/ miércoles 23 de febrero de 2022

¿Quién honrará a Durango el 5 de junio?

Algunos agoreros de la fatalidad predecían que la alianza “Va por Durango” estaría destinada al fracasoy que los diferentes grupos políticos al interior de los partidos políticos no se pondrían de acuerdo en torno a la candidatura a la gubernatura de Durango de Esteban Villegas Villarreal.

Finalmente, el oficio político del galeno sanjuanero imperó y tras una serie de negociaciones internas verificadas tanto en Durango como en el centro del país, PRI, PAN y PRD ponderaron que más allá de sus divergencias y desencuentros la oportunidad sería depositada en Esteban, de tal suerte, que no es fortuito que los diferentes grupos políticos de los partidos en mención, se hayan alineado.

Una fecha crucial para Esteban Villagas, que vendría a representar la suma de un esfuerzo anhelado y madurado en estos cerca de seis años que dedicó con entrega y esfuerzo, atando cabos y corrigiendo los errores del pasado que en su momento le impidieron acceder al triunfo. Hoy con sapiencia política y tras una obligada espera, Villegas no debe cometer los deslices del pasado y deberá concentrarse en sumar a su proyecto a todos los involucrados de la alianza “Va por Durango”.

En Durango, históricamente pasa un fenómeno curioso: Los políticos que suelen mutar en cada elección o proceso electoral, comúnmente conocidos y denostados como “chapulines”, esos que deciden mudarse a otro partido distinto a los que la sociedad los conoció, y que presuntamente lo hicieron por así convenir a sus “convicciones” personales y políticas; a ese tipo de personajes, la sociedad durangueña suele castigarlos con el látigo de su desprecio al instante de emitir su voto durante la jornada electoral; y permea entre el “pueblo bueno y sabio” que una cantidad considerable de tránsfugas les dieron cabida de manera temporal o definitiva en Morena; un partido cuya misión, al parecer es la de reclutar a políticos, sin importar que su ideología se prostituya.

Ese tipo de políticos son los que la sociedad desprecia y castiga de manera inmediata; sin embargo, lo interesante es que, esa misma sociedad suele olvidar a quienes hicieron dicha acción de chapulineo años antes; es decir, el pueblo es de memoria corta, lo que beneficia a algunos, pero perjudica a otros.

Por lo pronto, los partidarios de Morena en Durango, deben estar profundamente preocupados por esa disparatada eventualidad en comento, pero tan activa y efectiva en el entorno socio político duranguense; quizá lo deseable para Morena, sea buscar alguna estrategia para que aquellos cuya actividad se encuentra en el radar de la ciudadanía, participen de manera más discreta en la campaña de Marina Vitela, de lo contrario ella asumirá sus costos.

Si hacemos un comparativo de los recientes despliegues publicitarios entre Marina Vitela y Esteban Villegas en su calidad de equipos punteros a la gubernatura; existe la percepción que en la alianza Va por Durango, ha lanzado tiros de precisión respecto a sus posicionamientos políticos, y en ese esfuerzo coadyuvaron los líderes nacionales del PRI PAN y PRD.

Mientras que en Morena, no obstante sus notables invitados, el acto protocolario de registro de su candidata se vio desdibujada, toda vez que no cuidaron el fondo y tras pretender maquillar la noticia, se convirtió no precisamente en un tiro de precisión política, sino en tiros a base de huevazos a los vehículos de los morenistas, que dicho sea de paso, ya resulta una constante para Mario Delgado como presidente nacional de Morena.

El 5 de junio, alguno de los candidatos a gobernador, tendrá que honrar el nacimiento de Francisco Villa y a juzgar por las encuestas, quien lleva mano en ese rubro es el sanjuanero de la alianza Va por Durango, en detrimento de la candidata de Morena, quien no obstante su denodado esfuerzo, no ha logrado consolidar a su partido en Durango, por el predominio de luchas intestinas al interior de su reciente instituto político llamado Morena.

