/ domingo 14 de junio de 2020

Rechazan a J.R. Enríquez para candidato de Morena

Las piezas del tablero político-electoral comenzaron a moverse, rumbo a los procesos constitucionales del 2021 y 2022, en medio de un escenario complicado por la pandemia y sus efectos negativos en la economía.

El salto del “chapulín político”, José Ramón Enríquez Herrera, al quitarse la camiseta de Movimiento Ciudadano para vestirse con la de Morena en el Senado de la República, indudablemente que zarandeó el panorama en Durango, y motivó especulaciones de todo tipo, sobre las repercusiones que tal acción traerá consigo tanto al interior de los partidos, como para la clase gubernamental federal, estatal y municipal.

Para los expertos en prospectiva político electoral, el escenario en Durango con miras a las elecciones, primero en el 2021, en que se renovarán los Congresos federal y estatal, y el año siguiente en que se competirá por la gubernatura, comenzó a dar sobresaltos, e inquietó a los actores.

El saltimbanqui político, que con las siglas del PAN-PRD y MC llegó a la alcaldía de Durango, parece que condicionó su incorporación a Morena, solamente si le permitían contender por la candidatura a gobernador en el 2024. Sin embargo, el acuerdo fue cupular, ya que muchos de los morenistas locales no quieren a Enríquez, por los recuerdos negativos que dejó para ese partido.

Pero además, hay otro de los actores que según sus cercanos, peleará la candidatura de una coalición de Morena con el PT a la gubernatura, Gonzalo Yáñez, quien ya no quiso regresar al Senado, porque no sería el coordinador de su fracción parlamentaria. Y de senador del montón, ya le quedó chiquito.

Otro de los personajes que negocia su incorporación a Morena, para buscar la candidatura es Hugo Rosales Badillo, aunque según los enterados al interior del partido, se ve lejana esa posibilidad.

Y dicen que otra de las morenistas con aspiraciones similares, que gobierna Gómez Palacio, tampoco está de acuerdo que Enríquez llegue a Morena para ser el candidato a gobernador. El escenario se complica, ya que además aún está la incertidumbre de una dirigencia estatal acéfala, y cuya posición es buscada por todas las tribus.

Morena tendrá que definir sus dirigencias nacional y estatales, antes de que se le venga encima el proceso electoral que inicia por ahí en octubre próximo.

Aunque ya el dueño del partido dio línea para que sea por el procedimiento de encuestas. Parece que primero será el CEN, donde siguen dándose con todo Yeidkol, Bertha Luján, Mario Delgado y Rojas Durán. En Durango solamente ha sido transparente en su aspiración, Iván Ramírez, los demás permanecen agazapados a la espera de los tiempos y las condiciones.

Pero además hacia el exterior de Morena, empezaron los movimientos, como el que se realiza desde la Secretaría General de Gobierno del Estado, que empezó a sondear la posibilidad de reformar la Constitución, a fin de homologar los tiempos electorales federales con los que se realizan a nivel local, lo cual de llevarse a cabo, significaría que la próxima gubernatura tendría una duración, de 2 o 5 años, según los acuerdos a que llegasen las fuerzas políticas al interior de la Legislatura local.

Según comentarios entre algunos diputados, el interés por homologar los tiempos electorales, por ahora, solamente emana de la administración estatal y el partido en el poder, por lo que consideran que no existen las condiciones políticas para que se lleven a cabo las enmiendas constitucionales que se reflejarían en períodos de 2 o 5 años en el próximo Gobierno del Estado.

Para darse el acuerdo, se debería garantizar un mínimo de 17 votos a favor, de los 25 diputados, lo cual por ahora parece muy lejano, aunque como dicen los políticos, todo puede suceder y cambiar de un día para otro.

El PAN, que al parecer es el único partido interesado por ahora en que ello suceda, necesitaría de alianzas políticas para sumar los 17 votos que significan la mayoría calificada.

Con la adición del PRI-PT-Pvem y PRD, no le alcanzaría. Por lo que la bancada que está convertida en el fiel de la balanza, es Morena, y por ahora se ve difícil un pacto, aunque de darse en las cúpulas, el panorama cambiaría.

La baraja de posibles candidatos a disputar la silla principal del Bicentenario, en poder actual del PAN, puede modificarse de acuerdo a los resultados que surjan en el 2021: Por el PRI no se ve hasta ahora alguien diferente a Esteban Villegas, pese al regateo que le aplica el ex gobernador Hernández Deras.

En el PAN, la posición le ha quedado grande a Jorge Salum, en quien estaban cifradas todas las esperanzas, por lo que el primer panista de Durango y los personajes que deciden en el partido, ya voltean hacia otros cuadros, incluso incrustados en la actual estructura de gobierno.

