/ martes 17 de noviembre de 2020

Órdenes de empresarios no se discuten

La frase del encabezado de este artículo, obedece a la autoría de un extinto líder local, que a todo mundo intimidaba, cuando imponía a los trabajadores sus arbitrariedades, bajo el lema: “Las órdenes de Fidel no se discuten, se acatan”.

Pues ahora dicho lema lo hemos parafraseado, para ponderar la obediencia que el PRIAN rinde a los empresarios, quienes con sus propias manos, han corrido la cortina que cubría la nave de sus peones, para que ya, sin tapujos ni prejuicios acaten sus órdenes ante la opinión pública y sea testigo de que “Sí por México” será el punto de unión partidista contra el presidente.

Ahora sí, ya nos quedó claro que los empresarios gobernaban bajo el sello de la impudicia y tras la fachada de la fantochería, pero ahora descaradamente toman la estafeta política, ante el PRIAN derrotado y su incapacidad de recuperar el triunfo por su cuenta. De ahí la urgencia de imponerles la agenda y a ultranza asumir un mando único, donde ningún partido podrá actuar sin la venia del partido de partidos: “Sí por México”

Ya nos quedó claro que las órdenes de los empresarios y patrones ya no eran muy efectivas desde el closet, por eso tuvieron que salir de ahí, para que todo México se entere de quién manda y la orden que han dado a los partidos y que deben acatar sin cometer errores, porque los paraísos del dinero y el placer, no están dispuestos a pagar si los cometen.

No era ningún secreto que al poder político lo mangoneara el económico, pero ahora como el primero le exige al segundo que pague los impuestos que debe, ese ha sido el resorte que ha movido “su amor por México” y es tanto, que no han vacilado en ofrendarle toneladas de corrupción y desprestigio para que no extrañe la obra de sus manos.

El espanto que padecen por la ausencia del poder, ha hecho que se acrisole “su amor por México” a tal grado, que los ha motivado a urdir un recipiendario donde fluya el cascajo de los rupas, la hipocresía de la doble moral y la desvergüenza de las rémoras, cuya dignidad no importa que se acabe de diluir, con tal de enfrentar montonera y cobardemente a quien limpiamente los desfondó.

Satanizan y hieren de muerte al partido en el poder, pero aún se mueve y eso es lo que ha hecho que los dueños reales del poder, hayan salido de la comodidad de sus aposentos y que al mismo tiempo interrumpieran la tranquilidad de sus sueños, para unir a los buenos y a los malos y hacer suyo el mandato celestial de “amaos los unos a los otros” porque el próximo reino regresará a los empresarios y los buenos peones recibirán aumento de salario.

Por supuesto que esta jugada oficializa y sella las siglas de la mafia y ahora sus subordinados atados y mancornados, cabestrearán hacia donde ella apunte y lo harán sin chistar, para que el electorado no pierda de vista que cuando han mandado ha sido obedeciendo a sus superiores. De ahí la importancia y el peso que aquilatan del empresariado al dar la cara por ellos.

Acción que se torna muy controversial, porque la cara que hoy asoma no está muy limpia para figuran en calidad de aval. Sin embargo, hay astucia en ese coctel de desperdicios que acaban de preparar, y aunque no garantiza que despierte el apetito de los paladares comunes y corrientes, aún así, lo legitiman, aduciendo que el mal que los persigue es peor. Por eso, han preferido soportar el tufo de los arrimados y el desprestigio de los haraganes, que al fin y al cabo en el entendido de los valores, no hay escollos ni prejuicios que superar, porque la calaña que los une es la de vivir bien y sin trabajar.

Así, acostumbrados a ese tren de .vida, jamás estarán dispuestos a bajarse de él, pese a que lo han descarrilado, pero ahora por su amor, han decidido restaurarlo y para eso han acudido a los noventa años de rapacidad del PRIAN y su capa satelital y decirle a los electores que ahora es sólo uno, pero corregido y aumentado.

