/ domingo 17 de mayo de 2020

Oportunidad para el nuevo modelo educativo

La educación es la formación práctica y metodológica que se le da a una persona en las etapas de desarrollo y crecimiento. Es un proceso mediante el cual al individuo se le suministran herramientas y conocimientos esenciales para ponerlos en práctica en la vida cotidiana. El aprendizaje de una persona comienza desde su infancia, al ingresar en institutos llamados escuelas o colegios en donde personas previamente estudiadas y con amplios conocimientos implantarán en el pequeño identidades, valores éticos y culturales; detonarán las habilidades, destrezas y capacidades del individuo a fin de enfrentar exitosamente cualquier reto y convertirse en una persona de bien en el futuro.

Debido a la pandemia ocasionada por el virus SARS-COV2 que genera el nuevo coronavirus, la educación en México tendrá que enfrentar grandes desafíos para adecuarse a la nueva normalidad que privará en el mundo hasta que sea descubierta una vacuna contra esta enfermedad.

Ningún sistema educativo del mundo estaba preparado para la pandemia que estamos viviendo. La necesidad imperiosa de cerrar masivamente planteles escolares y de transitar a diversas modalidades de educación a distancia a fin de contener la propagación del virus nos tomó a todos por sorpresa. Encima, tuvimos que apagar la luz en las escuelas y enviar a niños y jóvenes a sus casas prácticamente de un día para el otro.

A propósito del Día del Maestro conmemorado antier, quiero exterminar mi respeto y admiración a su trabajo, toda vez que ante los nuevos retos están demostrando, una vez más, el compromiso objetivo, real, misionero, al dedicarse con grandes esfuerzos a adquirir los conocimientos para el manejo de las herramientas tecnológicas que les han permitido seguir en comunicación con sus alumnos y los padres de familia, llevando adelante el proceso enseñanza-aprendizaje.

En tiempos de Covid-19, la educación ha sido a distancia, bajo el programa “Aprende en casa” haciéndose una labor maratónica para que los maestros comunitarios lleven educación a las niñas, niños, jóvenes y adolescentes más marginados del país.

Para estos maestros que laboran en zonas rurales de alta marginación el nivel académico no es suficiente, porque enfrentan realidades desconocidas, condiciones de pobreza, rezago social, rezago cultural y aspectos de violencia. Se vuelven sicólogos, amigos, compañeros de todos los habitantes de las comunidades y en muchos casos, se vuelven ese rayo de luz que necesitan para salir adelante.

De ahí que ahora se debe ir pensando o planificando qué ocurrirá en los próximos meses con nuestro sistema educativo; ir viendo cuáles son las alternativas no sólo del desconfinamiento, sino de un nuevo modelo que, junto a las medidas sanitarias respectivas, permita incorporar de forma permanente a las nuevas tecnologías de la información de una manera exitosa. Actualmente la educación a distancia fue producto de una reacción urgente ante la contingencia, por lo que ahora con tiempo se debe planificar, como avanzar a una nueva etapa educativa con la experiencia acumulada estos meses, pero también con la expectativa de que los aislamientos por el Covid pueden continuar de una manera intermitente hasta que exista una vacuna.

Pero, además este nuevo modelo educativo deberá resituar a la comunidad por encima de individuo, ya que nos hemos dado cuenta que vivimos en un contexto de individualismo, consumismo, materialismo, con una preocupante ausencia de sentido social, de valores colectivos, de solidaridad y respeto al Estado de derecho que nos garantiza una convivencia armónica y constructiva. Se debe retomar desde las aulas el enseñar que somos más que uno, que la suma de individuos es lo que da forma a una comunidad y que por ello es importante el que todos seamos fraternos con el otro.

No hay mejor herramienta para combatir la desigualdad social y crear un nuevo modelo económico y social que la educación, por lo que esta pandemia nos debe servir como un aliciente para seguir dotando de recursos y fortalezas al sector educativo que nos forma médicos, enfermeras, químicos, etc., los cuales han sido muy valiosos para enfrentar esta situación crítica, pero han sido insuficientes, lo que ha evidenciado una carencia de profesionistas y especialistas en varios rubros.

Debemos tener presente que una de las grandes diferencias actuales entre los países altamente desarrollados y los que cuentan con economías emergentes (como la de México) está en la calidad de la educación que han recibido los profesionistas que ahora se encuentran al mando de las grandes decisiones en las empresas y en las áreas gubernamentales. Los modelos educativos distan mucho entre los países con altos niveles de desarrollo y los que se encuentran rezagados, siendo éste un factor relevante de que se sigan ahondando esas diferencias.

Por eso considero necesario que sigamos impulsando a la educación sin regatearle recursos ni insumos. Nunca será suficiente el apoyo que le demos al sector educativo, pero tampoco será un gasto, siempre hay que visualizarlo como la mejor inversión que como sociedad podemos hacer.

