Los mitos y los ritos que los acompañan les son necesarios para ocultar las contradicciones de la realidad.- Albert Camus; Moral y Política.
La economía con crecimiento y empleo para Durango se torna cada vez más difícil de alcanzar. El subdesarrollo tradicional se profundiza al no tener programas, ni propuestas al gobierno federal concatenadas a los planes de desarrollo nacional, tampoco de alcance regional. Si Von Claseuwitz dijo que la guerra es la continuación de la política por otros medios, V.I. Lenin, afirmó que la economía es política concentrada.
El objetivo fundamental de la política es el trabajo de adoctrinamiento y educación en la consecución de las demandas generales de la sociedad, empleo, seguridad, salud, libertad, etc. Así se hace la historia, por hombres que se buscan resolver esos problemas generales que exigen de ciencia y valor porque siempre hay quienes medran con las carencias de la mayoría. Esos objetivos dan pie a ideales y esos ideales conducen y orientan la acción que explica la historia.
Nuevamente el INEGI y otros índices que miden el crecimiento, auguran que Durango puede retroceder más el nivel de decrecimiento que en el 2018 fue de -8.1%. Desde 1974 ningún gobierno, ni juntos han superado la obra pública y de inversiones de Alejandro Páez Urquidi.
Ninguno se comprometió a un cambio verdadero. Al gobierno de la alternancia política que prometió la democracia ya lo alcanzó la rudeza y el escándalo de la transparencia y rendición de cuentas que ventila López Obrador contra la corrupción, y en la que el fiscal Alejandro Gertz Manero es óptima garantía de justicia y castigo.
Con esa carga de tradición y pasividad las campañas para las presidencias municipales deben protagonizar la línea de combate a la corrupción de López Obrador, que le hizo ganar, también al gobernador que prometió castigarla con el que la el que la hace la paga. Tal vez por eso Leticia Herrera pide que se investigue a todos los gobernadores anteriores, porque crece la voz popular que exige justicia, y hay tela de donde cortar y abrir expedientes sobre terrenos de la UJED, por ejemplo.
En el PAN dudan de intríngulis del Bicentenario con priistas y Morena, de todo como en botica. EL PAN de siempre se reagrupa y podrá obtener el apoyo abierto del Bicentenario, puede conjugar con Leticia Herrera, y quién sabe con el PRI. Surgen aspirantes con estatura en Jorge Salum, Herrera Deras y Antonio Ochoa.
En Morena, podrán llegar a un acuerdo de trabajo y disciplina con las corrientes que lo integran y privilegiar la militancia auténtica. Tratarán esquivar las intenciones de Herrera Caldera, del Bicentenario y otros que cristalizan pretensiones a través de la bancada pasiva de Morena y de los diputados afines a Herrera Cadera involucrados este Partido y en el PRI. El exgobernador tiene más presencia en el Congreso que el Bicentenario, el PAN y el PRI juntos, y en Morena del centro también.
El PRI sabe que no gana, pero hay aspirantes que quieren darle aliento a su Partido con una campaña distinta, y están los que van hacer negocio con el Bicentenario. No entienden, siguen haciendo lo mismo, el aparato fusionaba con el erario, nunca eligieron líderes, tuvieron gerentes nombrados por gobierno.
Salvo voces auténticas y románticas, no se puede pedir conducta partidista a quien no la tiene, un aparato electoral y clientelar no es un partido político. Renovarse o morir dicen los menos burocratizados.
A Enríquez Herrera le faltó discernimiento y consejeros que le recordaron que el único partido que le queda algo de doctrina y consecuencia es al PAN.
Desconociendo su historia se aventuró a dominarlo sin conseguirlo. Sin embargo el medico tiene capacidad de persuasión, hay panistas no muchos, que lo apoyan con decisión, como la señora Emilia Elizondo o la regidora Minka Hernández que de críticas ahora lo apoyan. Rodolfo Elizondo lo cuestiona y la directora de Turismo lo justifica.
En ese panorama Leticia Herrera tiene mayores posibilidades. Cuenta con cuadros bien distribuidos en la Entidad, tiene visión económica, puede aprovechar la estira y afloja, las veleidades y los asegunes de los grupos de interés en la pugna.