Dosis de vida en recuperar la calma mental
No hay mejor medicamento mental que recuperar la calma. Los filósofos griegos se percataron desde hace mucho de ello y estudiaron a fondo estrategias para devolver la calma y la paz a la mente. Nos asustan más las cosas que vamos percatando en nuestra vida que lo que realmente nos hará sufrir. A menudo, sufrimos más en nuestra imaginación que en la realidad, nos ponemos en modo infeliz antes de la crisis por venir aunque debemos saber que hay muchos de esos peligros que nos hacen palidecer con su amenaza y que lo más probable es que nunca ocurran.
Hace más de 2000 años los griegos se preguntaban: ¿qué es lo peor que puede pasar? ¿Cómo podrías utilizar mejor tu pensamiento ante aquello que imaginamos? En el pensamiento el repetirnos ….y si… es un monstruo terrible que asusta y amenaza cada día a millones de nosotros, por ello la neurociencia moderna nos conjuga con la psicología tratamientos más potentes para reducir la intensidad de una preocupación que nos hace sentir ansiosos. ¿En qué consiste? En algo tan sencillo en invitar a nuestra mente a generar esa calma, es decir, si la ansiedad se genera en la cabeza podemos disolverla. En la medida que somos conscientes de que nuestros pensamientos están alejados de la realidad somos capaces de reducir la intensidad de las emociones que asociamos a ellos.
La relación entre lo que pensamos y sentimos existe y es una dualidad que estará dentro de nosotros en ese nivel mental y consecuente a nuestra sensación corporal, qué nos decimos a nosotros mismos sobre las situaciones que vivimos, qué nos decimos de los demás, sobre la vida, sobre los problemas, entre otros, hacen que nos entorpezcamos y desadaptemos cuando estas emociones y pensamientos son muy negativos. Parece que no son las situaciones en sí las que nos producen malestar directamente sino la gran intensidad de la interpretación que hacemos de ellas.
La salud mental tiene un espectro de altos beneficios incluida la reducción de la preocupación y las emociones negativas. Vamos a ponerlo en práctica dedicando 15 minutos diarios a preocuparnos, si lo leíste bien, a preocuparnos, es decir, que en lugar de pensar que no hace falta preocuparnos, ¡preocúpate! Pero en el tiempo que tenemos elegido (15 minutos). Establecer un momento en el que puedas preocuparte todo lo que quieras hace disminuir las preocupaciones debido a que tu mente buscará y buscará el análisis de lo que piensas y te lo repetirá una y otra vez hasta que encontrarás tú solo el origen de porqué estás pensando eso y generalmente te sucederá que no es así y no hay porqué pensar eso. Te das la oportunidad de validar lo que está en tu mente y lo que coincide con la realidad, al saber que no coincide perderá esa intensidad/emoción negativa. Practícalo y me cuentas cómo te fue.
Esta es una tarea que nos llevará toda la vida, por ello hay que seguir conociendo las herramientas que nos van a seguir ayudando a encontrar la paz mental. En psicoterapia trabajamos mucho con un mecanismo de sustitución, un pensamiento que te quita la paz por un pensamiento que te devuelve la calma.
El trabajo mental para todos es dejar la mente débil e influenciable, la sociedad actual encumbra el éxito y distorsiona la realidad, ejemplo: no ser atractivo ni rico ni tener suerte en la vida no define quien eres. En los humanos lo que más nos importa o debe importar en un nivel de madurez sano es ser buena persona y las virtudes humanas que nos generan esa paz mental, esa calma que nos permite anticiparnos a la imaginación y gestionemos con ella lo que es innecesario pensar y practiquemos lo que más nos da beneficio emocional, vivir para mejorar, vivir con salud mental.