/ jueves 21 de marzo de 2019

Por fin: Ni corrupción ni neoliberalismo en el PND 2019-2024

Hemos escrito en varias ocasiones en esta su columna “En Cartera” la imperiosa necesidad del cambio de modelo económico, de lo mal que ha hecho el neoliberalismo a nuestro país en todos los aspectos.

El próximo pasado domingo 17, en los foros para discutir los ejes para la construcción del Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024, el presidente de los mexicanos Andrés Manuel López Obrador declaró acabado el modelo económico neoliberal: “Es momento de expresar que, para nosotros, ya se terminó esa pesadilla (…) Quedan abolidas las dos cosas: el modelo neoliberal con su política económica de pillaje, antipopular y entreguista”.

Por fin, después de 36 años consecutivos -PRIAN- de pobreza, corrupción e impunidad, año tras año, más presupuestos y mayores rezagos sociales, más millonarios y más pobres. Quedó extinto, murió el modelo neoliberal aplicado en el México moderno, el presidente de México declaró formalmente acabado el régimen neoliberal y dio la bienvenida a un nuevo modelo de desarrollo económico basado en las necesidades de la realidad nacional, al que denominó postneoliberal.

El Plan Nacional de Desarrollo planteará las estrategias para acabar con la corrupción en México y para lograr mejores condiciones de vida en el país, aseguró el secretario de Hacienda y Crédito Público, Carlos Urzúa. En la apertura del foro ‘Planeando Juntos la Transformación de México’ para recabar las propuestas de organizaciones sociales que se integrarán al Plan, Urzúa explicó las razones que han llevado a que México no tenga el desarrollo que podría tener:

“Hay barreras que impiden que el crecimiento permee en un mayor desarrollo económico, las cuales tienen que ver con la mala asignación de los recursos, el débil estado de derecho, los elevados niveles de corrupción, las condiciones iniciales desfavorables para ciertos segmentos de la población, la falta de competencia en algunos mercados, las barreras a la apertura comercial, los bajos niveles de acceso y uso de instrumentos financieros, y los pocos incentivos para fomentar el desarrollo de ciencia, tecnología, e innovación”, puntualizó el Secretario de Hacienda.

En el 2018 sumaron 3.1 millones de personas entregaron sobornos que ascendieron a 7 mil 218 millones de pesos para gestionar algún trámite. En 2016 las empresas desembolsaron alrededor de mil 612 millones de pesos en sobornos y que 6 de cada 10 incurrieron en actos de corrupción para agilizar trámites y 4 de cada 10 lo hicieron para evitar multas y sanciones.

Los foros en materia de Justicia y Estado de Derecho; de Bienestar; y de Desarrollo Económico se desarrollaron en el Palacio Nacional, en el Antiguo Arzobispado y en el Palacio de la Autonomía de la UNAM. El documento final del Plan Nacional de Desarrollo se entregará a más tardar el 30 de abril al Congreso de la Unión para su análisis y eventual aprobación.

Ante las llamadas “reformas estructurales”, algunos analistas se pronuncian por el predominio del mercado, otros por la reivindicación del Estado y otros más por regresar al modelo de economía mixta. El economista Roberto Mangabeira Unger escribe: “La focalización del conflicto ideológico en todo el mundo está cambiando. La vieja disputa entre el estatismo y el privatismo está sucumbiendo. Está en vías de ser reemplazado por una más prometedora rivalidad entre formas alternativas de institucionalidad de economía, sociedad y de pluralismo político”.

José Fernández Santillán, director del Centro de Investigaciones en Humanidades del ITESM-CCM, señala la conveniencia asumir la perspectiva del desarrollo del Premio Nobel de Economía, Amartya Sen, quien argumenta que no existe contradicción entre libertad individual y la responsabilidad social, pero para alcanzar esa libertad (como solución de la opresión reinante) es necesario dotar a los sujetos de capacidades para que puedan actuar en la vida económica y salir del letargo producido por la falta de recursos y aptitudes, para salir del dilema, Estado-mercado, en el que giran sin remedio y que ya no es viable como propuesta para un país que quiere salir del atraso. Ni el estatismo ni el neoliberalismo son asequibles como pautas de transformación. Uno y otro representan el pasado.

