/ lunes 4 de febrero de 2019

Percepción ciudadana

Se trata de un nuevo tipo de incertidumbre: “no saber cuáles son los fines, en vez de la tradicional incertidumbre causada por el desconocimiento de los medios”.- Gerhard Schulze; Discurso de la moral y la transición.

Todo se transforma, nada permanece inmóvil y menos las sociedades. Se califica de reforma cuando modifican el régimen político y revoluciones si modifican de fondo la estructura económica, el trabajo y la propiedad privada.

La 4T corrige las causas visibles de la corrupción pública, la privada de monopolios, de los amigos alienadores de la televisión privada, y el régimen fiscal de la desigualdad seguirá igual hasta por tres años, se ha declarado.

El gobierno de López Obrador debe reargumentar. Al ahorro presupuestal de empleos y despilfarros se debe explicar que se traducirán en más empleos con mejor aplicación. Hay refutar a los críticos de la Guardia Nacional, que expongan alternativas en un territorio en donde varios gobernadores negocian indiferencia con los capos, imaginemos de allí para abajo y para arriba.

Se ramificó en el robo gasolinas, aparte del mal cálculo en menos importación y suplirlas con las que le restarían a los delincuentes, ningún gobernador pidió un alto al delito. Fitch Ratings califica capacidad crediticia de empresas y gobiernos, su degradación a Pemex, merece críticas a la política financiera que consideraciones morales. La reforma laboral dará pie a huelgas y conflictos laborales con exabruptos de empresarios beneficiarios de la desigualdad salarial y las ganancias del capital.

Están en lo cierto al pensar que llegó la hora de la justicia social, el problema es que la cultura difundida por la televisión hace pensar que la huelga atenta contra confianza en las inversiones. Callan decir que es factor de equilibrio en países ricos con sindicatos reales y empresarios progresistas.

El discurso y el ideario de la cuarta transformación, 4T, tiene que revestir una plataforma programática que divulguen en su organización interna, para difundir y socializar los ideales a fincar con el trabajo político. La sociedad experimenta cambios dirigidos por líderes y actores sociales que representan un interés de clase social. En los momentos actuales partidos y corrientes carecen de homogeneidad e integración.

Muestra un calidoscopio de tendencias y facciones de sociedades que no consolidaron la fase industrial del capitalismo en sus directrices liberales. Sin competencia de mercado, con sindicatos economicistas o patronales, sin educación científica y laica, con Iglesia Católica autoritaria y tergiversadora del cristianismo, y partidos políticos de membrete que operan de comités políticos y agencias de colocaciones. Son condiciones que alimentan corrupción en sus aparatos gubernamentales, vórtices de la corrupción, y que se reproduce en la familia como ente aislado, con pobreza moral, civil y poca solidaridad social, conservadora por individualista.

Son experiencias de los países del subdesarrollo, en los que crecen los caudillos, los autócratas del populismo que vacían a partidos políticos y estructuras semejantes. Un panorama que no se observa en países desarrollados en que si bien desaparecen partidos por crisis política surgen otros más fuertes formados en la sociedad civil, de ciudadanos de hecho y no sólo de derecho que participan en promedio, aparte de sus partidos, en dos o más organizaciones de la sociedad civil. Impulsan en partidos de derecha e izquierda a desplegar acciones políticas con sustento ideológico.

No creemos que la seguridad de AMLO esté en peligro, mientras no se afecte al capital y sus ganancias al menos con impuestos progresivos, no debe haber preocupación. Por la fuerza legal y de hecho que tiene la Presidencia de la República, las correcciones en el gobierno tendrán repercusión, se escucharán gritos y se verán gesticulaciones, serán normales.

Con Gramsci, si hay política y ciencia, habrá educación para el desarrollo social, esencia de la política. Tanta corrupción de Peña Nieto es un estandarte de López Obrador, si no hay castigo podrá ser un brete. Las experiencias de Lula Da Silva en Brasil y de Lech Walesa en Polonia y su manager Juan Pablo, diferenciado las circunstancias son importante referencia de movimientos populares.

