/ domingo 18 de julio de 2021

¿Nuevas reglas del juego?

En las trampas de la sucesión presidencial, y también en la de gobernadores, las frases históricas de la clase política mexicana son parte del anecdotario de los politólogos de café. “El que se mueve no sale”, “no se hagan bolas”, “primero el programa, después el candidato”, y muchas otras que usted seguramente recordará. Pero todo esto al parecer quedó atrás. Andrés Manuel López Obrador, sin duda uno de los políticos más astutos de los últimos tiempos. Es de los presidentes de la República más odiados, pero también de los más queridos. No hay día en que los medios impresos, electrónicos, las redes sociales y otros donde no sea la figura que marca la agenda nacional. Ningún presidente lo había logrado antes.

Sólo AMLO polariza la opinión pública, o como dicen, divide al país. En cambio, el vocero de FRENA, Sergio Lozano, quien se viste todo de azul, recorre el país “uniendo a los mexicanos” en contra del “señor López”, ya que según él ha logrado que 70% de los mexicanos estén en su contra. Tal afirmación, al menos no se reflejó en el pasado proceso electoral, donde MORENA y sus aliados ganaron 12 gubernaturas y no les fue mal en la Cámara de Diputados, y de acuerdo a las encuestas más recientes, en 2022 podría ganar cuatro de las seis gubernaturas en disputa. Ahora, López Obrador nos sorprende rompiendo las reglas del juego del sistema político mexicano. Si antes los aspirantes a la presidencia se cuidaban en ocultar sus intenciones, con lo que respecta a MORENA, Andrés Manuel ya les cambió la “pichada”.

En primer lugar, mencionó nombres de mujeres y hombres que pueden convertirse en su sucesor o sucesora. Por cierto, al único que se le olvidó mencionar fue al amigo de José Ramón Enríquez, Ricardo Monreal. Dijo Andrés Manuel: se acabaron los tapados, ahora yo soy el destapador. Así que en MORENA ya no habrá tapados, sino todo lo contrario. Con sus matices, el gobernador del estado José Rosas Aispuro Torres declaró a los medios: hay hombres y mujeres que pueden ser candidatas o candidatos, llegado el momento. No mencionó nombres, sólo les mandó un mensaje sobre quienes desean despachar en el Bicentenario, ya sabemos quiénes son, pero nadie le tomó la palabra al gobernador del Estado. Como sí lo hizo Marcelo Ebrard al llamado de López Obrador.

A decir de los expertos en política local, quien sí le tomó la palabra al gobernador fue Jaime Rivas Loaiza, y por eso hace unos días echó la casa por la ventana en un claro anuncio de sus aspiraciones políticas. No sabemos si Rivas Loaiza sigue afiliado al PRI o ya lo hizo al partido de las palomitas blancas vestidas de azul. Para recordar: Carlos Salinas de Gortari, cuando llegó el momento de elegir a su sucesor, no se decidió por su hermano Manuel Camacho Solís, lo hizo por su hijo político Luis Donaldo Colosio. Si después algunos meses más tarde se arrepintió, y todo terminó en Lomas Taurinas, esa es otra historia. Hasta nuestros días prevalece la hipótesis del asesino solitario.

¿Si Jaime Rivas Loaiza es considerado el hermano del gobernador, a quién se le puede considerar su hijo político? Otra cosa que AMLO hizo que ya puede ser historia, cuando afirmó: “MORENA no va a elegir el próximo candidato a la presidencia de la República, será el pueblo quien lo elija”. En el otro extremo, la posible alianza entre el PAN y el PRI para 2024, sin duda estos partidos nombrarán a su candidato y le pedirán al pueblo que vote por él. Como dijo el clásico: si llegamos vivos, ya veremos.

Mientras se ponen de acuerdo aquí en Durango el PRI y el PAN para la alianza, lo cierto es que todos andan en campaña, aunque no sean hermanos o hijos políticos de quien será el fiel de la balanza.

Para recordar: Carlos Salinas de Gortari, al momento de elegir a su sucesor, no se decidió por su hermano Manuel Camacho Solís, lo hizo por su hijo político Luis Donaldo Colosio. Si más tarde se arrepintió, esa es otra historia.