Hay que probar que se puede elevar el nivel de vida de los mexicanos a través de una estrategia novedosa basada en el aumento de las capacidades de la gente, la innovación de las potencialidades económicas y la asunción de un nuevo rol por parte del Estado. Es preciso, para ese fin, tejer alianzas entre los sectores público, privado y social. Actuar como un equipo. Para eso se requiere construir un nuevo orden social. Suena utópico, pero si en otros países lo han logrado, no veo por qué en México no se pueda alcanzar.

Es tiempo de replantear de fondo lo que queremos hacer como Nación, definir el proyecto de Nación que queremos, Ya basta del modelo neoliberal con el que llevamos más de 36 años y la resultante es que cada años somos más pobres. Requerimos replantear objetivos de mayor alcance, dirigidos hacia la conformación de una Nación fuerte, estable, justa, con calidad de educación y en salud, con mínimos de bienestar para todos, con empleos suficientes y bien remunerados.

Basta de simulaciones y de reformas “estructurales”, donde la laboral consistió en pagarle al obrero por hora en detrimento a sus prestaciones y evitar que se sindicalice; la hacendaria en incrementar impuestos pero a los causantes cautivos, a los asalariados, a los comerciantes, industriales, no a los ricos, a sus empresas no se les cobra, un ciudadano común y corriente paga el 30% de sus utilidades, los ricos con sus grandes empresas tan sólo el 1.8%; la energética en permitirle el ingreso a la iniciativa privada nacional y extranjera, a lo que antes estaba reservado al Estado. Con esas reformas no vamos de ninguna parte a ningún lado, más retroceso y más rezagos sociales, más pobres en número y en marginación y los ricos más ricos.

Simplemente, el modelo de desarrollo económico neoliberal que hemos practicado desde Miguel de la Madrid, se agotó. México tiene que encontrar nuevas opciones para generar empleo, ligadas a la atención de las necesidades de la población y a las ventajas comparativas con que contamos como país, por ejemplo, el turismo, dar valor agregado a la explotación de nuestros recursos naturales, la construcción de vivienda y de infraestructura, servicios de alta especialidad de salud, educativos y alta tecnología, explotación de nuestros recursos naturales por los mexicanos.

México no al servicio de los organismos internacionales ni de las trasnacionales ni de los extranjeros. Esa es la esperanza de los mexicanos en Andrés Manuel López Obrador. Día con día vamos avanzando contra la corrupción e impunidad. Nunca nos imaginamos hasta dónde nos habían llevado los “revolucionarios” y los del “bien común”.

El mayor desafío de la Cuarta Transformación es sacar a México del modelo neoliberal. Se debe destrabar la consolidación del Sistema Nacional Anticorrupción. Al país le urge crecer, generar empleo y construir una sociedad justa. Requerimos de políticos y administradores públicos, con un gran amor a México, que sólo sirvan a los intereses de nuestro país. Un alto a la derecha neoliberal que entrega nuestros yacimientos petroleros, nuestros fundos mineros y energía, bajo el pretexto de que no tenemos recursos para hacerlo y que estamos frenando el desarrollo y el empleo. A otro cuento con su entreguismo vende patrias.

Requerimos un nuevo orden social. Ya existen muchas advertencias del despertar del “México Bronco”.

Hemos escrito en varias ocasiones en esta su columna “En Cartera” la imperiosa necesidad del cambio de modelo económico, de lo mal que ha hecho el neoliberalismo a nuestro país en todos los aspectos.

El próximo pasado domingo 17, en los foros para discutir los ejes para la construcción del Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024, el presidente de los mexicanos Andrés Manuel López Obrador declaró acabado el modelo económico neoliberal: “Es momento de expresar que, para nosotros, ya se terminó esa pesadilla (…) Quedan abolidas las dos cosas: el modelo neoliberal con su política económica de pillaje, antipopular y entreguista”.

