El lenguaje de la realidad
A la 4T le persigue dar resultados concretos de solventar la crisis económica -tampoco las admoniciones de adversarios se han cumplido- el fracaso del doctor H. López-Gatell con que el presidente se embarcó él solo, y atajar la violencia, que podrá superar a la de F. Calderón, al que seguido se le endosa.
Si se está de acuerdo con la tesis de C. Marx que el lenguaje es expresión de la realidad concreta, que refleja la apreciación que el hombre tiene de su entorno, luego reconfirmamos que el discurso de los políticos es de poca capacidad generacional. Y se comprueba en los denuestos que le lanzan a López Obrador sectores medios y periodistas afines al viejo régimen, que tiene igual respuesta en porras, insultos, viejos chiches de izquierda voluntarista e infantilista en seguidores del presidente. Ni propuestas en unos ni critica en otros.
López Obrador no es de izquierda ni es populista, es popular y asistencialista. Se dice que hay populismos en Latinoamérica y de D. Trump, no es correcto, hay dictaduras corruptas y asesinas. Según Barack Obama, el populismo en sus inicios es bueno cuando tiene el objetivo de mejorar el ingreso. J.D. Perón y B. Mussolini con la teoría de la fase media, otorgaron beneficios a las masas sin respaldo económico, pero la arengaban contra la clase propietaria y el capital extranjero.
Estados de excepción que como el fascismo son transitorios y declinan al tratar de crecer con las reglas del sistema capitalista. Con pobreza de lenguaje y realidad distorsionada, frecuentemente se le llama fascista a cualquier dictador represor, que no tiene nada que ver con la teoría fascista original de Wilfredo Paretto. También la 4T repite el cliché de sus adversarios de que esto o lo otro se politiza, si la política es la ciencia del Estado y se enuncia en principios constitucionales, se debe politizar, discutir en la opinión publica lo que es de interés común.
D. Trump responde a sindicatos defendiendo el empleo que causan sus empresas por invertir en el extranjero. Porque para los ciudadanos es un policía que pudiera regresarles la supremacía de un imperio en lucha económica contra China, y con restricciones crecientes a los inmigrantes. El viejo sueño americano declina después de 150 años.
Si López Obrador rechaza con la ventaja del poder presidencial a quien está en contra de él, es consecuencia de que en nuestra cultura la concepción democrática en muy limitada, propia de un país subdesarrollado. El presidente y las facciones de Morena son ingenuos al tildar la protesta del agua en Chihuahua. Claro que es política, un espacio y un recurso para la oposición, López Obrador nunca desperdició una protesta.
López Obrador modifica el régimen político, combate a la corrupción en la burocracia, en el modelo económico prevalecen los monopolios económicos con sus magnates. Sigue de la mano de Televisa, TV-Azteca y ahora del Grupo Imagen. Nos encaminamos a una etapa de agitación, de polémica, debate y desencuentros sociales en una sociedad que necesita sacudirse la injustica social. No habrá ninguna transformación que modifique en algo las estructuras sociales sin educación e ideología renovada en la superestructura social; en la cultura, la política, la educación, en el gobierno, incluso en religión. No se trata de agredir, sino de corregir.