/ lunes 28 de octubre de 2019

Primer congreso nacional de derechos humanos

Los días 23, 24 y 25 de octubre, la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas (Fader y Cipol) de la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED), vistió sus mejores galas para albergar en su seno a investigadores, académicos, profesores y alumnos de todo el país en el Primer Congreso Nacional de Derechos Humanos.

El septuagésimo quinto aniversario del natalicio del doctor Jorge Carpizo McGregor, insigne jurista, investigador y promotor de los Derechos Humanos, fue el pretexto ideal para que la Fader y Cipol, en coordinación con el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM y el Instituto Iberoamericano de Derecho Constitucional, reuniera a 53 ponentes de México, Venezuela y Colombia, para dialogar en torno a los retos que se tienen en el mundo en materia de Derechos Humanos.

La inauguración estuvo a cargo de la ministra en retiro Margarita Luna Ramos, quien en amena charla expuso en el escenario del Museo Francisco Villa, las discusiones argumentativas que envolvieron la última de sus resoluciones como integrante de la segunda sala de la corte.

Durante los trabajos del Congreso se abordaron temas de gran relevancia en la materia, como las taras legislativas en el reconocimiento y regulación de los Derechos Humanos, así como la importancia de generar adecuadas políticas públicas que los promuevan.

Un tópico por demás interesante fue el relativo a los llamados Derechos Emergentes, considerados como tales a aquellas reivindicaciones legítimas de la sociedad civil, dirigidas a la formulación de nuevos o renovados Derechos Humanos.

La mesa cinco: Retos de los Órganos Constitucionales Autónomos en la garantía, ejercicio y protección de los Derechos Humanos, sentó las bases para generar la enriquecedora discusión académica.

En efecto, en la conferencia magistral de clausura, a cargo de Jaime Cárdenas Gracia, se colocó en la palestra de la discusión el hecho de que en la administración del presidente Peña Nieto hayan surgido seis órganos, cuando en 18 años sólo se crearon cuatro (en 1994 el Banco de México fue el primer órgano constitucional autónomo en México).

La postura del doctor Cárdenas comulga con la del presidente López Obrador, en el sentido de que los órganos creados por el presidente Peña Nieto son cotos de poder de los partidos políticos, afirmación que generó el disentimiento en dos de los ponentes que en la mesa cinco habían justificado a los órganos de marras bajo el argumento de la necesidad de especialización de algunas materias, como la energética y la de telecomunicaciones.

Huelga decir que la discusión estuvo enmarcada en el respeto a las ideas, la tolerancia y el espíritu de construir nuevo conocimiento, aspectos que deben imperar en todo universitario ante los disensos en las formas de pensar y en la libertad para expresarlos.

Cuando las cosas se hacen bien hay que reconocerlo, eso también es propio de un universitario, así que desde esta reflexión mi reconocimiento al director de la Fader y Cipol, Rafael Mier Cisneros, por el inobjetable éxito de este Primer Congreso Nacional de Derechos Humanos; con tan sólo 4 meses al frente de la dirección, supo encabezar los esfuerzos de un excelente equipo de trabajo que puso en alto el nombre de nuestra Máxima Casa de Estudios, de nuestra querida Universidad Juárez del Estado de Durango.

Los días 23, 24 y 25 de octubre, la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas (Fader y Cipol) de la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED), vistió sus mejores galas para albergar en su seno a investigadores, académicos, profesores y alumnos de todo el país en el Primer Congreso Nacional de Derechos Humanos.

El septuagésimo quinto aniversario del natalicio del doctor Jorge Carpizo McGregor, insigne jurista, investigador y promotor de los Derechos Humanos, fue el pretexto ideal para que la Fader y Cipol, en coordinación con el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM y el Instituto Iberoamericano de Derecho Constitucional, reuniera a 53 ponentes de México, Venezuela y Colombia, para dialogar en torno a los retos que se tienen en el mundo en materia de Derechos Humanos.

La inauguración estuvo a cargo de la ministra en retiro Margarita Luna Ramos, quien en amena charla expuso en el escenario del Museo Francisco Villa, las discusiones argumentativas que envolvieron la última de sus resoluciones como integrante de la segunda sala de la corte.

Durante los trabajos del Congreso se abordaron temas de gran relevancia en la materia, como las taras legislativas en el reconocimiento y regulación de los Derechos Humanos, así como la importancia de generar adecuadas políticas públicas que los promuevan.

Un tópico por demás interesante fue el relativo a los llamados Derechos Emergentes, considerados como tales a aquellas reivindicaciones legítimas de la sociedad civil, dirigidas a la formulación de nuevos o renovados Derechos Humanos.

La mesa cinco: Retos de los Órganos Constitucionales Autónomos en la garantía, ejercicio y protección de los Derechos Humanos, sentó las bases para generar la enriquecedora discusión académica.

En efecto, en la conferencia magistral de clausura, a cargo de Jaime Cárdenas Gracia, se colocó en la palestra de la discusión el hecho de que en la administración del presidente Peña Nieto hayan surgido seis órganos, cuando en 18 años sólo se crearon cuatro (en 1994 el Banco de México fue el primer órgano constitucional autónomo en México).

La postura del doctor Cárdenas comulga con la del presidente López Obrador, en el sentido de que los órganos creados por el presidente Peña Nieto son cotos de poder de los partidos políticos, afirmación que generó el disentimiento en dos de los ponentes que en la mesa cinco habían justificado a los órganos de marras bajo el argumento de la necesidad de especialización de algunas materias, como la energética y la de telecomunicaciones.

Huelga decir que la discusión estuvo enmarcada en el respeto a las ideas, la tolerancia y el espíritu de construir nuevo conocimiento, aspectos que deben imperar en todo universitario ante los disensos en las formas de pensar y en la libertad para expresarlos.

Cuando las cosas se hacen bien hay que reconocerlo, eso también es propio de un universitario, así que desde esta reflexión mi reconocimiento al director de la Fader y Cipol, Rafael Mier Cisneros, por el inobjetable éxito de este Primer Congreso Nacional de Derechos Humanos; con tan sólo 4 meses al frente de la dirección, supo encabezar los esfuerzos de un excelente equipo de trabajo que puso en alto el nombre de nuestra Máxima Casa de Estudios, de nuestra querida Universidad Juárez del Estado de Durango.