/ jueves 14 de julio de 2022

No te equivoques Esteban (II)

En los diálogos de Sócrates y Platón, se daba la comparación entre la efectividad de la democracia pura, sin la intervención del pensamiento filosófico, ese debate forma parte de la acusación que el poder le hiciera a Sócrates.

En el 399 a.C. tuvo lugar en Grecia el célebre juicio de Sócrates, acusado de no reconocer a los dioses de la polis y de corromper a la juventud, además de conspirar con sus enemigos.

La mejor forma de expresar esas diferencias es: Si estuvieras en medio del océano en un barco, ¿qué harías? ¿Convocarías a una elección para ver cómo pilotear el barco o tratarías de averiguar si hay alguien a bordo experto en hacerlo?

¿Y qué opinas cuando se trata de quienes pilotean el gran barco que es un Estado? ¿No sería también más efectivo encontrar a alguien experimentado para que fuera el líder en vez de votar?

El proceso democrático para elegir a ese líder, se ve un tanto contaminado, porque hoy en día se mueve más a las emociones que a las capacidades, dentro de esas emociones se ha llegado al extremo tal de postular a personajes de la farándula, otra forma de la manipulación de esas emociones, es hace de las necesidades de la población, tema publicitario, diciendo que serán atendidas, pero no se dice ni con qué, ni cuándo.

Haciendo uso de la frase célebre de “que como haiga sido” ya tenemos gobernador electo, quien deberá integrar a su equipo de trabajo, a quienes fuera de las emociones, le aseguren llevar a un buen puerto, la administración 2022–2028.

Momento propicio para recordar la frase filosófica: “No te equivoques” Esteban, los motivos emocionales han de ser muchos, tus amigos, quienes te ayudaron antes y durante la campaña, las cuotas partidarias, los recomendados que nunca faltan, tal y tal.

El capital político, debes conservarlo, de ser posible acrecentarlo, el barco Durango, merece de quienes saben e inteligente, cada cual a cada que.

Los tiempos de la mar no están a nuestro favor, economía en crisis, resabios de la guerra, escollos sanitarios, dirección equivocada y contraria a la tendencia mundial en el uso de energías, populismo enfermizo y galopante, pero nadie dijo que gobernar es fácil, sino cualquiera lo haría (aunque hay excepciones que padecemos) la conducción es la conjunción de esfuerzos, voluntades, pero de manera subrayada, conocimiento y experiencia, más aún que son 39 territorios con una diversidad, condiciones diferentes, problemas varios que atender. Que la lámpara de Diógenes te dé luz.

En los diálogos de Sócrates y Platón, se daba la comparación entre la efectividad de la democracia pura, sin la intervención del pensamiento filosófico, ese debate forma parte de la acusación que el poder le hiciera a Sócrates.

En el 399 a.C. tuvo lugar en Grecia el célebre juicio de Sócrates, acusado de no reconocer a los dioses de la polis y de corromper a la juventud, además de conspirar con sus enemigos.

La mejor forma de expresar esas diferencias es: Si estuvieras en medio del océano en un barco, ¿qué harías? ¿Convocarías a una elección para ver cómo pilotear el barco o tratarías de averiguar si hay alguien a bordo experto en hacerlo?

¿Y qué opinas cuando se trata de quienes pilotean el gran barco que es un Estado? ¿No sería también más efectivo encontrar a alguien experimentado para que fuera el líder en vez de votar?

El proceso democrático para elegir a ese líder, se ve un tanto contaminado, porque hoy en día se mueve más a las emociones que a las capacidades, dentro de esas emociones se ha llegado al extremo tal de postular a personajes de la farándula, otra forma de la manipulación de esas emociones, es hace de las necesidades de la población, tema publicitario, diciendo que serán atendidas, pero no se dice ni con qué, ni cuándo.

Haciendo uso de la frase célebre de “que como haiga sido” ya tenemos gobernador electo, quien deberá integrar a su equipo de trabajo, a quienes fuera de las emociones, le aseguren llevar a un buen puerto, la administración 2022–2028.

Momento propicio para recordar la frase filosófica: “No te equivoques” Esteban, los motivos emocionales han de ser muchos, tus amigos, quienes te ayudaron antes y durante la campaña, las cuotas partidarias, los recomendados que nunca faltan, tal y tal.

El capital político, debes conservarlo, de ser posible acrecentarlo, el barco Durango, merece de quienes saben e inteligente, cada cual a cada que.

Los tiempos de la mar no están a nuestro favor, economía en crisis, resabios de la guerra, escollos sanitarios, dirección equivocada y contraria a la tendencia mundial en el uso de energías, populismo enfermizo y galopante, pero nadie dijo que gobernar es fácil, sino cualquiera lo haría (aunque hay excepciones que padecemos) la conducción es la conjunción de esfuerzos, voluntades, pero de manera subrayada, conocimiento y experiencia, más aún que son 39 territorios con una diversidad, condiciones diferentes, problemas varios que atender. Que la lámpara de Diógenes te dé luz.