Algunos agoreros de la fatalidad predecían que la alianza “Va por Durango” estaría destinada al fracasoy que los diferentes grupos políticos al interior de los partidos políticos no se pondrían de acuerdo en torno a la candidatura a la gubernatura de Durango de Esteban Villegas Villarreal.

Finalmente, el oficio político del galeno sanjuanero imperó y tras una serie de negociaciones internas verificadas tanto en Durango como en el centro del país, PRI, PAN y PRD ponderaron que más allá de sus divergencias y desencuentros la oportunidad sería depositada en Esteban, de tal suerte, que no es fortuito que los diferentes grupos políticos de los partidos en mención, se hayan alineado.

Una fecha crucial para Esteban Villagas, que vendría a representar la suma de un esfuerzo anhelado y madurado en estos cerca de seis años que dedicó con entrega y esfuerzo, atando cabos y corrigiendo los errores del pasado que en su momento le impidieron acceder al triunfo. Hoy con sapiencia política y tras una obligada espera, Villegas no debe cometer los deslices del pasado y deberá concentrarse en sumar a su proyecto a todos los involucrados de la alianza “Va por Durango”.

En Durango, históricamente pasa un fenómeno curioso: Los políticos que suelen mutar en cada elección o proceso electoral, comúnmente conocidos y denostados como “chapulines”, esos que deciden mudarse a otro partido distinto a los que la sociedad los conoció, y que presuntamente lo hicieron por así convenir a sus “convicciones” personales y políticas; a ese tipo de personajes, la sociedad durangueña suele castigarlos con el látigo de su desprecio al instante de emitir su voto durante la jornada electoral; y permea entre el “pueblo bueno y sabio” que una cantidad considerable de tránsfugas les dieron cabida de manera temporal o definitiva en Morena; un partido cuya misión, al parecer es la de reclutar a políticos, sin importar que su ideología se prostituya.

Ese tipo de políticos son los que la sociedad desprecia y castiga de manera inmediata; sin embargo, lo interesante es que, esa misma sociedad suele olvidar a quienes hicieron dicha acción de chapulineo años antes; es decir, el pueblo es de memoria corta, lo que beneficia a algunos, pero perjudica a otros.

Por lo pronto, los partidarios de Morena en Durango, deben estar profundamente preocupados por esa disparatada eventualidad en comento, pero tan activa y efectiva en el entorno socio político duranguense; quizá lo deseable para Morena, sea buscar alguna estrategia para que aquellos cuya actividad se encuentra en el radar de la ciudadanía, participen de manera más discreta en la campaña de Marina Vitela, de lo contrario ella asumirá sus costos.

Si hacemos un comparativo de los recientes despliegues publicitarios entre Marina Vitela y Esteban Villegas en su calidad de equipos punteros a la gubernatura; existe la percepción que en la alianza Va por Durango, ha lanzado tiros de precisión respecto a sus posicionamientos políticos, y en ese esfuerzo coadyuvaron los líderes nacionales del PRI PAN y PRD.

Mientras que en Morena, no obstante sus notables invitados, el acto protocolario de registro de su candidata se vio desdibujada, toda vez que no cuidaron el fondo y tras pretender maquillar la noticia, se convirtió no precisamente en un tiro de precisión política, sino en tiros a base de huevazos a los vehículos de los morenistas, que dicho sea de paso, ya resulta una constante para Mario Delgado como presidente nacional de Morena.

El 5 de junio, alguno de los candidatos a gobernador, tendrá que honrar el nacimiento de Francisco Villa y a juzgar por las encuestas, quien lleva mano en ese rubro es el sanjuanero de la alianza Va por Durango, en detrimento de la candidata de Morena, quien no obstante su denodado esfuerzo, no ha logrado consolidar a su partido en Durango, por el predominio de luchas intestinas al interior de su reciente instituto político llamado Morena.