La educación es la formación práctica y metodológica que se le da a una persona en las etapas de desarrollo y crecimiento. Es un proceso mediante el cual al individuo se le suministran herramientas y conocimientos esenciales para ponerlos en práctica en la vida cotidiana. El aprendizaje de una persona comienza desde su infancia, al ingresar en institutos llamados escuelas o colegios en donde personas previamente estudiadas y con amplios conocimientos implantarán en el pequeño identidades, valores éticos y culturales; detonarán las habilidades, destrezas y capacidades del individuo a fin de enfrentar exitosamente cualquier reto y convertirse en una persona de bien en el futuro.

Debido a la pandemia ocasionada por el virus SARS-COV2 que genera el nuevo coronavirus, la educación en México tendrá que enfrentar grandes desafíos para adecuarse a la nueva normalidad que privará en el mundo hasta que sea descubierta una vacuna contra esta enfermedad.

Ningún sistema educativo del mundo estaba preparado para la pandemia que estamos viviendo. La necesidad imperiosa de cerrar masivamente planteles escolares y de transitar a diversas modalidades de educación a distancia a fin de contener la propagación del virus nos tomó a todos por sorpresa. Encima, tuvimos que apagar la luz en las escuelas y enviar a niños y jóvenes a sus casas prácticamente de un día para el otro.

A propósito del Día del Maestro conmemorado antier, quiero exterminar mi respeto y admiración a su trabajo, toda vez que ante los nuevos retos están demostrando, una vez más, el compromiso objetivo, real, misionero, al dedicarse con grandes esfuerzos a adquirir los conocimientos para el manejo de las herramientas tecnológicas que les han permitido seguir en comunicación con sus alumnos y los padres de familia, llevando adelante el proceso enseñanza-aprendizaje.

En tiempos de Covid-19, la educación ha sido a distancia, bajo el programa “Aprende en casa” haciéndose una labor maratónica para que los maestros comunitarios lleven educación a las niñas, niños, jóvenes y adolescentes más marginados del país.

Para estos maestros que laboran en zonas rurales de alta marginación el nivel académico no es suficiente, porque enfrentan realidades desconocidas, condiciones de pobreza, rezago social, rezago cultural y aspectos de violencia. Se vuelven sicólogos, amigos, compañeros de todos los habitantes de las comunidades y en muchos casos, se vuelven ese rayo de luz que necesitan para salir adelante.

De ahí que ahora se debe ir pensando o planificando qué ocurrirá en los próximos meses con nuestro sistema educativo; ir viendo cuáles son las alternativas no sólo del desconfinamiento, sino de un nuevo modelo que, junto a las medidas sanitarias respectivas, permita incorporar de forma permanente a las nuevas tecnologías de la información de una manera exitosa. Actualmente la educación a distancia fue producto de una reacción urgente ante la contingencia, por lo que ahora con tiempo se debe planificar, como avanzar a una nueva etapa educativa con la experiencia acumulada estos meses, pero también con la expectativa de que los aislamientos por el Covid pueden continuar de una manera intermitente hasta que exista una vacuna.

Pero, además este nuevo modelo educativo deberá resituar a la comunidad por encima de individuo, ya que nos hemos dado cuenta que vivimos en un contexto de individualismo, consumismo, materialismo, con una preocupante ausencia de sentido social, de valores colectivos, de solidaridad y respeto al Estado de derecho que nos garantiza una convivencia armónica y constructiva. Se debe retomar desde las aulas el enseñar que somos más que uno, que la suma de individuos es lo que da forma a una comunidad y que por ello es importante el que todos seamos fraternos con el otro.

No hay mejor herramienta para combatir la desigualdad social y crear un nuevo modelo económico y social que la educación, por lo que esta pandemia nos debe servir como un aliciente para seguir dotando de recursos y fortalezas al sector educativo que nos forma médicos, enfermeras, químicos, etc., los cuales han sido muy valiosos para enfrentar esta situación crítica, pero han sido insuficientes, lo que ha evidenciado una carencia de profesionistas y especialistas en varios rubros.

Debemos tener presente que una de las grandes diferencias actuales entre los países altamente desarrollados y los que cuentan con economías emergentes (como la de México) está en la calidad de la educación que han recibido los profesionistas que ahora se encuentran al mando de las grandes decisiones en las empresas y en las áreas gubernamentales. Los modelos educativos distan mucho entre los países con altos niveles de desarrollo y los que se encuentran rezagados, siendo éste un factor relevante de que se sigan ahondando esas diferencias.

Por eso considero necesario que sigamos impulsando a la educación sin regatearle recursos ni insumos. Nunca será suficiente el apoyo que le demos al sector educativo, pero tampoco será un gasto, siempre hay que visualizarlo como la mejor inversión que como sociedad podemos hacer.