/ martes 14 de mayo de 2019

Pablo Toquero, un exiliado español

Este 2019 se cumplen 80 años del exilio español a México, motivado por la Guerra Civil en aquel país europeo.

Gracias a los esfuerzos humanitarios desplegados por el entonces presidente de México Gral. Lázaro Cárdenas del Río, la vida de los transterrados de la Madre Patria, recobró sentido en México, tras ser recibidos con los brazos abiertos e integrados a la vida productiva y académica de México.

Durango, fue un ejemplo de bondad al amparar a un ser extraordinario que logró llegar a esta entidad federativa, amparado por una política cardenista de aceptación y sensibilidad por aquellos seres humanos que fueron obligados a dejar su terruño derivado de las fobias o filiaciones políticas.

Pablo Toquero Pedroviejo, nació un 18 de agosto de 1902, en la localidad de Fuente el Saz de Jarama, de la comunidad de Madrid, en España, siendo sus padres Guillermo Toquero y María Pedroviejo. Conforme a datos familiares, durante su niñez, y en compañía de sus hermanos, Pedro coadyuvó al esfuerzo de su padre en las distintas actividades agrícolas en su pueblo natal, de igual forma, asistió al párroco del lugar, como monaguillo en la Iglesia de San Pedro Apóstol. En su juventud desempeñó el oficio de ovejero con singular éxito, ocupación que le permitió contraer nupcias a temprana edad, procreando dos hijos.

El estallamiento de la Guerra Civil española, germinó un conflicto de fuerzas políticas por la lucha de poder en España, generado por el poderío del General Francisco Franco, disputa que trascendió a toda Europa de 1936 a 1939, año que inició la Segunda Guerra Mundial. Pablo Toquero, se identificó de inmediato con la causa republicana, ostentando el grado de capitán de intendencia, combatiendo con denuedo por sus ideales, sin embargo, durante la guerra tuvo que sobrellevar el sufrimiento por la pérdida de su esposa y sus dos hijos.

Obligado por la represión y persecución franquista, decidió el exilio forzoso a México, formando parte de esa generación tatuada por el sufrimiento de una guerra.

Al arribar al Puerto de Veracruz en territorio mexicano, acompañado de una oleada de exiliados españoles, Pablo Toquero trabajó por un tiempo en el trasporte de frutas y de ahí viajó a la Colonia Santa Clara del Estado de Chihuahua. Pasado un tiempo, se fue a radicar al municipio de Indé, Dgo., en busca de estabilidad y empleo. Fue ocupado como administrador de la Hacienda de San Salvador, en el municipio de Rodeo; posteriormente se asoció con tres amigos y juntos alquilaron el rancho “La Puerta del Durazno” al norte del estado, consagrándose por un tiempo a la cría de ovejas, actividad ya conocida por él, y que desempeñara en sus años mozos en su natal España.

En 1962, inició el negocio de la gasolina, alternando su empresa con la agricultura y la compra – venta de ganado; al año siguiente, decide establecerse de manera definitiva en Las Nieves, Durango. La vida le brindó una segunda oportunidad y contrae matrimonio con Juana Gutiérrez Rentería, que había conocido previamente en El Tizonazo en Indé, Dgo., procreando tres hijas y un varón, siendo éstos: María Elena, Gregoria, Socorro y Pedro; todos de apellidos Toquero Gutiérrez.

El sitio definitivo de asiento donde Pablo Toquero decide radicar en el municipio de Ocampo, trasformó su entorno y su concepción como parte de un núcleo familiar establecido, mismo que por eventualidades del destino perdiera durante la Guerra Civil española, esta vez encontrando la paz y tranquilidad anhelada en Las Nieves. A su llegada de inmediato se involucró como presidente del Comité Pro - Electrificación de la comunidad, logrando su cometido. Como presidente de la Asociación de Padres de Familia, promovió la construcción de la escuela primaria federal “Benito Juárez”, además de ser incluido en el comité del tendido de la Red de Agua Potable de la población en referencia.

Promovió con singular pasión la puesta en marcha de la escuela secundaria por cooperación “Niños Héroes”, quien fuera el antecedente inmediato para la fundación de la Escuela Secundaria Técnica de Las Nieves, participando de igual manera en su gestión y autorización.

Fiel a su origen, su debilidad culinaria fue la Paella, el cochinito al horno, la carne de borrego, jamón serrano, chorizo y tocino que él mismo preparaba. La esencia española era significativa al escuchar en él las expresiones: ¡Coño!, ¡joder! y ¡Ostias! Murió víctima de un paro cardiaco en la Ciudad de Torreón, Coahuila; el 5 de julio de 1977 y sus restos mortales descansan en el pueblo de Las Nieves, Durango.

Homenaje permanente a Don Pablo Toquero a 80 años de su exilio; va esta historia de vida en reconocimiento a un transterrado español que dio ejemplo con su trabajo, construyendo un México y un Durango más próspero.