Por fin, después de 36 años consecutivos -PRIAN- de pobreza, corrupción e impunidad, año tras año, más presupuestos y mayores rezagos sociales, más millonarios y más pobres. Quedó extinto, murió el modelo neoliberal aplicado en el México moderno, el presidente de México declaró formalmente acabado el régimen neoliberal y dio la bienvenida a un nuevo modelo de desarrollo económico basado en las necesidades de la realidad nacional, al que denominó postneoliberal.

El Plan Nacional de Desarrollo planteará las estrategias para acabar con la corrupción en México y para lograr mejores condiciones de vida en el país, aseguró el secretario de Hacienda y Crédito Público, Carlos Urzúa. En la apertura del foro ‘Planeando Juntos la Transformación de México’ para recabar las propuestas de organizaciones sociales que se integrarán al Plan, Urzúa explicó las razones que han llevado a que México no tenga el desarrollo que podría tener:

“Hay barreras que impiden que el crecimiento permee en un mayor desarrollo económico, las cuales tienen que ver con la mala asignación de los recursos, el débil estado de derecho, los elevados niveles de corrupción, las condiciones iniciales desfavorables para ciertos segmentos de la población, la falta de competencia en algunos mercados, las barreras a la apertura comercial, los bajos niveles de acceso y uso de instrumentos financieros, y los pocos incentivos para fomentar el desarrollo de ciencia, tecnología, e innovación”, puntualizó el Secretario de Hacienda.

En el 2018 sumaron 3.1 millones de personas entregaron sobornos que ascendieron a 7 mil 218 millones de pesos para gestionar algún trámite. En 2016 las empresas desembolsaron alrededor de mil 612 millones de pesos en sobornos y que 6 de cada 10 incurrieron en actos de corrupción para agilizar trámites y 4 de cada 10 lo hicieron para evitar multas y sanciones.

Los foros en materia de Justicia y Estado de Derecho; de Bienestar; y de Desarrollo Económico se desarrollaron en el Palacio Nacional, en el Antiguo Arzobispado y en el Palacio de la Autonomía de la UNAM. El documento final del Plan Nacional de Desarrollo se entregará a más tardar el 30 de abril al Congreso de la Unión para su análisis y eventual aprobación.

Ante las llamadas “reformas estructurales”, algunos analistas se pronuncian por el predominio del mercado, otros por la reivindicación del Estado y otros más por regresar al modelo de economía mixta. El economista Roberto Mangabeira Unger escribe: “La focalización del conflicto ideológico en todo el mundo está cambiando. La vieja disputa entre el estatismo y el privatismo está sucumbiendo. Está en vías de ser reemplazado por una más prometedora rivalidad entre formas alternativas de institucionalidad de economía, sociedad y de pluralismo político”.

José Fernández Santillán, director del Centro de Investigaciones en Humanidades del ITESM-CCM, señala la conveniencia asumir la perspectiva del desarrollo del Premio Nobel de Economía, Amartya Sen, quien argumenta que no existe contradicción entre libertad individual y la responsabilidad social, pero para alcanzar esa libertad (como solución de la opresión reinante) es necesario dotar a los sujetos de capacidades para que puedan actuar en la vida económica y salir del letargo producido por la falta de recursos y aptitudes, para salir del dilema, Estado-mercado, en el que giran sin remedio y que ya no es viable como propuesta para un país que quiere salir del atraso. Ni el estatismo ni el neoliberalismo son asequibles como pautas de transformación. Uno y otro representan el pasado.

Hay que probar que se puede elevar el nivel de vida de los mexicanos a través de una estrategia novedosa basada en el aumento de las capacidades de la gente, la innovación de las potencialidades económicas y la asunción de un nuevo rol por parte del Estado. Es preciso, para ese fin, tejer alianzas entre los sectores público, privado y social. Actuar como un equipo. Para eso se requiere construir un nuevo orden social. Suena utópico, pero si en otros países lo han logrado, no veo por qué en México no se pueda alcanzar.

