Me llama poderosamente la atención la propaganda del PRIANRD, cuando en los spots de su propaganda, acusan a Morena de un retroceso abismal, cuya agravante la utilizan electoralmente, para intimidar a los ciudadanos de que AMLO y su partido nos están llevando al voladero del pasado.
Los ciudadanos que gocen de sentido común, les bastará observar la desesperación con que actúan, para darse cuenta que los adversarios insisten en desviar la atención de los mexicanos con el uy uy del pasado, para que ya nadie ose incursionar ahí, puesto que los despojos y fraudes electorales son poca cosa frente a las fechorías que aún faltan por descubrir.
Y vaya que dicho slogan adolece de un gran polo imantado, que atrae a toda la basura contraria al obradorismo, donde su misión es acusarlo de llevar al país hacia el retroceso, vendiéndonos la idea del pasado como sinónimo de atraso, cuando el fondo de su movimiento es rescatarlo urgentemente, para seguir ocultando los grandes robos y traiciones a la patria, donde apenas se asoma la punta del iceberg, sobre el que ya merodean las leyes a modo y los jueces venales para aplicarlas.
En ese escenario vergonzoso y de locura, han aparecido los símbolos de la salvación y de ver sólo hacia adelante, donde destacan: Diego Fernández de Cevallos, ejemplo sin par de los amores clandestinos con el PRI y toda su cáfila, garante del tráfico de influencias y señor del deshonor de las triquiñuelas adineradas; Felipe Calderón el presidente espurio del “haiga sido como haya sido” dispuesto a buscar la continuidad familiar; Vicente Fox, dechado de ventajismo y corrupción, que seguido riñe con las formas del buen decir, para lanzar sus mensajes ordinarios; sin diferir mucho de él, la liebre que salta del echadero de Santiago Creel, quien fuera secretario gris de la derecha, donde la mediocridad y la miseria, son sus credenciales
A esas patrañas y disparates que porta el entripado de partidos antagónicos al presidente, se adhieren estas perlas negras que simbolizan la vergüenza histórica, porque, quién ignora que en complicidad con los priistas construyeron el pasado maloliente que en privado quieren rescatar, pero en público se avergüenzan y cotinchonamente pretenden desmarcarse y endosar la culpa al inquilino de Palacio Nacional, que intenta retroceder a ese pasado, que saben cómo y con qué lo hicieron y por eso les causa terror que lo conozcan otros y quieran hojear las leyes que protegen las atrocidades y grandes robos de los empresarios, que ahora la oposición pretende defender con los votos de los afectados.
“No podemos volver al pasado y olvidar todo lo que hemos construido” expresó Santiago Creel en su arranque de campaña, a través de un video. Vaya disparates y piruetas que en los artificios del tiempo el entripado del PRIANRD ha echado andar, bajo el esquema de apuntalar el abuso del poder y del dinero, que en voz de Claudio X González, incita a que al presidente “le quiten la Cámara de Diputados, porque si no les va a quitar el país”.
Desde luego que ese sentido de pertenencia que utilizan, los delata como los amos y señores del país, del que gratuitamente se han empoderado, donde los mexicanos ya nos percatamos del mal olor que esparcen por todos lados, porque es público y notorio que lo único que han construido son cuevas de ladrones y que ahora que hay la intención de limpiarlas y transparentarlas, quienes operaron en ese pasado turbio, se atrincheran para evitarlo.
Esa oligarquía vetusta y dinosáurica sabe perfectamente que el apoyo popular al gobierno de López Obrador, no sólo se ha mantenido, sino que se ha incrementado en forma inversamente proporcional, a las posibilidades miserables de los intereses que condenan al presidente de husmear en el pasado, al que ellos añoran y su intento va por su rescate, para seguir escondiendo lo que la 4ta transformación aún no ha descubierto.
Por eso recurren a personajes patéticos, que hacen de la suciedad las maniobras más perversas, para torcer la voluntad popular y debilitar la transformación nacional, a fin de que no se puedan aprobar las modificaciones legales, que en estos dos años se han evidenciado como necesarias para que el país recupere lo que los ladrones se empecinan a no regresar.