La frase del encabezado de este artículo, obedece a la autoría de un extinto líder local, que a todo mundo intimidaba, cuando imponía a los trabajadores sus arbitrariedades, bajo el lema: “Las órdenes de Fidel no se discuten, se acatan”.

Pues ahora dicho lema lo hemos parafraseado, para ponderar la obediencia que el PRIAN rinde a los empresarios, quienes con sus propias manos, han corrido la cortina que cubría la nave de sus peones, para que ya, sin tapujos ni prejuicios acaten sus órdenes ante la opinión pública y sea testigo de que “Sí por México” será el punto de unión partidista contra el presidente.

Ahora sí, ya nos quedó claro que los empresarios gobernaban bajo el sello de la impudicia y tras la fachada de la fantochería, pero ahora descaradamente toman la estafeta política, ante el PRIAN derrotado y su incapacidad de recuperar el triunfo por su cuenta. De ahí la urgencia de imponerles la agenda y a ultranza asumir un mando único, donde ningún partido podrá actuar sin la venia del partido de partidos: “Sí por México”

Ya nos quedó claro que las órdenes de los empresarios y patrones ya no eran muy efectivas desde el closet, por eso tuvieron que salir de ahí, para que todo México se entere de quién manda y la orden que han dado a los partidos y que deben acatar sin cometer errores, porque los paraísos del dinero y el placer, no están dispuestos a pagar si los cometen.

No era ningún secreto que al poder político lo mangoneara el económico, pero ahora como el primero le exige al segundo que pague los impuestos que debe, ese ha sido el resorte que ha movido “su amor por México” y es tanto, que no han vacilado en ofrendarle toneladas de corrupción y desprestigio para que no extrañe la obra de sus manos.

El espanto que padecen por la ausencia del poder, ha hecho que se acrisole “su amor por México” a tal grado, que los ha motivado a urdir un recipiendario donde fluya el cascajo de los rupas, la hipocresía de la doble moral y la desvergüenza de las rémoras, cuya dignidad no importa que se acabe de diluir, con tal de enfrentar montonera y cobardemente a quien limpiamente los desfondó.

Satanizan y hieren de muerte al partido en el poder, pero aún se mueve y eso es lo que ha hecho que los dueños reales del poder, hayan salido de la comodidad de sus aposentos y que al mismo tiempo interrumpieran la tranquilidad de sus sueños, para unir a los buenos y a los malos y hacer suyo el mandato celestial de “amaos los unos a los otros” porque el próximo reino regresará a los empresarios y los buenos peones recibirán aumento de salario.

Por supuesto que esta jugada oficializa y sella las siglas de la mafia y ahora sus subordinados atados y mancornados, cabestrearán hacia donde ella apunte y lo harán sin chistar, para que el electorado no pierda de vista que cuando han mandado ha sido obedeciendo a sus superiores. De ahí la importancia y el peso que aquilatan del empresariado al dar la cara por ellos.

Acción que se torna muy controversial, porque la cara que hoy asoma no está muy limpia para figuran en calidad de aval. Sin embargo, hay astucia en ese coctel de desperdicios que acaban de preparar, y aunque no garantiza que despierte el apetito de los paladares comunes y corrientes, aún así, lo legitiman, aduciendo que el mal que los persigue es peor. Por eso, han preferido soportar el tufo de los arrimados y el desprestigio de los haraganes, que al fin y al cabo en el entendido de los valores, no hay escollos ni prejuicios que superar, porque la calaña que los une es la de vivir bien y sin trabajar.

Así, acostumbrados a ese tren de .vida, jamás estarán dispuestos a bajarse de él, pese a que lo han descarrilado, pero ahora por su amor, han decidido restaurarlo y para eso han acudido a los noventa años de rapacidad del PRIAN y su capa satelital y decirle a los electores que ahora es sólo uno, pero corregido y aumentado.