/ lunes 20 de junio de 2022

Rebrote de Covid-19

Al distraerse las medidas preventivas, en lo que va de junio se ha incrementado la cantidad de contagios por Covid-19, lo que eleva el riesgo de que el Consejo de Seguridad de la Salud, dicte el regreso de las restricciones tendientes a disminuir la movilidad y concentración masiva de personas, con las previsibles consecuencias negativas para la economía.

Aún con márgenes de maniobra para detener la propagación contaminante del virus, la población debe tomar conciencia de que la pandemia continúa, y por ende los protocolos de prevención deben aplicarse de manera estricta, so pena de no hacerlo, de que vuelvan los escenarios prohibitivos que tanto daño causan en la vida cotidiana.

Nadie quiere que un posible rebrote en las infecciones, obligue a los cierres parciales en los centros recreativos y de esparcimiento, que se reduzcan los aforos en los espacios de reunión, y menos que los salones de clase queden vacíos nuevamente, incluso, con el riesgo de que se suspendan los actos artísticos, culturales y económicos programados para la feria nacional de este año.

La emergencia sanitaria no se ha ido, y amenaza con resurgir ante el incumplimiento generalizado en las disposiciones implementadas, como son el uso del cubrebocas, la sana distancia entre las personas, lavado de manos y aplicación de gel sanitizante.

Mientras que en mayo apenas se rebasaron los 100 contagios, en lo que va de junio la cifra ya superó los 500, con el peligro de que la tendencia siga hacia arriba, si se aflojan las medidas de todos conocidas.

No se trata de que las autoridades recurran a la imposición de las limitaciones coercitivas en las actividades diarias, sino en que cada quien asuma su responsabilidad para impedir que se expanda la transmisión del coronavirus a fin de mantener la “nueva normalidad”.

El Consejo de Seguridad en Salud sesionará en los próximos días, con el fin de analizar la situación que provoca la escalada en la diseminación de la enfermedad, sobre todo en sectores vulnerables como son la niñez que acude a clases presenciales, y los adultos mayores que se concentran en actos religiosos y de esparcimiento.

El exhorto de las autoridades sanitarias a la población, es para que los filtros preventivos se intensifiquen: En el caso de los pequeños que hacen presencia en los centros educativos, para que desde sus hogares inicie el cumplimiento de las medidas, y posteriormente en las escuelas y salones de clase.

No se trata de propiciar una sicosis que a nadie conviene. Hay que inhibir la movilidad que en los últimos días registró arriba del 100 por ciento según las mediciones de Protección Civil. Ya no es generalizado el uso del cubrebocas y se incumple en la sana distancia.

Con la vacunación a los niños de 5 a 11 años de edad, se coadyuvará a disminuir los riesgos de que la enfermedad “retoñe”, y la gente realice sus labores cotidianas, pero solo si se cumple con las recomendaciones que hacen los especialistas en salud.

Al distraerse las medidas preventivas, en lo que va de junio se ha incrementado la cantidad de contagios por Covid-19, lo que eleva el riesgo de que el Consejo de Seguridad de la Salud, dicte el regreso de las restricciones tendientes a disminuir la movilidad y concentración masiva de personas, con las previsibles consecuencias negativas para la economía.

Aún con márgenes de maniobra para detener la propagación contaminante del virus, la población debe tomar conciencia de que la pandemia continúa, y por ende los protocolos de prevención deben aplicarse de manera estricta, so pena de no hacerlo, de que vuelvan los escenarios prohibitivos que tanto daño causan en la vida cotidiana.

Nadie quiere que un posible rebrote en las infecciones, obligue a los cierres parciales en los centros recreativos y de esparcimiento, que se reduzcan los aforos en los espacios de reunión, y menos que los salones de clase queden vacíos nuevamente, incluso, con el riesgo de que se suspendan los actos artísticos, culturales y económicos programados para la feria nacional de este año.

La emergencia sanitaria no se ha ido, y amenaza con resurgir ante el incumplimiento generalizado en las disposiciones implementadas, como son el uso del cubrebocas, la sana distancia entre las personas, lavado de manos y aplicación de gel sanitizante.

Mientras que en mayo apenas se rebasaron los 100 contagios, en lo que va de junio la cifra ya superó los 500, con el peligro de que la tendencia siga hacia arriba, si se aflojan las medidas de todos conocidas.

No se trata de que las autoridades recurran a la imposición de las limitaciones coercitivas en las actividades diarias, sino en que cada quien asuma su responsabilidad para impedir que se expanda la transmisión del coronavirus a fin de mantener la “nueva normalidad”.

El Consejo de Seguridad en Salud sesionará en los próximos días, con el fin de analizar la situación que provoca la escalada en la diseminación de la enfermedad, sobre todo en sectores vulnerables como son la niñez que acude a clases presenciales, y los adultos mayores que se concentran en actos religiosos y de esparcimiento.

El exhorto de las autoridades sanitarias a la población, es para que los filtros preventivos se intensifiquen: En el caso de los pequeños que hacen presencia en los centros educativos, para que desde sus hogares inicie el cumplimiento de las medidas, y posteriormente en las escuelas y salones de clase.

No se trata de propiciar una sicosis que a nadie conviene. Hay que inhibir la movilidad que en los últimos días registró arriba del 100 por ciento según las mediciones de Protección Civil. Ya no es generalizado el uso del cubrebocas y se incumple en la sana distancia.

Con la vacunación a los niños de 5 a 11 años de edad, se coadyuvará a disminuir los riesgos de que la enfermedad “retoñe”, y la gente realice sus labores cotidianas, pero solo si se cumple con las recomendaciones que hacen los especialistas en salud.