Percepción ciudadana

  · martes 5 de octubre de 2021

Año axial para la economía


El gobierno de la 4T ha modificado en buena parte el régimen político, formalmente elevó a rango constitucional delitos electorales, la revocación de mandato, los programas de asistencia social a los más necesitados. Se aprobó de la reforma educativa para restarle reglas de competencia entre maestros e ideas de historia idealista y neoliberal.

López Obrador y su estilo personal barrieron con los modos y usos de gobierno priistas y panistas, desmitificó en la figura presidencial la solemnidad, el alarde y prepotencia, al que nadie se podía acercar y al que las televisoras no criticaban. Algunos comentaristas, locutores y gerentes políticos de oposición, que en el pasado alegaban en corto falta de libertad para refutar al mandatario, les queda la versión del dramaturgo Aleksandro Gelman: “Unos decían que no podían hacer uso de su talento porque no tenían libertad. Cuando les dieron libertad, resultó que no tenían talento. Ahora protestan contra la libertad”.

A la mitad del camino el presidente emprende la reforma eléctrica en la Constitución para restaurar a la CFE, como se está haciendo con PEMEX, en control soberano del Estado en infraestructura física. El libre mercado del neoliberalismo para los pobres en ganancia de los ricos, hizo pensar a los tecnócratas salinistas y zedillistas, que el Estado saldría de la economía, que no habría fronteras comerciales, y ofrecieron en charola de plata los recursos naturales de la nación al capital extranjero. El fracaso del modelo fue reconocido por su creador Milton Friedman que ante morir afirmó que se excedieron en el control de salarios, la inflación y rígidas finanzas publicas. También así lo reconoció Frederick Von Hayeck, otro de sus teóricos. Aquí los tecnócratas de lecturas rápidas y best seller sin substrato social y cultural, hicieron mutis.

Regresamos al ejemplo fresco de Donald Trump, que le redujo cuotas de importación a productos chinos con asombro de muchos, bajó el impuesto a personas morales para fomentar a la inversión en empresas, y varias medidas en interés del imperio, con la égida de un Estado otrora muy abierto al libre mercado. Los republicanos revisaron sus principios de libertad de empresa anteponiendo al Estado en protección nacionalistas. Ante la crisis del 2008 adecuaron sus ideas de libre empresa con medidas de protección nacionalistas que aquí no se han analizado.

En la política nacional López Obrador pone la agenda y marca la pauta, no hay oposición, se engaña quien diga que los partidos políticos y órganos autónomos incluyendo al CONACYT eran entidades democráticas. Falso, eran apéndices del erario público, y súbditos del presidencialismo añorado a cambio de canonjías y simulación.

La reforma eléctrica y otras por anunciarse no necesitan tanto de la aprobación constitucional, de los votos de algunos opositores. Es el trabajo y su capacitación lo que se necesita para la levantar la producción energética y otras aéreas claves como la alimentaria y la industria.

Aquí hace falta un partido de tal nombre, en la inteligencia que son organizaciones en donde importa mas capacitar para la producción y el bienestar social que las elecciones, éstas se dan por consecuencia según el trabajo. Lenin decía que para construir el comunismo, era más necesario un técnico capacitado que mil comunistas con el libro del capital de Marx en el brazo. Un partido educa a sus militantes en proyectos económicos y programas sociales que requieren voluntad y estudio, no hay de otra. No habrá problema para sumar los votos del PRI, ni se espere otra conducta, sus coordinadores legislativos están a la caza de ofertas para negociar su libertad personal. Los de allá como los de aquí comercian, deberían afiliarse a la CANACO, y acompañarlos algunos dirigentes de Morena.

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