Salum fue haciendo su carrera política poco a poco, sin arrebatarle las candidaturas a nadie, y ante el tsunami del 2018 fue el único que salió adelante y está convertido en la principal figura del PAN y es el favorito para ganar la presidencia municipal de Durango.
Y a esa calidad de favorito le ayuda la forma como quieren imponer sus candidaturas Gonzalo y Enríquez, es decir de forma ilegal, ya que la alianza del PT, Morena y el Verde no presentó sus papeles adecuadamente y no está apoyada por la dirección nacional de Morena como se ha querido aparentar.
Una vez más Gonzalo quiere arrebatarle la candidatura a Otniel Garcia Navarro, que fue inscrito por otra parte de Morena de Durango, y existía un compromiso con él, como en el 2018 para ser candidato a senador y también se la arrebató Gonzalo, situación que tiene que definir la autoridad electoral.
También está imponiendo su candidatura ilegalmente Enríquez, ya que la ley lo obliga a ser candidato por alguno de los partidos que lo lanzó la vez anterior, y eso no está sucediendo, sino que quiere ser candidato de su propio partido Movimiento Ciudadano y al mismo tiempo seguir siendo alcalde de la capital.
Otra de las situaciones que favorece a Salum es la cantidad de partidos que van a competir, junto a un candidato independiente, lo cual hará que el voto se disperse entre muchas opciones, y al dividirse el voto de esa manera, el PAN tiene más posibilidades de ganar.
Salum avanza en el primer lugar y con Aispuro y con el apoyo de López Obrador que le está dando a todos los municipios y a todos los estados, salvarían el sexenio, porque el gobierno federal apoya independientemente de los partidos que gobiernen, siempre y cuando se trabaje con seriedad y con proyectos claros, cosa que no es de esperar de trayectorias y actitudes como las de Gonzalo y Enríquez, personalidades muy desgastadas, que han sido más propaganda que realidad desde hace mucho tiempo.
A Durango le conviene una buena relación entre la presidencia municipal y el gobierno estatal, y con Andrés Manuel López Obrador para el desarrollo de la entidad, y con Jorge Salum eso está garantizado. Las ambiciones personales de poder son otra cosa, y los partidos divididos, que no pueden aportar mucho.
El registro que se tendría que respetar es el de Otniel García Navarro, y ahí la autoridad electoral estará en un grave aprieto.
Y curiosamente el partido que presentó a todos sus candidatos en orden y a tiempo fue el PRI, y nada más le falta poner en la segunda regiduría a Jesús Diez que atrae muchos votos y fue un buen precandidato a la alcaldía, jugando un muy buen papel el presidente del PRI Luis Enrique Benítez para intentar recuperar a su partido, que pronto tendrá elecciones nacionales.
Por su parte Lety Herrera trabajará por su región y recorrerá el estado, esperando el 2022, fecha en la que se podrá encontrar con el que mejor trabajo haya realizado, y que puede ser Jorge Salum terminando su presidencia municipal, y tal vez contra otros senadores.
La verdad es que las grillas locales tienen repercusiones nacionales, más allá de los caprichos nacionales.
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