Se trata de un nuevo tipo de incertidumbre: “no saber cuáles son los fines, en vez de la tradicional incertidumbre causada por el desconocimiento de los medios”.- Gerhard Schulze; Discurso de la moral y la transición.

Todo se transforma, nada permanece inmóvil y menos las sociedades. Se califica de reforma cuando modifican el régimen político y revoluciones si modifican de fondo la estructura económica, el trabajo y la propiedad privada.

La 4T corrige las causas visibles de la corrupción pública, la privada de monopolios, de los amigos alienadores de la televisión privada, y el régimen fiscal de la desigualdad seguirá igual hasta por tres años, se ha declarado.

El gobierno de López Obrador debe reargumentar. Al ahorro presupuestal de empleos y despilfarros se debe explicar que se traducirán en más empleos con mejor aplicación. Hay refutar a los críticos de la Guardia Nacional, que expongan alternativas en un territorio en donde varios gobernadores negocian indiferencia con los capos, imaginemos de allí para abajo y para arriba.

Se ramificó en el robo gasolinas, aparte del mal cálculo en menos importación y suplirlas con las que le restarían a los delincuentes, ningún gobernador pidió un alto al delito. Fitch Ratings califica capacidad crediticia de empresas y gobiernos, su degradación a Pemex, merece críticas a la política financiera que consideraciones morales. La reforma laboral dará pie a huelgas y conflictos laborales con exabruptos de empresarios beneficiarios de la desigualdad salarial y las ganancias del capital.

Están en lo cierto al pensar que llegó la hora de la justicia social, el problema es que la cultura difundida por la televisión hace pensar que la huelga atenta contra confianza en las inversiones. Callan decir que es factor de equilibrio en países ricos con sindicatos reales y empresarios progresistas.

El discurso y el ideario de la cuarta transformación, 4T, tiene que revestir una plataforma programática que divulguen en su organización interna, para difundir y socializar los ideales a fincar con el trabajo político. La sociedad experimenta cambios dirigidos por líderes y actores sociales que representan un interés de clase social. En los momentos actuales partidos y corrientes carecen de homogeneidad e integración.

Muestra un calidoscopio de tendencias y facciones de sociedades que no consolidaron la fase industrial del capitalismo en sus directrices liberales. Sin competencia de mercado, con sindicatos economicistas o patronales, sin educación científica y laica, con Iglesia Católica autoritaria y tergiversadora del cristianismo, y partidos políticos de membrete que operan de comités políticos y agencias de colocaciones. Son condiciones que alimentan corrupción en sus aparatos gubernamentales, vórtices de la corrupción, y que se reproduce en la familia como ente aislado, con pobreza moral, civil y poca solidaridad social, conservadora por individualista.

Son experiencias de los países del subdesarrollo, en los que crecen los caudillos, los autócratas del populismo que vacían a partidos políticos y estructuras semejantes. Un panorama que no se observa en países desarrollados en que si bien desaparecen partidos por crisis política surgen otros más fuertes formados en la sociedad civil, de ciudadanos de hecho y no sólo de derecho que participan en promedio, aparte de sus partidos, en dos o más organizaciones de la sociedad civil. Impulsan en partidos de derecha e izquierda a desplegar acciones políticas con sustento ideológico.

No creemos que la seguridad de AMLO esté en peligro, mientras no se afecte al capital y sus ganancias al menos con impuestos progresivos, no debe haber preocupación. Por la fuerza legal y de hecho que tiene la Presidencia de la República, las correcciones en el gobierno tendrán repercusión, se escucharán gritos y se verán gesticulaciones, serán normales.

Con Gramsci, si hay política y ciencia, habrá educación para el desarrollo social, esencia de la política. Tanta corrupción de Peña Nieto es un estandarte de López Obrador, si no hay castigo podrá ser un brete. Las experiencias de Lula Da Silva en Brasil y de Lech Walesa en Polonia y su manager Juan Pablo, diferenciado las circunstancias son importante referencia de movimientos populares.

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