/ lunes 14 de septiembre de 2020

RSP vendió franquicia

No hay que echarle mucha ciencia para asegurar que dicho partido en ciernes y en conflicto a la vez, con antelación vendió su franquicia, dada la evidencia miserable de sus orígenes y ahora la abundancia con que lo promueve su comprador.

Concentrada la opinión pública en el caso de la negativa al partido del expresidente Felipe Calderón Hinojosa, aquí en Durango, pasó sin pena ni gloria el rechazo a otro ente político igualmente de pernicioso. Redes Sociales Progresistas (RSP), cuyas siglas fueron subastadas como franquicia a la carta, y a la medida del antojo de los comensales, cuya indigestión no se hizo esperar, dada la descomposición que contenían sus ingredientes.

Así que, no cabe la menor duda de que en Durango, dichas siglas fueron adquiridas, bajo la subasta a la que asistió el mejor postor que hoy las opera, pese a que dicho organismo aún no se legalizaba; pero la ambición de quien lo adquirió, seguro estaba que no habría obstáculos que zanjar, dadas las ventajas en que se movía y el intenso trabajo que lo respaldaba.

De ahí se deduce que el que adquirió la franquicia, jamás pensó que la transa podría convertirse en fraude, ya que la elaboración de sus siglas iba invicta de sospechas sobre los ingredientes de piratería que la conforman y del cual tendrá que asumir los costos y consecuencias, dado que su destino final, pende de un hilo y no hay seguridad de que resista el tirón, que han de dar los que emitan la sentencia de lo que ha de vivir o morir.

Vi de cerca el desarrollo de dicho proyecto, donde su impulsor el profesor Julián Salvador Reyes, invirtió mucho tiempo y dinero para dicha causa. De ahí que el segundo recurso que dependía de su patrimonio, pronto se le agotó, pero pese a eso, sacó adelante la tarea, sin percatarse que su presencia ya no era atractiva, porque ya merodeaban los intereses de otro tipo, que a la mala asaltaron el gran esfuerzo y equipo que aportó a dicha causa, la que al sentirse completa y satisfecha, poco reparó en lo que invirtió su iniciador.

Poco habremos de esperar para ver los resultados. Mientras, hay que reconocer también, la dignidad con que cierra esa caja de la ingratitud el profesor Julián, ya que no se retira con el resentimiento a flor de piel, sino con el espíritu muy en alto, de haberle dado vida a un proyecto y que para su buena suerte ahora no está en su ser la desesperación de implorar el milagro.

Hay cosas donde el dinero no basta, pero sí hace que muchas veces los enanos no resistan las tentaciones a que los impulsa. De ahí que veamos como Redes Sociales Progresistas, se bautizó sin haber nacido y para prueba, ahí está el bolo que entregaron consistente en saleros electoreros, para echarle sal a ese parto de alto riesgo, donde las esperanzas son muy pocas para que el producto se salve.

Ahí están también las fotografías del padre que compró ese embarazo, que ya circulan por los cuatro puntos cardinales de la ciudad, donde la sobriedad y seguridad monetaria, no dejan pauta a la imaginación, donde el dinero no fue obstáculo ni la ambición un límite para desafiar las reglas del INE.

Así que, dadas las grandes cantidades de dinero que circulan promoviendo al partido nonato, es oportuno cuestionar: ¿de dónde provienen? Y de no tener a la mano la respuesta, se torna prioritario reflexionar que la danza de los millones en torno a su promoción anticipada, quizás sea la pésima estrategia de insultar a la desgracia.

Si hubiera alguna consideración al registro negado a las redes en el INE, la sala superior del TRIFE podría echar abajo dicho dictamen. Por lo pronto, el partido que anduvo antes de nacer, su suerte está en el aire y los que saben aseguran que estamos frente a la muerte prematura de un organismo, que quiere ser partido político y sólo sobrevivirá si los milagros existen.

No hay que echarle mucha ciencia para asegurar que dicho partido en ciernes y en conflicto a la vez, con antelación vendió su franquicia, dada la evidencia miserable de sus orígenes y ahora la abundancia con que lo promueve su comprador.

Concentrada la opinión pública en el caso de la negativa al partido del expresidente Felipe Calderón Hinojosa, aquí en Durango, pasó sin pena ni gloria el rechazo a otro ente político igualmente de pernicioso. Redes Sociales Progresistas (RSP), cuyas siglas fueron subastadas como franquicia a la carta, y a la medida del antojo de los comensales, cuya indigestión no se hizo esperar, dada la descomposición que contenían sus ingredientes.

Así que, no cabe la menor duda de que en Durango, dichas siglas fueron adquiridas, bajo la subasta a la que asistió el mejor postor que hoy las opera, pese a que dicho organismo aún no se legalizaba; pero la ambición de quien lo adquirió, seguro estaba que no habría obstáculos que zanjar, dadas las ventajas en que se movía y el intenso trabajo que lo respaldaba.

De ahí se deduce que el que adquirió la franquicia, jamás pensó que la transa podría convertirse en fraude, ya que la elaboración de sus siglas iba invicta de sospechas sobre los ingredientes de piratería que la conforman y del cual tendrá que asumir los costos y consecuencias, dado que su destino final, pende de un hilo y no hay seguridad de que resista el tirón, que han de dar los que emitan la sentencia de lo que ha de vivir o morir.

Vi de cerca el desarrollo de dicho proyecto, donde su impulsor el profesor Julián Salvador Reyes, invirtió mucho tiempo y dinero para dicha causa. De ahí que el segundo recurso que dependía de su patrimonio, pronto se le agotó, pero pese a eso, sacó adelante la tarea, sin percatarse que su presencia ya no era atractiva, porque ya merodeaban los intereses de otro tipo, que a la mala asaltaron el gran esfuerzo y equipo que aportó a dicha causa, la que al sentirse completa y satisfecha, poco reparó en lo que invirtió su iniciador.

Poco habremos de esperar para ver los resultados. Mientras, hay que reconocer también, la dignidad con que cierra esa caja de la ingratitud el profesor Julián, ya que no se retira con el resentimiento a flor de piel, sino con el espíritu muy en alto, de haberle dado vida a un proyecto y que para su buena suerte ahora no está en su ser la desesperación de implorar el milagro.

Hay cosas donde el dinero no basta, pero sí hace que muchas veces los enanos no resistan las tentaciones a que los impulsa. De ahí que veamos como Redes Sociales Progresistas, se bautizó sin haber nacido y para prueba, ahí está el bolo que entregaron consistente en saleros electoreros, para echarle sal a ese parto de alto riesgo, donde las esperanzas son muy pocas para que el producto se salve.

Ahí están también las fotografías del padre que compró ese embarazo, que ya circulan por los cuatro puntos cardinales de la ciudad, donde la sobriedad y seguridad monetaria, no dejan pauta a la imaginación, donde el dinero no fue obstáculo ni la ambición un límite para desafiar las reglas del INE.

Así que, dadas las grandes cantidades de dinero que circulan promoviendo al partido nonato, es oportuno cuestionar: ¿de dónde provienen? Y de no tener a la mano la respuesta, se torna prioritario reflexionar que la danza de los millones en torno a su promoción anticipada, quizás sea la pésima estrategia de insultar a la desgracia.

Si hubiera alguna consideración al registro negado a las redes en el INE, la sala superior del TRIFE podría echar abajo dicho dictamen. Por lo pronto, el partido que anduvo antes de nacer, su suerte está en el aire y los que saben aseguran que estamos frente a la muerte prematura de un organismo, que quiere ser partido político y sólo sobrevivirá si los milagros existen.