/ jueves 22 de julio de 2021

Recorriendo…

Con la llegada de la cepa Delta de Covid – 19 a Durango habrá que esperar a ver si se cumple el llamado que hizo el gobernador José Rosas Aispuro Torres de suspender eventos masivos.

Lo anterior viene al caso por la serie de ferias y fiestas regionales que se darán en cascada en la región, comenzando por la de Santiago Papasquiaro, actualmente en marcha, programada para finalizar el domingo próximo.

En los municipios de la región se ha observado mucha displicencia por parte de un sector de la población para seguir las indicaciones preventivas que se han venido dando desde el mes de marzo del año pasado, pero no solo entre la población, sino también en algunas administraciones o sectores de administraciones municipales de la región, donde se observa a personal laborar sin uso de cubrebocas.

En discursos y mensajes se destaca el mensaje de prevención, que se pierde cuando se observa la manera en que se trabaja al interior de oficinas, sobre todo en municipios más alejados de la capital del Estado.

Junto con las Ferias Regionales vienen también celebraciones religiosas patronales, donde se observa también descuido de la población a la hora de mantener sana distancia, aun cuando las parroquias buscan preservar las medidas recomendadas por la Secretaría de Salud.

La diferencia entre este nuevo llamado y el inicial del año pasado es el cúmulo de experiencias que la sociedad ha recogido, a través de familiares y amigos fallecidos, que son el mejor ejemplo de que el Covid – 19 no fue invento gubernamental, más allá de las formas y maneras de combatirlo, que ahí sí se extiende la diversidad de opinión.

Desafortunadamente aquí deja de operar aquello de que cada quien tendrá lo que su precaución y cuidado le haya significado, debido a los contagios que se originan, en perjuicio de la población más vulnerable.

Por lo pronto pudiera ayudar el hecho de que los gobiernos municipales están de período vacacional y eso disminuye el flujo de personas en la calle y en los establecimientos públicos y comerciales.

A esperar para comentar, pero por lo pronto, entre la presencia de las bienhechoras lluvias y la llegada de la cepa Delta se tendrán estas vacaciones veraniegas.

En otro tema, situación difícil se les presentó a productores de manzana que fueron afectados por el granizo, el domingo pasado en la región de Canatlán.

A esperar si hay alguna acción gubernamental a favor de los productores afectados, donde al parecer no entra el seguro catastrófico.

La fruticultura es actividad que representa mucho empleo temporal y es uno de los motores más fuertes que impulsa la economía en Canatlán, el comercio. Sin duda que los esforzados productores merecen que el gobierno los voltee a ver.

Con la llegada de la cepa Delta de Covid – 19 a Durango habrá que esperar a ver si se cumple el llamado que hizo el gobernador José Rosas Aispuro Torres de suspender eventos masivos.

Lo anterior viene al caso por la serie de ferias y fiestas regionales que se darán en cascada en la región, comenzando por la de Santiago Papasquiaro, actualmente en marcha, programada para finalizar el domingo próximo.

En los municipios de la región se ha observado mucha displicencia por parte de un sector de la población para seguir las indicaciones preventivas que se han venido dando desde el mes de marzo del año pasado, pero no solo entre la población, sino también en algunas administraciones o sectores de administraciones municipales de la región, donde se observa a personal laborar sin uso de cubrebocas.

En discursos y mensajes se destaca el mensaje de prevención, que se pierde cuando se observa la manera en que se trabaja al interior de oficinas, sobre todo en municipios más alejados de la capital del Estado.

Junto con las Ferias Regionales vienen también celebraciones religiosas patronales, donde se observa también descuido de la población a la hora de mantener sana distancia, aun cuando las parroquias buscan preservar las medidas recomendadas por la Secretaría de Salud.

La diferencia entre este nuevo llamado y el inicial del año pasado es el cúmulo de experiencias que la sociedad ha recogido, a través de familiares y amigos fallecidos, que son el mejor ejemplo de que el Covid – 19 no fue invento gubernamental, más allá de las formas y maneras de combatirlo, que ahí sí se extiende la diversidad de opinión.

Desafortunadamente aquí deja de operar aquello de que cada quien tendrá lo que su precaución y cuidado le haya significado, debido a los contagios que se originan, en perjuicio de la población más vulnerable.

Por lo pronto pudiera ayudar el hecho de que los gobiernos municipales están de período vacacional y eso disminuye el flujo de personas en la calle y en los establecimientos públicos y comerciales.

A esperar para comentar, pero por lo pronto, entre la presencia de las bienhechoras lluvias y la llegada de la cepa Delta se tendrán estas vacaciones veraniegas.

En otro tema, situación difícil se les presentó a productores de manzana que fueron afectados por el granizo, el domingo pasado en la región de Canatlán.

A esperar si hay alguna acción gubernamental a favor de los productores afectados, donde al parecer no entra el seguro catastrófico.

La fruticultura es actividad que representa mucho empleo temporal y es uno de los motores más fuertes que impulsa la economía en Canatlán, el comercio. Sin duda que los esforzados productores merecen que el gobierno los voltee a ver.

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