/ jueves 30 de enero de 2020

Otra vez el Tunal: ¡Qué de raro tiene!

En teoría, tenemos una Ley Federal de Equilibrio Ecológico y Protección al Medio Ambiente, que ya la quisieran países del primer mundo para proteger su ecología. Contempla sanciones y lo regulan lo elativo al quinto lugar del artículo 4° y 25 de nuestra Constitución política.

No hace mucho, un ministro de la Corte declaró: “Tenemos una Constitución muy bonita, lástima que no se aplique”. En realidad, desde hace muchos años el río Tunal fue contaminado por una empresa papelera. Y según estudios, aseguran que si hoy se dejara de contaminar tardaría más de 100 años en recuperarse de los daños ecológicos.

En aquellos tiempos el poblado Independencia y Libertad del municipio de la capital y el de Nombre de Dios han sufrido severos daños en su salud. Los peces mueren por contaminación, lo mismo el ganado que bebe agua de ese río. Cuando al río Tunal, en aras del progreso lo contaminaron, El Saltito, sus aguas y cascadas dejaron de ser un paraíso.

En la administración de José Ramón Enríquez, miles de peces murieron a la altura de los poblados 5 de Febrero y Contreras, entre otros. A raíz de este ecocidio, se interpuso una demanda de juicio de amparo y se radicó en el Tercer Juzgado de Distrito. El amparo fue sobreseído porque de acuerdo al juez, los quejosos no acreditaron el interés legítimo. En cambio, sí reconoció los actos reclamados en contra de las autoridades municipales, Conagua, Semanart, Profepa, entre otras.

Los quejosos interpusieron un recurso de revisión en las instancias jurisdiccionales que culminaron en un colegiado de circuito con sede en Saltillo, Coahuila. Dicho amparo fue atraído por la Suprema Corte de Justicia de la Nación y esta instancia lo regresó a dicho circuito colegiado para que emita la resolución correspondiente.

Hasta el día de hoy no ha sido emitida porque al parecer la sentencia podría venir a favor de los quejosos, lo que significaría miles de millones de pesos. El tema de la contaminación del río Tunal no es nada sencillo. En primer lugar, se estaría violando el derecho humano a la salud, el de un ambiente sano y sustentable. Todos sabemos que empresas privadas y organismos públicos con sus desechos contaminan.

El amparo al que hacemos referencia, está involucrada la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales que opera el Municipio, considerada como la principal fuente de contaminación del río Tunal y aún así no se ha hecho nada para evitar daños ecológicos.

Y hablando de mujeres y traiciones: Cuando murieron miles de peces que afectaron al poblado 5 de Febrero y otros, el hoy director de Medio Ambiente Municipal fue uno de los activistas que rescataron los peces ya muertos, denunció a los medio el ecocidio, apoyado por asociaciones ambientalistas como “ser luz y tierra”.

Imaginamos que Pancho Franco ya tomó cartas en el asunto de lo sucedido en el poblado Independencia y Libertad. O a lo mejor anda muy ocupado derribando ladrilleras que el día de mañana se volverán a reinstalar. Ahora es cuando, el flamante director de Medio Ambiente Municipal, ya como autoridad haga cumplir la ley.

En teoría, tenemos una Ley Federal de Equilibrio Ecológico y Protección al Medio Ambiente, que ya la quisieran países del primer mundo para proteger su ecología. Contempla sanciones y lo regulan lo elativo al quinto lugar del artículo 4° y 25 de nuestra Constitución política.

No hace mucho, un ministro de la Corte declaró: “Tenemos una Constitución muy bonita, lástima que no se aplique”. En realidad, desde hace muchos años el río Tunal fue contaminado por una empresa papelera. Y según estudios, aseguran que si hoy se dejara de contaminar tardaría más de 100 años en recuperarse de los daños ecológicos.

En aquellos tiempos el poblado Independencia y Libertad del municipio de la capital y el de Nombre de Dios han sufrido severos daños en su salud. Los peces mueren por contaminación, lo mismo el ganado que bebe agua de ese río. Cuando al río Tunal, en aras del progreso lo contaminaron, El Saltito, sus aguas y cascadas dejaron de ser un paraíso.

En la administración de José Ramón Enríquez, miles de peces murieron a la altura de los poblados 5 de Febrero y Contreras, entre otros. A raíz de este ecocidio, se interpuso una demanda de juicio de amparo y se radicó en el Tercer Juzgado de Distrito. El amparo fue sobreseído porque de acuerdo al juez, los quejosos no acreditaron el interés legítimo. En cambio, sí reconoció los actos reclamados en contra de las autoridades municipales, Conagua, Semanart, Profepa, entre otras.

Los quejosos interpusieron un recurso de revisión en las instancias jurisdiccionales que culminaron en un colegiado de circuito con sede en Saltillo, Coahuila. Dicho amparo fue atraído por la Suprema Corte de Justicia de la Nación y esta instancia lo regresó a dicho circuito colegiado para que emita la resolución correspondiente.

Hasta el día de hoy no ha sido emitida porque al parecer la sentencia podría venir a favor de los quejosos, lo que significaría miles de millones de pesos. El tema de la contaminación del río Tunal no es nada sencillo. En primer lugar, se estaría violando el derecho humano a la salud, el de un ambiente sano y sustentable. Todos sabemos que empresas privadas y organismos públicos con sus desechos contaminan.

El amparo al que hacemos referencia, está involucrada la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales que opera el Municipio, considerada como la principal fuente de contaminación del río Tunal y aún así no se ha hecho nada para evitar daños ecológicos.

Y hablando de mujeres y traiciones: Cuando murieron miles de peces que afectaron al poblado 5 de Febrero y otros, el hoy director de Medio Ambiente Municipal fue uno de los activistas que rescataron los peces ya muertos, denunció a los medio el ecocidio, apoyado por asociaciones ambientalistas como “ser luz y tierra”.

Imaginamos que Pancho Franco ya tomó cartas en el asunto de lo sucedido en el poblado Independencia y Libertad. O a lo mejor anda muy ocupado derribando ladrilleras que el día de mañana se volverán a reinstalar. Ahora es cuando, el flamante director de Medio Ambiente Municipal, ya como autoridad haga cumplir la ley.