/ sábado 20 de abril de 2019

Recorriendo

REGIÓN SIERRA, Dgo. (OEM).- Iniciaron las campañas y anticampañas electorales en municipios como Canatlán, en un proceso electoral que como la viña del Señor, tiene de todo.

La candidata priista Ana María Duarte Andrade inició con dos campañas, la que promueve el partido tricolor a su favor y la que trae marcadamente en su contra una corriente o parte de lo que fue una corriente al seno priista.

A través de un documento que dieron a conocer firmantes y adversarios priistas, organizaciones o dirigencias de organizaciones como el ONMPRI y el MT reiteraron que no apoyarán a la candidata Ana María, con el argumento que “No estamos dispuestos a defender acciones que contravienen a los ideales y principios democráticos de nuestro partido”.

También lo firma Sara Díaz Rocha, delegada municipal del ONMPRI, quien hasta hace poco marchaba junto con Ana María y tres aspirantes más en la búsqueda de la candidatura a la presidencia municipal, en un proceso interno que no le favoreció.

Parece que esta guerra de intereses personales y de grupo tendrá un solo afectado, el Revolucionario Institucional, que justo es decirlo, tenía frente a sí el compromiso muy difícil de reconquistar el gobierno municipal, perdido en la elección de 2016, cuando los firmantes del documento en mención eran parte de la corriente beneficiada con la candidatura principal.

Hablar de un pleito o diferencia entre Sara Díaz Rocha y Manolo Ávila Galindo no es hablar de algo surgido en el actual proceso electoral, sino que arrastraba desde que ambos fueron gobierno, ella como síndico y él como alcalde.

Pareciera que el gran beneficiario de la diferencia pudiera ser la alianza Morena-PT-PVEM, en cuya planilla está la hermana de Sara Díaz, Nora del Carmen, candidata propietaria en la tercera regiduría.

Un pleito priista donde lo menos que se busca es la democracia o el bien de la sociedad canatlense, sino la lucha por el poder o el posicionamiento para ocupar un espacio en el ayuntamiento, ni más ni menos porque dicho con todo respeto, ni en uno ni en otro lado presentan caras nuevas, a excepción quizá de Timoteo Estrada, recién llegado al PRI.

En ese pleito no hay buenos ni malos, solo intereses.

Pero bueno, son estas diferencias los que parecieran darle sabor al caldo, mientras tanto, Dora González, María de los Ángeles Rojas Rivera y Ana María Duarte Andrade ya iniciaron su labor proselitista.

REGIÓN SIERRA, Dgo. (OEM).- Iniciaron las campañas y anticampañas electorales en municipios como Canatlán, en un proceso electoral que como la viña del Señor, tiene de todo.

La candidata priista Ana María Duarte Andrade inició con dos campañas, la que promueve el partido tricolor a su favor y la que trae marcadamente en su contra una corriente o parte de lo que fue una corriente al seno priista.

A través de un documento que dieron a conocer firmantes y adversarios priistas, organizaciones o dirigencias de organizaciones como el ONMPRI y el MT reiteraron que no apoyarán a la candidata Ana María, con el argumento que “No estamos dispuestos a defender acciones que contravienen a los ideales y principios democráticos de nuestro partido”.

También lo firma Sara Díaz Rocha, delegada municipal del ONMPRI, quien hasta hace poco marchaba junto con Ana María y tres aspirantes más en la búsqueda de la candidatura a la presidencia municipal, en un proceso interno que no le favoreció.

Parece que esta guerra de intereses personales y de grupo tendrá un solo afectado, el Revolucionario Institucional, que justo es decirlo, tenía frente a sí el compromiso muy difícil de reconquistar el gobierno municipal, perdido en la elección de 2016, cuando los firmantes del documento en mención eran parte de la corriente beneficiada con la candidatura principal.

Hablar de un pleito o diferencia entre Sara Díaz Rocha y Manolo Ávila Galindo no es hablar de algo surgido en el actual proceso electoral, sino que arrastraba desde que ambos fueron gobierno, ella como síndico y él como alcalde.

Pareciera que el gran beneficiario de la diferencia pudiera ser la alianza Morena-PT-PVEM, en cuya planilla está la hermana de Sara Díaz, Nora del Carmen, candidata propietaria en la tercera regiduría.

Un pleito priista donde lo menos que se busca es la democracia o el bien de la sociedad canatlense, sino la lucha por el poder o el posicionamiento para ocupar un espacio en el ayuntamiento, ni más ni menos porque dicho con todo respeto, ni en uno ni en otro lado presentan caras nuevas, a excepción quizá de Timoteo Estrada, recién llegado al PRI.

En ese pleito no hay buenos ni malos, solo intereses.

Pero bueno, son estas diferencias los que parecieran darle sabor al caldo, mientras tanto, Dora González, María de los Ángeles Rojas Rivera y Ana María Duarte Andrade ya iniciaron su labor proselitista.

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