Es tiempo de replantear de fondo lo que queremos hacer como Nación, definir el proyecto de Nación que queremos, Ya basta del modelo neoliberal con el que llevamos más de 36 años y la resultante es que cada años somos más pobres. Requerimos replantear objetivos de mayor alcance, dirigidos hacia la conformación de una Nación fuerte, estable, justa, con calidad de educación y en salud, con mínimos de bienestar para todos, con empleos suficientes y bien remunerados.

Basta de simulaciones y de reformas “estructurales”, donde la laboral consistió en pagarle al obrero por hora en detrimento a sus prestaciones y evitar que se sindicalice; la hacendaria en incrementar impuestos pero a los causantes cautivos, a los asalariados, a los comerciantes, industriales, no a los ricos, a sus empresas no se les cobra, un ciudadano común y corriente paga el 30% de sus utilidades, los ricos con sus grandes empresas tan sólo el 1.8%; la energética en permitirle el ingreso a la iniciativa privada nacional y extranjera, a lo que antes estaba reservado al Estado. Con esas reformas no vamos de ninguna parte a ningún lado, más retroceso y más rezagos sociales, más pobres en número y en marginación y los ricos más ricos.

Simplemente, el modelo de desarrollo económico neoliberal que hemos practicado desde Miguel de la Madrid, se agotó. México tiene que encontrar nuevas opciones para generar empleo, ligadas a la atención de las necesidades de la población y a las ventajas comparativas con que contamos como país, por ejemplo, el turismo, dar valor agregado a la explotación de nuestros recursos naturales, la construcción de vivienda y de infraestructura, servicios de alta especialidad de salud, educativos y alta tecnología, explotación de nuestros recursos naturales por los mexicanos.

México no al servicio de los organismos internacionales ni de las trasnacionales ni de los extranjeros. Esa es la esperanza de los mexicanos en Andrés Manuel López Obrador. Día con día vamos avanzando contra la corrupción e impunidad. Nunca nos imaginamos hasta dónde nos habían llevado los “revolucionarios” y los del “bien común”.

El mayor desafío de la Cuarta Transformación es sacar a México del modelo neoliberal. Se debe destrabar la consolidación del Sistema Nacional Anticorrupción. Al país le urge crecer, generar empleo y construir una sociedad justa. Requerimos de políticos y administradores públicos, con un gran amor a México, que sólo sirvan a los intereses de nuestro país. Un alto a la derecha neoliberal que entrega nuestros yacimientos petroleros, nuestros fundos mineros y energía, bajo el pretexto de que no tenemos recursos para hacerlo y que estamos frenando el desarrollo y el empleo. A otro cuento con su entreguismo vende patrias.

Requerimos un nuevo orden social. Ya existen muchas advertencias del despertar del “México Bronco”.

ÚLTIMASCOLUMNAS
viernes 22 de marzo de 2024

En Cartera

154 Aniversario de la Fundación de la ByCENED

Víctor Samuel Palencia Alonso

viernes 15 de marzo de 2024

En Cartera

CCXVIII (218) Aniversario del natalicio de Benito Pablo Juárez García (1/2)

Víctor Samuel Palencia Alonso

viernes 01 de marzo de 2024

En cartera

A las urnas… a votar libremente por su candidato y partido(s)

Víctor Samuel Palencia Alonso

viernes 16 de febrero de 2024

En cartera

13 de Febrero: Día Mundial de la Radio

Víctor Samuel Palencia Alonso

viernes 09 de febrero de 2024

En cartera

14 de Febrero: Día del Amor y la Amistad

Víctor Samuel Palencia Alonso

viernes 02 de febrero de 2024

En cartera

A 58 Años en las Páginas de El Sol de Durango y 54 en la Literatura (2/2)

Víctor Samuel Palencia Alonso

sábado 27 de enero de 2024

En cartera

58 Años en las Páginas de El Sol de Durango y 54 en la Literatura (1/2)

Víctor Samuel Palencia Alonso

Cargar Más