La idiosincrasia y la pandemia
La palabra idiosincrasia, de origen griego, la acuñó Pedro Antonio de Alarcón en el año de 1861, novelista de nacionalidad española. La palabra la utilizó para designar la manera de actuar de los napolitanos.
La idiosincrasia se refiere al temperamento que caracteriza a cada individuo y también designa a la manera de comportarse de un conjunto de personas integrantes de una comunidad. La idiosincrasia de un pueblo se forma a partir de las idiosincrasias individuales de quienes lo conforman.
En este tenor, es indiscutible que en los conflictos, las crisis o cualquier situación de dificultad, emergen las mejores y peores emociones de la sociedad para enfrentarlos. Reflexionando al respecto me hice la siguiente pregunta ¿Cómo están enfrentado la contingencia sanitaria las diferentes sociedades de otros pueblos?
Para ello, observé que las diferencias de su comportamiento son distintas y me di cuenta de lo mucho que tiene que ver la influencia de la idiosincrasia de cada uno de ellos. Recuerdo que en artículos anteriores escribí lo que hacían los pueblos de otros países y “dejé al aire” la diferencia del comportamiento de nosotros los mexicanos. Me parece que debo manifestar mi apreciación en la contextualización de cómo los mexicanos estamos enfrentado la pandemia de acuerdo con nuestra idiosincrasia.
En esta trama, la idiosincrasia mexicana se muestra de manera diferente para hacer frente al problema de la pandemia que azota a la humanidad. Nuestra actitud ante la vida es totalmente diferente a la de otros países que son nuestra mejor referencia, Francia, Estados Unidos, Inglaterra por citar algunos.
En primer lugar estamos con un estado de ánimo de presión y estamos perdiendo el control en nuestras reacciones y están emergiendo de manera inconsciente diferentes expresiones colectivas.
AngiTa Argüelles comenta que, cito “la manera de ser del mexicano es vivir en completo desorden, la preocupación por el aspecto emocional y espiritual de la vida se refugia en la religiosidad, en el apego a las tradiciones. Los mexicanos somos muy desesperados y buscamos siempre resultados rápidos y fáciles. Otra forma en que los mexicanos expresamos nuestra forma de pensar es con los refranes populares. Nuestras reacciones suelen ser variables, pero normalmente son reacciones impulsivas, sin pensar”. Explica que los valores de los mexicanos son: “el amor hacia la patria y a los mismos mexicanos. La familia. El respeto hacia su cultura y tradiciones. La confianza. La comunicación. La humanidad. La religión. La alegría. La solidaridad. La voluntad. El empeño y valentía”. Estos y otros estudios reflejan nuestras virtudes, pero también se manifiestan nuestros defectos.
Se puede decir que tenemos la cultura de aceptación y riesgo, “pos ya ni modo”, “no le saques”, ello como condicionante a la forma en que concebimos la vida, “si para morir nací”, “total, de algo me he de morir”. Aceptamos estoicamente las calamidades asumiendo que “Dios así lo dispuso, que venga lo que tiene que venir” y así, aceptamos nuestra idea de destino.
Apegado a esto está la indolencia en la toma de decisiones oportunas en el gobierno satirizando lo que sucede en otros lugares del orbe, invitando a no tener temor y a no dejarse influenciar por las noticias.
Esta reflexión nos lleva a la necesidad de modificar nuestra idiosincrasia a partir de la educación para enfrentar con otra actitud la crisis sanitaria, económica, social que ya está en puerta. Ojalá que el resultado en un futuro la idiosincrasia política sea un reflejo distinto de la idiosincrasia de nuestro pueblo. ¡Hasta la próxima!