/ martes 6 de octubre de 2020

Recorriendo…

Contaban una reflexión sobre una persona que se encontró en lo alto de un edificio en llamas, recibiendo respuesta de instituciones de servicios que a través de bomberos y socorristas enviaron helicóptero a rescatarla.

Sin embargo, la persona se negó aduciendo que era muy grande su Fe en Dios y que por sus méritos hechos él la salvaría de morir quemada, anteponiendo su Fe sobre todo, lo que no le alcanzó para al final perecer calcinada.

Al llegar al Cielo y encontrarse frente al Creador, le reclamó por qué Dios no había acudido a salvarla cuando ella siempre hizo lo correcto en vida.

-Discúlpame, pero hice todo lo que estaba para salvarte, te envié socorristas, bomberos, helicóptero, pero te negaste a recibir ayuda, le respondió el Señor.

Lo anterior viene al caso con el tema de la pandemia del Covid -19 que se vive; las autoridades han hecho hasta lo imposible por alertar a la gente a que se cuide, le han dicho que no hay infraestructura hospitalaria que permita atender a todos, también repasan a diario las acciones personas que cada persona debe tener para prevenir, así como el exhorto a no salir a la calle o sitios congestionados si no es necesario.

Así se organicen coleaduras, bailes, celebraciones familiares, fiestas religiosas patronales, encuentros de futbol y demás; la responsabilidad está en cada persona adulta, de protegerse y con ello cuidar a su familia, proteger a menores de edad y también a los adultos mayores, que dicho sea de paso, también deben hacer lo propio.

En Canatlán, el gobierno municipal fue claro que NO había autorización ni la sigue habiendo para organizar coleaduras, como sucedió en el poblado Martín López el sábado pasado; esta comunidad está en resguardo por un brote surgido, así que, imagine Usted, amable lector, la incongruencia de las cosas que ahí suceden.

En San Juan del Río, el reportero recorrió el centro comercial de la ciudad el mediodía del domingo y las calles eran una fiesta, niños y adultos recorriendo comercios, instalados y ambulantes, la gran mayoría sin usar cubreboca, mientras que la calle Francisco Villa, frente al Templo San Francisco, los vehículos no pudieron transitar por el embotellamiento que se registraba momentos antes de que terminara la celebración religiosa, al ser el Día del Santo Patrono San Francisco.

Afortunadamente a diferencia de Canatlán, los casos positivos en San Juan del Río, que sumaban veintidós, en su mayoría eran foráneos, esforzados trabajadores que acudieron a trabajar a la empresa minera, mientras que en la tierra de las manzanas los casos son locales.

En fin, en la salud como en la vida, nadie hará más por nosotros que lo que nosotros queramos hacer en nuestro favor.

Contaban una reflexión sobre una persona que se encontró en lo alto de un edificio en llamas, recibiendo respuesta de instituciones de servicios que a través de bomberos y socorristas enviaron helicóptero a rescatarla.

Sin embargo, la persona se negó aduciendo que era muy grande su Fe en Dios y que por sus méritos hechos él la salvaría de morir quemada, anteponiendo su Fe sobre todo, lo que no le alcanzó para al final perecer calcinada.

Al llegar al Cielo y encontrarse frente al Creador, le reclamó por qué Dios no había acudido a salvarla cuando ella siempre hizo lo correcto en vida.

-Discúlpame, pero hice todo lo que estaba para salvarte, te envié socorristas, bomberos, helicóptero, pero te negaste a recibir ayuda, le respondió el Señor.

Lo anterior viene al caso con el tema de la pandemia del Covid -19 que se vive; las autoridades han hecho hasta lo imposible por alertar a la gente a que se cuide, le han dicho que no hay infraestructura hospitalaria que permita atender a todos, también repasan a diario las acciones personas que cada persona debe tener para prevenir, así como el exhorto a no salir a la calle o sitios congestionados si no es necesario.

Así se organicen coleaduras, bailes, celebraciones familiares, fiestas religiosas patronales, encuentros de futbol y demás; la responsabilidad está en cada persona adulta, de protegerse y con ello cuidar a su familia, proteger a menores de edad y también a los adultos mayores, que dicho sea de paso, también deben hacer lo propio.

En Canatlán, el gobierno municipal fue claro que NO había autorización ni la sigue habiendo para organizar coleaduras, como sucedió en el poblado Martín López el sábado pasado; esta comunidad está en resguardo por un brote surgido, así que, imagine Usted, amable lector, la incongruencia de las cosas que ahí suceden.

En San Juan del Río, el reportero recorrió el centro comercial de la ciudad el mediodía del domingo y las calles eran una fiesta, niños y adultos recorriendo comercios, instalados y ambulantes, la gran mayoría sin usar cubreboca, mientras que la calle Francisco Villa, frente al Templo San Francisco, los vehículos no pudieron transitar por el embotellamiento que se registraba momentos antes de que terminara la celebración religiosa, al ser el Día del Santo Patrono San Francisco.

Afortunadamente a diferencia de Canatlán, los casos positivos en San Juan del Río, que sumaban veintidós, en su mayoría eran foráneos, esforzados trabajadores que acudieron a trabajar a la empresa minera, mientras que en la tierra de las manzanas los casos son locales.

En fin, en la salud como en la vida, nadie hará más por nosotros que lo que nosotros queramos hacer en nuestro favor.

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