/ lunes 9 de agosto de 2021

Reclamo priista

Los priistas “de abajo”, no los caciques ni ex gobernadores que han usufructuado para su beneficio y el de sus afines los espacios directivos y electorales, reclaman el fin de las decisiones cupulares y las cuotas de poder.

Y exigen la apertura y acercamiento del partido con sus militantes, a fin de que ello se traduzca en definiciones transparentes y democráticas en la elección no únicamente de dirigentes, sino también de candidatos y candidatas.

Las bases del tricolor, los que traen bien puesta la camiseta y realizan la talacha, demandan que el proyecto refundacional que enarbolan varias corrientes de militantes a nivel nacional, y que es avalado e impulsado por el CEN, incluya el reordenamiento de los sectores y organizaciones, otrora soporte social y electoral del partido, al considerar que en la práctica ya no son funcionales.

El alejamiento del partido para con los ciudadanos y militantes, ha sido producto de la inutilidad de sus organizaciones y sectores, según las protestas y exigencias que reciben los virtuales directivos estatales del Revolucionario Institucional, Arturo Yáñez y Rocío Rebollo, durante reuniones que organizan con priistas representativos de la estructura territorial en los diferentes municipios.

Si de verdad se quiere rescatar al partido de los personajes que se han apoderado de él, y sin simulaciones hacer eco a la petición mayoritaria de regresarlo a sus orígenes, la nueva dirigencia tendrá que demostrar en los hechos que llega libre de compromisos caciquiles para reflejar lo que las bases manden.

Arturo y Rocío ya no tendrán margen para evadir lo que la mayoría de los militantes les ha echado en cara durante ese recorrido que llevan a cabo: No más decisiones que respondan a “los dueños”, y que en ese reagrupamiento del partido haya una real reestructuración de los organismos y sectores.

Los militantes de cada municipio piden decidir quién los encabece para elegir a sus candidatos a ocupar el cargo de alcaldes, síndicos y regidores en el proceso inmediato del 2022. Esto es lo que exigen y esperan que lo cumpla el próximo Comité Directivo Estatal, caso contrario, advierten, el PRI irá rumbo a su autodestrucción en los siguientes comicios.

Entre el 15 al 23 de este mes, rendirán protesta como presidente y secretaria general, y quieren iniciar con una planeación y calendarización de actividades conforme a los requerimientos de priistas durante el ejercicio que realizan previamente, y que se espera no sea un simulacro más del proyecto refundacional del partido.

Los priistas “de abajo”, no los caciques ni ex gobernadores que han usufructuado para su beneficio y el de sus afines los espacios directivos y electorales, reclaman el fin de las decisiones cupulares y las cuotas de poder.

Y exigen la apertura y acercamiento del partido con sus militantes, a fin de que ello se traduzca en definiciones transparentes y democráticas en la elección no únicamente de dirigentes, sino también de candidatos y candidatas.

Las bases del tricolor, los que traen bien puesta la camiseta y realizan la talacha, demandan que el proyecto refundacional que enarbolan varias corrientes de militantes a nivel nacional, y que es avalado e impulsado por el CEN, incluya el reordenamiento de los sectores y organizaciones, otrora soporte social y electoral del partido, al considerar que en la práctica ya no son funcionales.

El alejamiento del partido para con los ciudadanos y militantes, ha sido producto de la inutilidad de sus organizaciones y sectores, según las protestas y exigencias que reciben los virtuales directivos estatales del Revolucionario Institucional, Arturo Yáñez y Rocío Rebollo, durante reuniones que organizan con priistas representativos de la estructura territorial en los diferentes municipios.

Si de verdad se quiere rescatar al partido de los personajes que se han apoderado de él, y sin simulaciones hacer eco a la petición mayoritaria de regresarlo a sus orígenes, la nueva dirigencia tendrá que demostrar en los hechos que llega libre de compromisos caciquiles para reflejar lo que las bases manden.

Arturo y Rocío ya no tendrán margen para evadir lo que la mayoría de los militantes les ha echado en cara durante ese recorrido que llevan a cabo: No más decisiones que respondan a “los dueños”, y que en ese reagrupamiento del partido haya una real reestructuración de los organismos y sectores.

Los militantes de cada municipio piden decidir quién los encabece para elegir a sus candidatos a ocupar el cargo de alcaldes, síndicos y regidores en el proceso inmediato del 2022. Esto es lo que exigen y esperan que lo cumpla el próximo Comité Directivo Estatal, caso contrario, advierten, el PRI irá rumbo a su autodestrucción en los siguientes comicios.

Entre el 15 al 23 de este mes, rendirán protesta como presidente y secretaria general, y quieren iniciar con una planeación y calendarización de actividades conforme a los requerimientos de priistas durante el ejercicio que realizan previamente, y que se espera no sea un simulacro más del proyecto refundacional del partido.