En las trampas de la sucesión presidencial, y también en la de gobernadores, las frases históricas de la clase política mexicana son parte del anecdotario de los politólogos de café. “El que se mueve no sale”, “no se hagan bolas”, “primero el programa, después el candidato”, y muchas otras que usted seguramente recordará. Pero todo esto al parecer quedó atrás. Andrés Manuel López Obrador, sin duda uno de los políticos más astutos de los últimos tiempos. Es de los presidentes de la República más odiados, pero también de los más queridos. No hay día en que los medios impresos, electrónicos, las redes sociales y otros donde no sea la figura que marca la agenda nacional. Ningún presidente lo había logrado antes.

Sólo AMLO polariza la opinión pública, o como dicen, divide al país. En cambio, el vocero de FRENA, Sergio Lozano, quien se viste todo de azul, recorre el país “uniendo a los mexicanos” en contra del “señor López”, ya que según él ha logrado que 70% de los mexicanos estén en su contra. Tal afirmación, al menos no se reflejó en el pasado proceso electoral, donde MORENA y sus aliados ganaron 12 gubernaturas y no les fue mal en la Cámara de Diputados, y de acuerdo a las encuestas más recientes, en 2022 podría ganar cuatro de las seis gubernaturas en disputa. Ahora, López Obrador nos sorprende rompiendo las reglas del juego del sistema político mexicano. Si antes los aspirantes a la presidencia se cuidaban en ocultar sus intenciones, con lo que respecta a MORENA, Andrés Manuel ya les cambió la “pichada”.

En primer lugar, mencionó nombres de mujeres y hombres que pueden convertirse en su sucesor o sucesora. Por cierto, al único que se le olvidó mencionar fue al amigo de José Ramón Enríquez, Ricardo Monreal. Dijo Andrés Manuel: se acabaron los tapados, ahora yo soy el destapador. Así que en MORENA ya no habrá tapados, sino todo lo contrario. Con sus matices, el gobernador del estado José Rosas Aispuro Torres declaró a los medios: hay hombres y mujeres que pueden ser candidatas o candidatos, llegado el momento. No mencionó nombres, sólo les mandó un mensaje sobre quienes desean despachar en el Bicentenario, ya sabemos quiénes son, pero nadie le tomó la palabra al gobernador del Estado. Como sí lo hizo Marcelo Ebrard al llamado de López Obrador.

A decir de los expertos en política local, quien sí le tomó la palabra al gobernador fue Jaime Rivas Loaiza, y por eso hace unos días echó la casa por la ventana en un claro anuncio de sus aspiraciones políticas. No sabemos si Rivas Loaiza sigue afiliado al PRI o ya lo hizo al partido de las palomitas blancas vestidas de azul. Para recordar: Carlos Salinas de Gortari, cuando llegó el momento de elegir a su sucesor, no se decidió por su hermano Manuel Camacho Solís, lo hizo por su hijo político Luis Donaldo Colosio. Si después algunos meses más tarde se arrepintió, y todo terminó en Lomas Taurinas, esa es otra historia. Hasta nuestros días prevalece la hipótesis del asesino solitario.

¿Si Jaime Rivas Loaiza es considerado el hermano del gobernador, a quién se le puede considerar su hijo político? Otra cosa que AMLO hizo que ya puede ser historia, cuando afirmó: “MORENA no va a elegir el próximo candidato a la presidencia de la República, será el pueblo quien lo elija”. En el otro extremo, la posible alianza entre el PAN y el PRI para 2024, sin duda estos partidos nombrarán a su candidato y le pedirán al pueblo que vote por él. Como dijo el clásico: si llegamos vivos, ya veremos.

Mientras se ponen de acuerdo aquí en Durango el PRI y el PAN para la alianza, lo cierto es que todos andan en campaña, aunque no sean hermanos o hijos políticos de quien será el fiel de la balanza.

Para recordar: Carlos Salinas de Gortari, al momento de elegir a su sucesor, no se decidió por su hermano Manuel Camacho Solís, lo hizo por su hijo político Luis Donaldo Colosio. Si más tarde se arrepintió, esa es otra historia.