/ martes 22 de noviembre de 2022

No se lucra con la salud de duranguenses

Los 57 casos de meningitis aséptica que se han registrado en nuestro estado, y la muerte de 9 duranguenses, no debieron haber ocurrido y nunca más deben volver a presentarse.

Sabemos que desde el 12 de junio del presente año empezaron a registrarse este tipo de situaciones que hoy sabemos son el resultado de que varias personas hicieron uso indebido de medicamentos, y su mal manejo provocó que quienes fueron sometidas a un proceso ginecobstétrico y se les aplicó como anestesia epídural a través de médula espinal, hayan presentado cuadros de inflamación de las meninges, el recubrimiento del cerebro y la médula espinal.

Desde que se detectó el problema, las dependencias federales, INSABI y de Cofepris, así como personal del INDRE, apoyan oportuna y eficazmente a las autoridades sanitarias y el equipo médico del estado. Así mismo, ya están investigando las causas que dieron origen a esta crítica situación.

Deberá hacerse justicia en todos los aspectos para los familiares de las víctimas, responsabilizar y castigar a quienes provocaron esta situación tan lamentable para todos los ciudadanos y ciudadanas de Durango.

Ya han sido clausurados cuatro hospitales privados de esta ciudad capital, donde las pacientes, que ahora padecen meningitis, fueron atendidas. No obstante, aún faltan acciones contundentes por realizarse.

Como presidenta de la Comisión de Salud del Senado de la República y representante de Durango en esta Cámara, pero sobre todo como médica y docente formadora de médicos, estaré atenta y ayudaré en lo necesario para la atención de las pacientes que siguen hospitalizadas.

La salud en ningún aspecto debe ser vista como un simple negocio, desafortunadamente en las últimas décadas, en el modelo neoliberal ha predominado la óptica mercantilista que ha suplantado la solidaridad, la fraternidad y los principios éticos de quienes juran mirar por la salud de las y los mexicanos. Lo sucedido en el estado de Durango deberá permanecer en la memoria colectiva de nuestra comunidad, el país y el mundo para que nunca vuelva a ocurrir.

Los 57 casos de meningitis aséptica que se han registrado en nuestro estado, y la muerte de 9 duranguenses, no debieron haber ocurrido y nunca más deben volver a presentarse.

Sabemos que desde el 12 de junio del presente año empezaron a registrarse este tipo de situaciones que hoy sabemos son el resultado de que varias personas hicieron uso indebido de medicamentos, y su mal manejo provocó que quienes fueron sometidas a un proceso ginecobstétrico y se les aplicó como anestesia epídural a través de médula espinal, hayan presentado cuadros de inflamación de las meninges, el recubrimiento del cerebro y la médula espinal.

Desde que se detectó el problema, las dependencias federales, INSABI y de Cofepris, así como personal del INDRE, apoyan oportuna y eficazmente a las autoridades sanitarias y el equipo médico del estado. Así mismo, ya están investigando las causas que dieron origen a esta crítica situación.

Deberá hacerse justicia en todos los aspectos para los familiares de las víctimas, responsabilizar y castigar a quienes provocaron esta situación tan lamentable para todos los ciudadanos y ciudadanas de Durango.

Ya han sido clausurados cuatro hospitales privados de esta ciudad capital, donde las pacientes, que ahora padecen meningitis, fueron atendidas. No obstante, aún faltan acciones contundentes por realizarse.

Como presidenta de la Comisión de Salud del Senado de la República y representante de Durango en esta Cámara, pero sobre todo como médica y docente formadora de médicos, estaré atenta y ayudaré en lo necesario para la atención de las pacientes que siguen hospitalizadas.

La salud en ningún aspecto debe ser vista como un simple negocio, desafortunadamente en las últimas décadas, en el modelo neoliberal ha predominado la óptica mercantilista que ha suplantado la solidaridad, la fraternidad y los principios éticos de quienes juran mirar por la salud de las y los mexicanos. Lo sucedido en el estado de Durango deberá permanecer en la memoria colectiva de nuestra comunidad, el país y el mundo para que nunca vuelva a ocurrir.

ÚLTIMASCOLUMNAS