/ viernes 18 de enero de 2019

Peligro ante un liderazgo fanático

Todos lamentamos que, por discrepancias de pensamiento nos volteemos la cara y perdamos aquella armonía amistosa que se había logrado por varios años, pero desgraciadamente, suele suceder esencialmente en las discrepancias de cuestiones religiosas y políticas, aunque en ocasiones hasta por los equipos de futbol, la concordia entre los amigos se suele perder.

El mayor problema sucede cuando alimentamos más y más nuestras creencias sin aceptar alguna razón distinta, creándose un fanatismo que puede llegar a ser un problema bastante grave, y señalan los especialistas, que ese desarrollo es debido a la ansiedad de estar seguros de algo por lo que se sienten inseguros, como un mecanismo de defensa. Freud afirmó que a través del fanatismo el hombre busca su felicidad y su seguridad.

Para Erich Fromm, el fanatismo es como un intento de escapar de la soledad, el deseo de establecer vínculos afectivos con otras personas que comparten las mismas creencias disminuyendo así el miedo a la libertad y a la soledad a la misma vez.

La persona fanática considera tener la verdad absoluta y no necesita cuestionarse esa verdad como lo haría el relativista; el fanático se encierra en sus creencias, sin importarle las críticas ni las razones de otras personas.

Buscando, para la realización del presente artículo, cuáles son las características de los fanáticos, encontré que siempre consideran tener la verdad sin poder ser cuestionada por nada ni por nadie, nunca razonan y no admiten una discusión sobre lo que consideran dogmas no debatibles.

El fanático trata de imponer sus propias creencias sobre los demás y de forzar a todos los que tiene cerca a que crean de la misma manera que él. El fanático no cree en la diversidad de pensamientos ni en la posibilidad de abrirse a nuevas ideas o movimientos.

Aunque toda pasión obsesiva hacia algo puede causar fanatismo, como por el deporte, por la música etc., este apasionamiento y tenacidad desmedida en defensa de creencias u opiniones ha sido mucho más común en la esfera de la religión y la política, en donde usualmente se forman sectas dentro de sus mismos grupos, atrayendo a personas fanáticas que los apoyan con sus ideas.

Tanto en la religión como en materia política, se pueden encontrar a quienes han sido líderes positivos y también líderes negativos, y si analizamos las características de los líderes negativos, son los que extreman coincidencias de personas fanáticas.

Pues mientras el líder positivo utiliza su influencia para obtener lo mejor de sus seguidores, en cuanto a sentimientos, actitudes, mejores maneras de pensar y actuar aceptando la razón para beneficio de la mayoría, los lideres negativos, utilizan su influencia para llegar a los sentimientos más negativos y bajos de sus seguidores, aunque navegando con bandera de amor y paz, sus sentimientos son de rencor, de crítica destructiva hacia la persona, de odio, de sed de venganza, de caos y hasta de violencia, utilizando todos y cada uno de los sentimientos negativos para lograr conquistar sus objetivos, son personas que confrontan, que envueltos en un fanatismo obsesivo dividen, no respetan ni aprecian las características razonables de alguna persona, por considerarla un adversario y contrario a sus ideologías.

Se podría clasificar a muchos líderes tanto positivos como negativos que la historia les ha reservado un lugar especial, pero para tratar de considerar las características negativas que tiene un líder segado por su fanatismo, podemos hablar de Fidel Castro quien, persuadiendo a sus seguidores ante la corrupción que operaba en la Isla de Cuba, aprovechó para realizar soberbiamente sus caprichos sin importarle la situación de todo un pueblo que aceptó su liderazgo.

Hugo Chávez, quien ante un intento fracasado de golpe de estado, fundando el movimiento bolivariano logró posteriormente su candidatura, en la que señalando errores y cosas negativas de las administraciones gubernamentales venezolanas, la gran mayoría de ellas sin comprobar, ganó las elecciones y, al igual que Fidel Casto, cambiando leyes constitucionales y demás, logró perpetuarse en el poder, actuando en forma arrogante y caprichosa, llevaron al pueblo a una banca rota, pero se conoce que ellos y gran parte de sus allegados siempre gozaron de riquezas, como el caso de María Gabriela Chávez, hija de Hugo, a quien en el año 2015, se le calculaba una fortuna de 4´197´000,000.00 dólares en sus cuentas de Andorra y Estados Unidos.

Así, ante la crisis económica, la falta de credibilidad, inseguridad, corrupción, impunidad y deterioro social, los líderes se pueden aprovechar prometiendo al pueblo su eliminación absoluta, y aunque no comprueben sus acusaciones, son tan sensacionales y convincentes que provocan un festín en sus seguidores, a quienes, cada vez que hablen de quienes tengan más, ya sea por corruptos o por así haberlo logrado por un trabajo digno, provocará siempre mayor atracción y existirá una ofuscación irracional a quien muestre una ideología contraria a la de sus líder, consumándose en esta ocasión un verdadero fanatismo que impedirá aceptar cualquier realidad por evidente que sea.

Mas un líder carente de fanatismo, es el que siempre se distingue por inspirar y guiar a personas, por ser modelo para los demás, por no adoptar valores negativos, destacándose siempre por su sencillez, su capacidad de trabajo en grupo y la expresión veraz y libre de sus ideas, por luchar por sus principios y los de los otros, aceptando las razones y conservando excelentes relaciones humanas actuando siempre acertadamente y con dignidad.