Las piezas del tablero político-electoral comenzaron a moverse, rumbo a los procesos constitucionales del 2021 y 2022, en medio de un escenario complicado por la pandemia y sus efectos negativos en la economía.

El salto del “chapulín político”, José Ramón Enríquez Herrera, al quitarse la camiseta de Movimiento Ciudadano para vestirse con la de Morena en el Senado de la República, indudablemente que zarandeó el panorama en Durango, y motivó especulaciones de todo tipo, sobre las repercusiones que tal acción traerá consigo tanto al interior de los partidos, como para la clase gubernamental federal, estatal y municipal.

Para los expertos en prospectiva político electoral, el escenario en Durango con miras a las elecciones, primero en el 2021, en que se renovarán los Congresos federal y estatal, y el año siguiente en que se competirá por la gubernatura, comenzó a dar sobresaltos, e inquietó a los actores.

El saltimbanqui político, que con las siglas del PAN-PRD y MC llegó a la alcaldía de Durango, parece que condicionó su incorporación a Morena, solamente si le permitían contender por la candidatura a gobernador en el 2024. Sin embargo, el acuerdo fue cupular, ya que muchos de los morenistas locales no quieren a Enríquez, por los recuerdos negativos que dejó para ese partido.

Pero además, hay otro de los actores que según sus cercanos, peleará la candidatura de una coalición de Morena con el PT a la gubernatura, Gonzalo Yáñez, quien ya no quiso regresar al Senado, porque no sería el coordinador de su fracción parlamentaria. Y de senador del montón, ya le quedó chiquito.

Otro de los personajes que negocia su incorporación a Morena, para buscar la candidatura es Hugo Rosales Badillo, aunque según los enterados al interior del partido, se ve lejana esa posibilidad.

Y dicen que otra de las morenistas con aspiraciones similares, que gobierna Gómez Palacio, tampoco está de acuerdo que Enríquez llegue a Morena para ser el candidato a gobernador. El escenario se complica, ya que además aún está la incertidumbre de una dirigencia estatal acéfala, y cuya posición es buscada por todas las tribus.

Morena tendrá que definir sus dirigencias nacional y estatales, antes de que se le venga encima el proceso electoral que inicia por ahí en octubre próximo.

Aunque ya el dueño del partido dio línea para que sea por el procedimiento de encuestas. Parece que primero será el CEN, donde siguen dándose con todo Yeidkol, Bertha Luján, Mario Delgado y Rojas Durán. En Durango solamente ha sido transparente en su aspiración, Iván Ramírez, los demás permanecen agazapados a la espera de los tiempos y las condiciones.

Pero además hacia el exterior de Morena, empezaron los movimientos, como el que se realiza desde la Secretaría General de Gobierno del Estado, que empezó a sondear la posibilidad de reformar la Constitución, a fin de homologar los tiempos electorales federales con los que se realizan a nivel local, lo cual de llevarse a cabo, significaría que la próxima gubernatura tendría una duración, de 2 o 5 años, según los acuerdos a que llegasen las fuerzas políticas al interior de la Legislatura local.

Según comentarios entre algunos diputados, el interés por homologar los tiempos electorales, por ahora, solamente emana de la administración estatal y el partido en el poder, por lo que consideran que no existen las condiciones políticas para que se lleven a cabo las enmiendas constitucionales que se reflejarían en períodos de 2 o 5 años en el próximo Gobierno del Estado.

Para darse el acuerdo, se debería garantizar un mínimo de 17 votos a favor, de los 25 diputados, lo cual por ahora parece muy lejano, aunque como dicen los políticos, todo puede suceder y cambiar de un día para otro.

El PAN, que al parecer es el único partido interesado por ahora en que ello suceda, necesitaría de alianzas políticas para sumar los 17 votos que significan la mayoría calificada.

Con la adición del PRI-PT-Pvem y PRD, no le alcanzaría. Por lo que la bancada que está convertida en el fiel de la balanza, es Morena, y por ahora se ve difícil un pacto, aunque de darse en las cúpulas, el panorama cambiaría.

La baraja de posibles candidatos a disputar la silla principal del Bicentenario, en poder actual del PAN, puede modificarse de acuerdo a los resultados que surjan en el 2021: Por el PRI no se ve hasta ahora alguien diferente a Esteban Villegas, pese al regateo que le aplica el ex gobernador Hernández Deras.

En el PAN, la posición le ha quedado grande a Jorge Salum, en quien estaban cifradas todas las esperanzas, por lo que el primer panista de Durango y los personajes que deciden en el partido, ya voltean hacia otros cuadros, incluso incrustados en la actual estructura de gobierno.