El lenguaje es la expresión de la realidad concreta
Tesis que distingue la imagen y la palabra de Juan Castagny Teilery, escritor y agudo economista. Un periódico nacional tenía de frase publicitaria: Una imagen dice más que mil palabras. Se le contradijo, mil imágenes no pueden denotar un sólo concepto.
Para tratar de ser objetivos al enfocar las vicisitudes de partidos y precandidatos con rumbo a la gubernatura relacionamos conceptos y hechos. De base mencionamos la tesis de C. Marx, el lenguaje es la expresión de la realidad concreta. La calidad política se da por la capacidad de los políticos, comprobable en el contexto de la actual coyuntura. De tal forma que los precandidatos traducen esas condiciones. Corresponden al acentuado subdesarrollo social que padecemos. Se puede figurar capacidad de una persona con las primeras oraciones que exprese. Con semántica valoramos el significado de las palabras y la relación de unas con otras en la sintaxis. El discurso es un elemento clave del carisma.
Los aspirantes están haciendo publicidad en vez de propaganda. Durango, el Estado calificado como el más corrupto y mayor retraso económico, son problemas que no existen para los postulantes al Bicentenario. La percepción del entorno que expresan es igual a la de los incompetentes funcionarios del gobierno, sin paralelo en el pasado inmediato.
No se destacan en ideas para el desarrollo social y política- con excepciones que anotaremos-lo que se ve y se escucha es publicidad, prurito por exhibirse. Muchos pretendientes al gobierno es consecuencia de un sexenio sin liderazgo, y afloran supuestos beneméritos que ven con frivolidad el oficio de gobernar por la evidencia del bicentenario.
No exijamos demasiado a precandidatos, no tienen interlocutores en grupos de presión con demandas necesarias en empresarios, sindicatos, en sus propios partidos. Hay vacuidad en prensa en información y análisis, o en redes sociales. La ausencia de propuestas o asesorías incluye también a centros de educación superior, que tienen mayor obligación en orientar el debate.
Sobran precandidatos en la alianza del Bicentenario y la de la 4T. En Morena hay confianza en que la popularidad de López Obrador le dará el triunfo con cualquier candidato, no obstante de carecer de estructura funcional y afinidad ideológica. De varios contendientes el centro seleccionó a cuatro mediante encuestas que no enseñan datos y con discreción de los criterios aplicados.
Se creía que serían Margarita Valdez por trabajo y representación, Gonzalo Yánez con méritos y trabajo del PT con López Obrador de tiempo atrás. Santiago Fierro, de trayectoria en la izquierda por convicción y extirpe se registró al último. Marina Vitela gobernó el segundo municipio más importante y ganó las diputaciones locales de la zona, si se decide por una mujer, ella podría ser.
José Ramón Enríquez es el que más ha invertido publicidad y costeado intensa movilidad. Suma no pocos adeptos o positivos, pero es el de mayor negativos, que son ciudadanos decididos a contrarrestar su posibilidad. Maribel Aguilera es poco conocida y sorprendió su inclusión entre los cuatro. El presidente local de Morena ha declarado que según el centro se pueden incluir a otros dos aspirantes.
La posible alianza de oposición a la 4T padece de M. Espinos, de merolicos y politicastros. Entre los gerentes del PRI y los administradores del PAN asoman diletantes del sofisma y la tautología, de clichés o estereotipos, o sea nada nuevo. Dependen del erario y del temple que necesitará Aispuro que al perecer se encuentra en un callejón. Ya entrados en la maniobra electoral seguiremos con la oposición a la 4T y sus empresas partidistas.