/ domingo 16 de febrero de 2020

Recorriendo…

REGIÓN SIERRA, Dgo. (OEM).- Ahora que el ayuntamiento y gobierno municipal de Canatlán están comenzando los festejos y celebraciones del aniversario cuatrocientos de ciudad Canatlán, habrá que analizar acciones que bien pudieran realizarse y dejar huella del festejo, como todo político busca hacer en su respectivo período de gobierno.

De acuerdo a la historia, parte de un incipiente desarrollo registrado en Canatlán surgió con la llegada del ferrocarril a la región y en el caso de la ahora cabecera municipal, fue en el año 1900, un hecho que sin duda debe de estar en la agenda gubernamental del presente año, sin dejar de recordar que en la última década del siglo pasado dejó de funcionar el servicio y en la siguiente fueron quitados los rieles y durmientes.

Queda en la memoria colectiva canatlense el puente sobre el río La Sauceda y la bella estación, que se ha mantenido gracias a la participación de diversas administraciones de gobierno municipal, entre ellas la 2016 -2019, la 2004 -2007, que la han remodelado y dado uso.

Otro espacio que merece la mejor atención es el barrio de Los Treinta Viejos, donde presuntamente inició el pueblo y que desde hace varios años, mínimo diez, está a la espera de que sus callejones reciban una atención formal para su mejoramiento. .

Hace algunas administraciones de gobierno, quizá tres antes, se habló de urbanizar los callejones Soledad Álvarez, Mina, Zaragoza y prolongación Zaragoza, un anhelo que como regidor Guillermo Estrada Reyes buscó impulsar.

En aquel entonces, el maestro Memo destacaba que bien podría utilizarse la piedra que se extrae del cerro que se encuentra en ese sitio, para empedrar las calles y con su consiguiente pulida darle un cambio de fisonomía al emblemático sitio.

Quizá en el marco del 400 aniversario pudieran concretizarse proyectos que le permitan a Canatlán recuperar o sumar espacios dignos para una ciudad que de acuerdo a lo que se observa, es una “ tragaaños”, porque no aparenta la edad que tiene, viendo ciudades mucho más jóvenes y más progresistas, por ejemplo Nuevo Ideal.

A esperar que el año se venga bueno para Canatlán, su gobierno, sus instituciones, sus áreas productivas, el tema deportivo y la celebración conlleve a resolver problemas tan fuertemente arraigados, como el pésimo uso de basura desde por lo menos cincuenta años a la fecha y que ciudad Canatlán no solo celebre sus cuatrocientos, sino que parezca que los tiene, por su avance más que por su deterioro.

Claro que hablar de ciudad Canatlán no es hablar de un gobierno municipal nacido hace ciento dos años sino de una sociedad, que debe ser la que motive el cambio, la renovación, el progreso. Es la sociedad la que debe ser el motor de cambio, una sociedad no solo exigente sino también participativa y no cobijada por el paternalismo de la política cautivadora.

REGIÓN SIERRA, Dgo. (OEM).- Ahora que el ayuntamiento y gobierno municipal de Canatlán están comenzando los festejos y celebraciones del aniversario cuatrocientos de ciudad Canatlán, habrá que analizar acciones que bien pudieran realizarse y dejar huella del festejo, como todo político busca hacer en su respectivo período de gobierno.

De acuerdo a la historia, parte de un incipiente desarrollo registrado en Canatlán surgió con la llegada del ferrocarril a la región y en el caso de la ahora cabecera municipal, fue en el año 1900, un hecho que sin duda debe de estar en la agenda gubernamental del presente año, sin dejar de recordar que en la última década del siglo pasado dejó de funcionar el servicio y en la siguiente fueron quitados los rieles y durmientes.

Queda en la memoria colectiva canatlense el puente sobre el río La Sauceda y la bella estación, que se ha mantenido gracias a la participación de diversas administraciones de gobierno municipal, entre ellas la 2016 -2019, la 2004 -2007, que la han remodelado y dado uso.

Otro espacio que merece la mejor atención es el barrio de Los Treinta Viejos, donde presuntamente inició el pueblo y que desde hace varios años, mínimo diez, está a la espera de que sus callejones reciban una atención formal para su mejoramiento. .

Hace algunas administraciones de gobierno, quizá tres antes, se habló de urbanizar los callejones Soledad Álvarez, Mina, Zaragoza y prolongación Zaragoza, un anhelo que como regidor Guillermo Estrada Reyes buscó impulsar.

En aquel entonces, el maestro Memo destacaba que bien podría utilizarse la piedra que se extrae del cerro que se encuentra en ese sitio, para empedrar las calles y con su consiguiente pulida darle un cambio de fisonomía al emblemático sitio.

Quizá en el marco del 400 aniversario pudieran concretizarse proyectos que le permitan a Canatlán recuperar o sumar espacios dignos para una ciudad que de acuerdo a lo que se observa, es una “ tragaaños”, porque no aparenta la edad que tiene, viendo ciudades mucho más jóvenes y más progresistas, por ejemplo Nuevo Ideal.

A esperar que el año se venga bueno para Canatlán, su gobierno, sus instituciones, sus áreas productivas, el tema deportivo y la celebración conlleve a resolver problemas tan fuertemente arraigados, como el pésimo uso de basura desde por lo menos cincuenta años a la fecha y que ciudad Canatlán no solo celebre sus cuatrocientos, sino que parezca que los tiene, por su avance más que por su deterioro.

Claro que hablar de ciudad Canatlán no es hablar de un gobierno municipal nacido hace ciento dos años sino de una sociedad, que debe ser la que motive el cambio, la renovación, el progreso. Es la sociedad la que debe ser el motor de cambio, una sociedad no solo exigente sino también participativa y no cobijada por el paternalismo de la política cautivadora.

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