Premisa olvidada
Los Estados Unidos no tienen amigos, sino intereses.- John Foster Dulles.
Hay problemas que realmente interesan, Donald Trump baladronea de nuevo y ahora amenaza con decretar incrementos a los impuestos aduaneros a razón de 5% mensual a los productos mexicanos, porque que no hacemos nada por detener la inmigración centroamericana hacia su país.
Queremos hechos no palabras, dijo en relación a la solicitud de reunión de la comisión negociadora nombrada por López Obrador y encabezada por el cuidadoso Marcelo Ebrard.
Lo dicho por Foster Dulles, jefe del departamento de Estado con Eisenhower, constituyó un lema del poderío de los EE.UU. Política del imperio desde la segunda mundial que los convirtió en la nación más poderosa del mundo, y su policía. Más que Trump, Ronald Reagan, Jesse Helms, Barry Goldwater o Tom Tancredo, fueron legisladores y empresarios más agresivos contra México. Por aquellos años fueron ignorados por los norteamericanos, hoy día operan otras condiciones que merecen repasarse.
La amenaza comercial China se les agudizó en la crisis financiera hipotecaria en el 2008. En este año la filosofía del liberalismo y el derecho natural, sustento en particular, del Partido Republicano en libre empresa e inversión extranjera fue modificada. Antecedentes: Reagan, Clinton y sobre todo Barack Obama, promovieron iniciativas para controlar la venta y propiedad de armas de fuego. Asesinatos colectivos reviven el control de las armas.
Sólo se ha logrado para armas de súper poder, la poderosa Asociación Nacional del Rifle, que agrupa 4 millones de agremiados con rifles de alto poder para defender las libertades norteamericanas son supremacistas que defienden la venta libre de armas. El caso llegó a la Corte Suprema y por 5 votos contra 4 decidió la libre venta, sentenciando que si el gobierno cumplía en aplicar justicia, dar educación y salud, no se utilizarían las armas, de lo contrario los armados defenderían a la nación de enemigos internos y externos.
Un segundo caso que también se votó en la Corte por 5 votos contra 4, fue no tipificar la quema de la bandera norteamericana como protesta, si se hacía contra una injusticia o causa política. Precisando que si tal cosa sucedía, que gobierno y sociedad se preocuparan por las inconformidades que la provocan para remediarlas, antes que castigarlas, porque además sería coartar la libertad de expresión.
En la crisis del 2008 se pensó diferente, al final en el Senado por un voto se aceptó que el gobierno rescatara, a las financieras Freddie Mac, Fannie Mae, Leham Brothers, Ford, GM, etc., Antes alegaban no intervención estatal, no obstruir la libertad individual y no premiar a los ineptos, que fuera el gobierno de la libre empresa y sus riesgos. Reiteramos, la expansión China cambió su enfoque individualista y optaron por regular más la libre empresa y el libre mercado.
En el siglo pasado las amenazas de Trump no tendrían eco, actualmente sus ciudadanos, los más informados del mundo, intuyen que entrarán en guerra comercial con el mundo, presienten que el poderío de su nación va en declive, que ya no se les respeta como ayer, que ya no hay posibilidad de mantener la inmigración inspirada en sueño americano de oportunidades, que ya no tienen suficiente para ellos. Incluso norteamericanos de origen mexicano ya comparten esas ideas proteccionistas y excluyentes. Los enterados piensan que por su ciencia y tecnología vencerán contra todos en la guerra que ya vivimos.
Nosotros no aprendemos de los ataques de Trump que un día ofende, mide reacciones y modifica actitudes, parece que está actuando frente a un público bisoño o ingenuo como el mexicano. Y están peor analistas y periodistas que se reducen llamándolo loco, lenguaraz, patán, racista o lo que sea. No se necesita ciencia para asegurar que las trabas a nuestras exportaciones no las podrán aplicar, simplemente no están en posición de prescindir de nuestras exportaciones y mercado, tiempo atrás no le permitirán tales exabruptos sonda. Analicemos que a demócratas con visas a la elección les conviene minar la supuesta buena relación de Trump con López Obrador y su influencia en nuestros nacionales de allá. Tampoco quieren represiones a sus empresas en el planeta. Repetimos: D.Trump y sus desplantes reflejan buen grado de molestia norteamericana que crece en una sociedad que por democracia institucional ha experimentado cambios drásticos sin que se alarme el país: Las invasiones que han hecho; la cuestión racista y los panteras negras; en 1980, en una semana encarcelaron a 4,500 ejecutivos bancarios, empresarios y funcionarios que participaron en la quiebra del Insurance Bank, el Fobaproa de nosotros, allá los castigaron, aquí no se les molestó ni con un citatorio legal. No pensemos del huésped de la Casa Blanca en términos de política folclórica. Sus oposiciones internas se ventilan con equilibrios políticos y legales cercanos a una democracia.