Todos lamentamos que, por discrepancias de pensamiento nos volteemos la cara y perdamos aquella armonía amistosa que se había logrado por varios años, pero desgraciadamente, suele suceder esencialmente en las discrepancias de cuestiones religiosas y políticas, aunque en ocasiones hasta por los equipos de futbol, la concordia entre los amigos se suele perder.

El mayor problema sucede cuando alimentamos más y más nuestras creencias sin aceptar alguna razón distinta, creándose un fanatismo que puede llegar a ser un problema bastante grave, y señalan los especialistas, que ese desarrollo es debido a la ansiedad de estar seguros de algo por lo que se sienten inseguros, como un mecanismo de defensa. Freud afirmó que a través del fanatismo el hombre busca su felicidad y su seguridad.

Para Erich Fromm, el fanatismo es como un intento de escapar de la soledad, el deseo de establecer vínculos afectivos con otras personas que comparten las mismas creencias disminuyendo así el miedo a la libertad y a la soledad a la misma vez.

La persona fanática considera tener la verdad absoluta y no necesita cuestionarse esa verdad como lo haría el relativista; el fanático se encierra en sus creencias, sin importarle las críticas ni las razones de otras personas.

Buscando, para la realización del presente artículo, cuáles son las características de los fanáticos, encontré que siempre consideran tener la verdad sin poder ser cuestionada por nada ni por nadie, nunca razonan y no admiten una discusión sobre lo que consideran dogmas no debatibles.

El fanático trata de imponer sus propias creencias sobre los demás y de forzar a todos los que tiene cerca a que crean de la misma manera que él. El fanático no cree en la diversidad de pensamientos ni en la posibilidad de abrirse a nuevas ideas o movimientos.

Aunque toda pasión obsesiva hacia algo puede causar fanatismo, como por el deporte, por la música etc., este apasionamiento y tenacidad desmedida en defensa de creencias u opiniones ha sido mucho más común en la esfera de la religión y la política, en donde usualmente se forman sectas dentro de sus mismos grupos, atrayendo a personas fanáticas que los apoyan con sus ideas.

Tanto en la religión como en materia política, se pueden encontrar a quienes han sido líderes positivos y también líderes negativos, y si analizamos las características de los líderes negativos, son los que extreman coincidencias de personas fanáticas.

Pues mientras el líder positivo utiliza su influencia para obtener lo mejor de sus seguidores, en cuanto a sentimientos, actitudes, mejores maneras de pensar y actuar aceptando la razón para beneficio de la mayoría, los lideres negativos, utilizan su influencia para llegar a los sentimientos más negativos y bajos de sus seguidores, aunque navegando con bandera de amor y paz, sus sentimientos son de rencor, de crítica destructiva hacia la persona, de odio, de sed de venganza, de caos y hasta de violencia, utilizando todos y cada uno de los sentimientos negativos para lograr conquistar sus objetivos, son personas que confrontan, que envueltos en un fanatismo obsesivo dividen, no respetan ni aprecian las características razonables de alguna persona, por considerarla un adversario y contrario a sus ideologías.

Se podría clasificar a muchos líderes tanto positivos como negativos que la historia les ha reservado un lugar especial, pero para tratar de considerar las características negativas que tiene un líder segado por su fanatismo, podemos hablar de Fidel Castro quien, persuadiendo a sus seguidores ante la corrupción que operaba en la Isla de Cuba, aprovechó para realizar soberbiamente sus caprichos sin importarle la situación de todo un pueblo que aceptó su liderazgo.

Hugo Chávez, quien ante un intento fracasado de golpe de estado, fundando el movimiento bolivariano logró posteriormente su candidatura, en la que señalando errores y cosas negativas de las administraciones gubernamentales venezolanas, la gran mayoría de ellas sin comprobar, ganó las elecciones y, al igual que Fidel Casto, cambiando leyes constitucionales y demás, logró perpetuarse en el poder, actuando en forma arrogante y caprichosa, llevaron al pueblo a una banca rota, pero se conoce que ellos y gran parte de sus allegados siempre gozaron de riquezas, como el caso de María Gabriela Chávez, hija de Hugo, a quien en el año 2015, se le calculaba una fortuna de 4´197´000,000.00 dólares en sus cuentas de Andorra y Estados Unidos.

Así, ante la crisis económica, la falta de credibilidad, inseguridad, corrupción, impunidad y deterioro social, los líderes se pueden aprovechar prometiendo al pueblo su eliminación absoluta, y aunque no comprueben sus acusaciones, son tan sensacionales y convincentes que provocan un festín en sus seguidores, a quienes, cada vez que hablen de quienes tengan más, ya sea por corruptos o por así haberlo logrado por un trabajo digno, provocará siempre mayor atracción y existirá una ofuscación irracional a quien muestre una ideología contraria a la de sus líder, consumándose en esta ocasión un verdadero fanatismo que impedirá aceptar cualquier realidad por evidente que sea.

Mas un líder carente de fanatismo, es el que siempre se distingue por inspirar y guiar a personas, por ser modelo para los demás, por no adoptar valores negativos, destacándose siempre por su sencillez, su capacidad de trabajo en grupo y la expresión veraz y libre de sus ideas, por luchar por sus principios y los de los otros, aceptando las razones y conservando excelentes relaciones humanas actuando siempre acertadamente y con dignidad.