/ sábado 2 de marzo de 2019

¿Será la solución la Guardia Nacional?

Tenemos que reconocer en este tema tan delicado y complejo la manera en que el Congreso de la Unión al final votó, quedando la Guardia Nacional como lo quería la sociedad civil y organismos internacionales como la ONU, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, entre otros. Destacar también a la Cámara de Senadores por su trabajo y a la Cámara de Diputados que la votó como la regresó la Cámara revisora. Sin dejar de mencionar el equilibrio del Congreso de la Unión, una demostración al Poder Ejecutivo de que los tiempos de sumisión a otro poder pasan a ser parte de la historia.

Ahora sí resultó ser cierto aquello de Vicente Fox: “El Ejecutivo propone y el Legislativo dispone”. Es lo que se necesita para que el autoritarismo del Ejecutivo sea desterrado para siempre.

Hasta aquí todo está muy bien. Los militares estarán bajo el mando civil, de no haber sido así la Secretaría de la Defensa Nacional representaba un riesgo de militarizar el país y de ahí a una dictadura sólo habría un paso. La justificación para aprobar las reformas a la Constitución fue la urgente necesidad de pacificar al país, que desde Felipe Calderón hasta el día de hoy la violencia es cosa de todos los días, la violación a los derechos humanos, las ejecuciones sumarias, miles de mexicanos que pierden la vida, cientos de víctimas, el estado y los policías infiltrados, cientos de policías estatales, municipales y federales sin aprobar los exámenes de confianza como los establece la normatividad pero siguen en servicio. Requerimos darle vuelta a la hoja sin olvidar a los desaparecidos, a las víctimas de la violencia, las violaciones a las garantías y derechos humanos, porque darle vuelta a la hoja no significa perdón y olvido o borrón y cuenta nueva.

Si se requiere de una Guardia Nacional también se necesita que haya justicia para todos y no sólo para unos cuantos. El asunto de la Guardia Nacional ya está en el Artículo 35º de nuestra Constitución, donde dice que los ciudadanos pueden tomar las armas en el Ejército o Guardia Nacional para la defensa de la República y sus Instituciones, y tienen el derecho de enlistarse en dicha Guardia. Se habla de la reforma constitucional de por los menos 10 artículos, 3 de ellos muy importantes, el 14, 16 y el 21, así como los artículos 29, 129, 89, entre otros más. Los artículos 14 y 16 son importantes por tratarse de las garantías que tenemos los ciudadanos frente al estado. No menos importante resulta el Artículo 21 constitucional, donde establece que la investigación de los delitos corresponde al Ministerio Público. Este comentario resulta importante porque se llegó a comentar que el Ejército y la Marina tendrían facultades para investigación y llevar a un juez de control a los detenidos. Ya pronto conoceremos la importancia y significado de las reformas constitucionales y de sus leyes reglamentarias, pero más importante aún: ver si sus efectos jurídicos se reflejan en los hechos.

La sociedad desea que cuando estas reformas lleguen a los Congresos locales para su discusión y aprobación, y en especial al Congreso del Estado, seguramente nuestros diputados estarán a la altura para analizar dichas reformas, porque no sólo se trata de querer ser los primeros en aprobarla para sus futuros efectos legales. “Haiga sido como haiga sido”, con 17 congresos que voten a favor, las reformas serán una realidad. Sólo habrá que esperar los procedimientos, los plazos y términos para su publicación en el Diario Oficial de la Federación y su posterior entrada y vigencia. Ya se le dio al presidente López Obrador una Ley, no como él la quería, porque se escuchó la voz de la sociedad.

Esperamos que en 5 años los soldados regresen a las cuarteles, y como resultado tengamos una Guardia Nacional Civil capaz de regresarnos a los mexicanos la paz social hace muchos años perdimos.

Tenemos que reconocer en este tema tan delicado y complejo la manera en que el Congreso de la Unión al final votó, quedando la Guardia Nacional como lo quería la sociedad civil y organismos internacionales como la ONU, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, entre otros. Destacar también a la Cámara de Senadores por su trabajo y a la Cámara de Diputados que la votó como la regresó la Cámara revisora. Sin dejar de mencionar el equilibrio del Congreso de la Unión, una demostración al Poder Ejecutivo de que los tiempos de sumisión a otro poder pasan a ser parte de la historia.

Ahora sí resultó ser cierto aquello de Vicente Fox: “El Ejecutivo propone y el Legislativo dispone”. Es lo que se necesita para que el autoritarismo del Ejecutivo sea desterrado para siempre.

Hasta aquí todo está muy bien. Los militares estarán bajo el mando civil, de no haber sido así la Secretaría de la Defensa Nacional representaba un riesgo de militarizar el país y de ahí a una dictadura sólo habría un paso. La justificación para aprobar las reformas a la Constitución fue la urgente necesidad de pacificar al país, que desde Felipe Calderón hasta el día de hoy la violencia es cosa de todos los días, la violación a los derechos humanos, las ejecuciones sumarias, miles de mexicanos que pierden la vida, cientos de víctimas, el estado y los policías infiltrados, cientos de policías estatales, municipales y federales sin aprobar los exámenes de confianza como los establece la normatividad pero siguen en servicio. Requerimos darle vuelta a la hoja sin olvidar a los desaparecidos, a las víctimas de la violencia, las violaciones a las garantías y derechos humanos, porque darle vuelta a la hoja no significa perdón y olvido o borrón y cuenta nueva.

Si se requiere de una Guardia Nacional también se necesita que haya justicia para todos y no sólo para unos cuantos. El asunto de la Guardia Nacional ya está en el Artículo 35º de nuestra Constitución, donde dice que los ciudadanos pueden tomar las armas en el Ejército o Guardia Nacional para la defensa de la República y sus Instituciones, y tienen el derecho de enlistarse en dicha Guardia. Se habla de la reforma constitucional de por los menos 10 artículos, 3 de ellos muy importantes, el 14, 16 y el 21, así como los artículos 29, 129, 89, entre otros más. Los artículos 14 y 16 son importantes por tratarse de las garantías que tenemos los ciudadanos frente al estado. No menos importante resulta el Artículo 21 constitucional, donde establece que la investigación de los delitos corresponde al Ministerio Público. Este comentario resulta importante porque se llegó a comentar que el Ejército y la Marina tendrían facultades para investigación y llevar a un juez de control a los detenidos. Ya pronto conoceremos la importancia y significado de las reformas constitucionales y de sus leyes reglamentarias, pero más importante aún: ver si sus efectos jurídicos se reflejan en los hechos.

La sociedad desea que cuando estas reformas lleguen a los Congresos locales para su discusión y aprobación, y en especial al Congreso del Estado, seguramente nuestros diputados estarán a la altura para analizar dichas reformas, porque no sólo se trata de querer ser los primeros en aprobarla para sus futuros efectos legales. “Haiga sido como haiga sido”, con 17 congresos que voten a favor, las reformas serán una realidad. Sólo habrá que esperar los procedimientos, los plazos y términos para su publicación en el Diario Oficial de la Federación y su posterior entrada y vigencia. Ya se le dio al presidente López Obrador una Ley, no como él la quería, porque se escuchó la voz de la sociedad.

Esperamos que en 5 años los soldados regresen a las cuarteles, y como resultado tengamos una Guardia Nacional Civil capaz de regresarnos a los mexicanos la paz social hace muchos años perdimos.