todos los días. Conforme pasa el tiempo, da la impresión de un posible rompimiento con el gobierno federal. Dentro de este grupo hay gobernadores radicales, algunos moderados, y otros les miden el agua a los camotes.

Los gobernadores de Jalisco, Nuevo León, Michoacán, Tamaulipas y Aguascalientes, desafían al gobierno federal, pero más allá de eso directamente al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador. Han declarado en varias ocasiones que lucharán política y legalmente en contra del gobierno federal, inclusive que llegarán a estancias internacionales en donde el Estado mexicano ha firmado tratados.

La lucha política de la Alianza Federalista, nos queda muy claro, se dará en 2021 y 2024. La vía legal, si es que sucede, será por la vía constitucional. Salirse del pacto federal no es lo mismo que dejar la CONAGO. Aunque al otro día se retractan, algunos gobernadores de esta alianza sí han planteado salirse no sólo del pacto fiscal, sino también del pacto federal.

Vayamos por partes: En el artículo 40 de nuestra Constitución está manifiesta la voluntad del pueblo mexicano de constituirse en una República representativa, democrática, laica y federal, compuesta por estados libres y soberanos. En el primer párrafo del artículo 41 de la Constitución se establece que las constituciones en lo particular de cada estado y de la ciudad de México, en ningún caso podrán contravenir las estipulaciones del pacto federal, es decir, lo que establece el artículo 40.

Especialistas en derecho constitucional afirman que no hay ninguna posibilidad de que los gobernadores de la Alianza Federalista puedan ir en contra del artículo 40 de la Constitución, donde está establecida la forma de gobierno de la República. ¿Usted imagina que mañana Jaime Rodríguez nos diga que es el presidente de la República de Nuevo León o Enrique Alfaro Ramírez presidente de la República de Jalisco? Usted no se preocupe, esto no sucederá. Y como dicen, si es pasión que se les borre. En cambio, si los diez gobernadores de la alianza federalista quieren salirse del pacto fiscal de la Federación, sí pueden hacerlo. Por ejemplo, aquí en Durango si el jefe del ejecutivo manda una iniciativa para tales efectos, el Congreso se la aprobaría. Todo es cuestión de ver si fiscalmente es bueno para Durango y se hace una revisión con lupa de la Ley de Coordinación Fiscal, entonces adelante.

¿Pero y si AMLO tuviera razón? López Obrador podrá tener muchos defectos y muy pocas virtudes, pero es un político muy inteligente, y resulta difícil asustarlo con el petate del muerto o seducirlo con el canto de las sirenas. Los gobernadores de la Alianza Federalista tienen razón al plantear una reforma al pacto fiscal, y eso el presidente lo sabe. Pero tampoco se puede negar que el eje fundamental de este asunto tiene un fondo político: el próximo presidente de la República de México. Los empresarios no cantan mal las rancheras. En este país, con todo y la pandemia tienen el poder económico. Esto es resultado de sus relaciones con el poder público, han hecho jugosos negocios con recursos públicos, el sexenio de Peña Nieto es un ejemplo. La otra cara de la moneda, muchos políticos han hecho negocios con los hombres del poder económico.

Hoy los empresarios van también por el poder político, la COPARMEX los encabeza con su organización Sí por México. Aunque dicen que es “apartidista”, mientras son peras o son manzanas, ya le entraron el PRI, PAN, PRD y Movimiento Ciudadano. ¿Entonces pa’ que son pasiones, si al cabo el amor se acaba? Alguien ya lo dijo: “en política la forma es fondo”. ¿Estamos a un paso de tener a un Carlos Slim como presidente de México?

De unos meses a la fecha, la Alianza Federalista, compuesta por diez gobernadores, es noticia casi todos los días. Conforme pasa el tiempo, da la impresión de un posible rompimiento con el gobierno federal. Dentro de este grupo hay gobernadores radicales, algunos moderados, y otros les miden el agua a los camotes.

Los gobernadores de Jalisco, Nuevo León, Michoacán, Tamaulipas y Aguascalientes, desafían al gobierno federal, pero más allá de eso directamente al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador. Han declarado en varias ocasiones que lucharán política y legalmente en contra del gobierno federal, inclusive que llegarán a estancias internacionales en donde el Estado mexicano ha firmado tratados.

La lucha política de la Alianza Federalista, nos queda muy claro, se dará en 2021 y 2024. La vía legal, si es que sucede, será por la vía constitucional. Salirse del pacto federal no es lo mismo que dejar la CONAGO. Aunque al otro día se retractan, algunos gobernadores de esta alianza sí han planteado salirse no sólo del pacto fiscal, sino también del pacto federal.

Vayamos por partes: En el artículo 40 de nuestra Constitución está manifiesta la voluntad del pueblo mexicano de constituirse en una República representativa, democrática, laica y federal, compuesta por estados libres y soberanos. En el primer párrafo del artículo 41 de la Constitución se establece que las constituciones en lo particular de cada estado y de la ciudad de México, en ningún caso podrán contravenir las estipulaciones del pacto federal, es decir, lo que establece el artículo 40.

Especialistas en derecho constitucional afirman que no hay ninguna posibilidad de que los gobernadores de la Alianza Federalista puedan ir en contra del artículo 40 de la Constitución, donde está establecida la forma de gobierno de la República. ¿Usted imagina que mañana Jaime Rodríguez nos diga que es el presidente de la República de Nuevo León o Enrique Alfaro Ramírez presidente de la República de Jalisco? Usted no se preocupe, esto no sucederá. Y como dicen, si es pasión que se les borre. En cambio, si los diez gobernadores de la alianza federalista quieren salirse del pacto fiscal de la Federación, sí pueden hacerlo. Por ejemplo, aquí en Durango si el jefe del ejecutivo manda una iniciativa para tales efectos, el Congreso se la aprobaría. Todo es cuestión de ver si fiscalmente es bueno para Durango y se hace una revisión con lupa de la Ley de Coordinación Fiscal, entonces adelante.

¿Pero y si AMLO tuviera razón? López Obrador podrá tener muchos defectos y muy pocas virtudes, pero es un político muy inteligente, y resulta difícil asustarlo con el petate del muerto o seducirlo con el canto de las sirenas. Los gobernadores de la Alianza Federalista tienen razón al plantear una reforma al pacto fiscal, y eso el presidente lo sabe. Pero tampoco se puede negar que el eje fundamental de este asunto tiene un fondo político: el próximo presidente de la República de México. Los empresarios no cantan mal las rancheras. En este país, con todo y la pandemia tienen el poder económico. Esto es resultado de sus relaciones con el poder público, han hecho jugosos negocios con recursos públicos, el sexenio de Peña Nieto es un ejemplo. La otra cara de la moneda, muchos políticos han hecho negocios con los hombres del poder económico.

Hoy los empresarios van también por el poder político, la COPARMEX los encabeza con su organización Sí por México. Aunque dicen que es “apartidista”, mientras son peras o son manzanas, ya le entraron el PRI, PAN, PRD y Movimiento Ciudadano. ¿Entonces pa’ que son pasiones, si al cabo el amor se acaba? Alguien ya lo dijo: “en política la forma es fondo”. ¿Estamos a un paso de tener a un Carlos Slim como presidente de México?