Este 2019 se cumplen 80 años del exilio español a México, motivado por la Guerra Civil en aquel país europeo.

Gracias a los esfuerzos humanitarios desplegados por el entonces presidente de México Gral. Lázaro Cárdenas del Río, la vida de los transterrados de la Madre Patria, recobró sentido en México, tras ser recibidos con los brazos abiertos e integrados a la vida productiva y académica de México.

Durango, fue un ejemplo de bondad al amparar a un ser extraordinario que logró llegar a esta entidad federativa, amparado por una política cardenista de aceptación y sensibilidad por aquellos seres humanos que fueron obligados a dejar su terruño derivado de las fobias o filiaciones políticas.

Pablo Toquero Pedroviejo, nació un 18 de agosto de 1902, en la localidad de Fuente el Saz de Jarama, de la comunidad de Madrid, en España, siendo sus padres Guillermo Toquero y María Pedroviejo. Conforme a datos familiares, durante su niñez, y en compañía de sus hermanos, Pedro coadyuvó al esfuerzo de su padre en las distintas actividades agrícolas en su pueblo natal, de igual forma, asistió al párroco del lugar, como monaguillo en la Iglesia de San Pedro Apóstol. En su juventud desempeñó el oficio de ovejero con singular éxito, ocupación que le permitió contraer nupcias a temprana edad, procreando dos hijos.

El estallamiento de la Guerra Civil española, germinó un conflicto de fuerzas políticas por la lucha de poder en España, generado por el poderío del General Francisco Franco, disputa que trascendió a toda Europa de 1936 a 1939, año que inició la Segunda Guerra Mundial. Pablo Toquero, se identificó de inmediato con la causa republicana, ostentando el grado de capitán de intendencia, combatiendo con denuedo por sus ideales, sin embargo, durante la guerra tuvo que sobrellevar el sufrimiento por la pérdida de su esposa y sus dos hijos.

Obligado por la represión y persecución franquista, decidió el exilio forzoso a México, formando parte de esa generación tatuada por el sufrimiento de una guerra.

Al arribar al Puerto de Veracruz en territorio mexicano, acompañado de una oleada de exiliados españoles, Pablo Toquero trabajó por un tiempo en el trasporte de frutas y de ahí viajó a la Colonia Santa Clara del Estado de Chihuahua. Pasado un tiempo, se fue a radicar al municipio de Indé, Dgo., en busca de estabilidad y empleo. Fue ocupado como administrador de la Hacienda de San Salvador, en el municipio de Rodeo; posteriormente se asoció con tres amigos y juntos alquilaron el rancho “La Puerta del Durazno” al norte del estado, consagrándose por un tiempo a la cría de ovejas, actividad ya conocida por él, y que desempeñara en sus años mozos en su natal España.

En 1962, inició el negocio de la gasolina, alternando su empresa con la agricultura y la compra – venta de ganado; al año siguiente, decide establecerse de manera definitiva en Las Nieves, Durango. La vida le brindó una segunda oportunidad y contrae matrimonio con Juana Gutiérrez Rentería, que había conocido previamente en El Tizonazo en Indé, Dgo., procreando tres hijas y un varón, siendo éstos: María Elena, Gregoria, Socorro y Pedro; todos de apellidos Toquero Gutiérrez.

El sitio definitivo de asiento donde Pablo Toquero decide radicar en el municipio de Ocampo, trasformó su entorno y su concepción como parte de un núcleo familiar establecido, mismo que por eventualidades del destino perdiera durante la Guerra Civil española, esta vez encontrando la paz y tranquilidad anhelada en Las Nieves. A su llegada de inmediato se involucró como presidente del Comité Pro - Electrificación de la comunidad, logrando su cometido. Como presidente de la Asociación de Padres de Familia, promovió la construcción de la escuela primaria federal “Benito Juárez”, además de ser incluido en el comité del tendido de la Red de Agua Potable de la población en referencia.

Promovió con singular pasión la puesta en marcha de la escuela secundaria por cooperación “Niños Héroes”, quien fuera el antecedente inmediato para la fundación de la Escuela Secundaria Técnica de Las Nieves, participando de igual manera en su gestión y autorización.

Fiel a su origen, su debilidad culinaria fue la Paella, el cochinito al horno, la carne de borrego, jamón serrano, chorizo y tocino que él mismo preparaba. La esencia española era significativa al escuchar en él las expresiones: ¡Coño!, ¡joder! y ¡Ostias! Murió víctima de un paro cardiaco en la Ciudad de Torreón, Coahuila; el 5 de julio de 1977 y sus restos mortales descansan en el pueblo de Las Nieves, Durango.

Homenaje permanente a Don Pablo Toquero a 80 años de su exilio; va esta historia de vida en reconocimiento a un transterrado español que dio ejemplo con su trabajo, construyendo un México y un Durango más próspero.